Casi todos nosotros identificamos la gastronomía italiana con la pasta y la pizza. Pero la cocina del país transalpino es mucho más completa y profunda, y sería simplista quedarse sólo con estos dos platos. Carpaccio, risotto, crostini, bruschette, zuppe e insalate, además de diferentes preparaciones de verduras, carnes y pecados conforman una dieta rica y equilibrada. Y muchas veces nos olvidamos del punto dulce que pone el colofón a nuestro banquete, justo antes de saborear un intenso caffé espresso (nada de pedirse un capuccino, quedaríamos muy guiris).
Obviamente estamos hablando de los postres y dulces típicos que encontramos al final de la carta de cualquier restaurante italiano que se precie. Algunos de ellos, autóctonos de la península itálica, otros importados de otros países hasta tal punto de asimilarlos como propios, pero todos ellos muy demandados en cualquier restaurante italiano para poner el broche final a una copiosa comida o cena.
Los postres o dulces italianos más deliciosos
Para descubrir algunos de los mejores postres italianos, hemos acudido a la carta de La Pappardella de Puerto Banús, un restaurante de origen napolitano instalado en plena Costa del Sol donde se elaboran algunos de los platos transalpinos más tradicionales. Y entre esas recetas típicas, no puede faltar una extensa lista de postres con los que poner el punto final más dulce a nuestro ágape. Y recuerda, ¡siempre hay que dejarse un hueco para el postre!
Tiramisú
El tiramisú posiblemente sea el postre italiano por excelencia. Originario de la región de Veneto, se trata de un dulce de creación bastante reciente pues todo apunta a que su invención se produjo en la década de 1960. Aunque hay muchas variantes de este postre, la receta más tradicional consiste en una tarta por capas construida a base de bizcocho o galleta impregnada en café, queso mascarpone, cacao, huevos batidos, azúcar y un toque final de ron o amaretto.
El significado de la palabra tiramisú es básicamente ‘alégrame el día’ y lo cierto es que no se nos ocurre un nombre más apropiado para esta delicia capaz de subirle los ánimos a cualquiera después de una buena comilona. Sobre todo, si tenemos la suerte de probar la receta de La Pappardella donde se ha convertido en uno de sus postres más demandados al que acompañan de nata montada, fresas, sirope de chocolate y cacao en polvo.
Panna Cotta
De aspecto similar al flan, aunque más blanquecino, la Panna Cotta es otro postre típico italiano originario de la región del Piamonte. Su nombre se traduce literalmente por ‘nata cocida’ y se elabora a base de nata o crema de leche a la que se añade azúcar y gelatina para hacerla cuajar. También puede incorporar algún tipo de aromatizante como la vainilla, el café o algún licor tipo ron o vino marsala. Tiene un sabor muy lácteo que se complementa de maravilla con los diferentes siropes de chocolate, caramelo y frutos rojos con los que se le suele acompañar.
En La Pappardella de Puerto Banús van un paso más allá y no sólo le añaden un sirope de fresa para darle el toque preciso de acidez, sino que también sirven este postre sobre una cama de fruta laminada y la acompañan de fresas y otros bayas. Para culminar su obra maestra, una rodaja de kiwi y una mora contribuyen hacia nuestra dosis diaria de vitamina C.
Torta Caprese
La Torta Caprese es una tarta tradicional italiana típica de la isla de Capri, como ya habréis imaginado por su nombre. Sus ingredientes principales son el chocolate, las almendras y las nueces, aunque obviamente también lleva una base de huevos, azúcar y mantequilla, y puede incorporar una pequeña dosis de Strega, un licor de hierbas italiano muy popular en la región de Campania. La leyenda cuenta que un rey napolitano mandó a elaborar una Tarta Sacher para su esposa originaria de Austria, pero los cocineros de su corte no conocían la receta y decidieron improvisar, dando origen a esta Torta Caprese.
Ya os habréis dado cuenta que, a pesar de su aspecto de bizcocho, no lleva harina por lo que es una tarta algo más dura por fuera aunque nada seca por dentro. Se suele culminar con una fina capa de azúcar nevada o glas, tal y como hacen en La Pappardella, donde también acompañan este postre con una generosa bola de helado de vainilla y unos pequeños trazos de sirope de chocolate. El dulce perfecto para los amantes del cacao.
Tarta de queso
La tarta o pastel de queso no es un postre exclusivo de la gastronomía italiana pero con el tiempo se ha convertido en un clásico en la carta de cualquier restaurante transalpino. La variante italiana se diferencia de otras tartas de queso por emplear ricotta o mascarpone en su elaboración en lugar de otros quesos cremosos de otros orígenes. Aunque el queso es obviamente el ingrediente principal de este postre, junto a una buena dosis de azúcar y huevos, los auténticos fans saben que la base, hecha de galletas trituradas o una suerte de bizcocho, puede marcar la diferencia entre una tarta de queso excelente o simplemente pasable.
Y el topping también es de vital importancia, pudiendo coronar el pastel con una capa de chocolate o algún tipo de sirope o mermelada, típicamente de frutos del bosque o arándanos. También se puede rematar la receta con fruta fresca, tal y como hacen en La Pappardella, con una cubierta de fresas laminadas para darle un punto agrio que contrarreste tanto dulzor. Todo ello acompañado de una buena ración de nata montada.
Copa de gelato
Vale que podemos tomar helado en cualquier tipo de restaurante o bar, pero si alguien ha perfeccionado la elaboración de este dulce son sin duda los italianos. El gelato no es un helado cualquiera sino algo más denso y cremoso, a la vez que menos calórico que otras variantes de este postre lácteo ya que contiene menos grasa butírica y se emplea leche desnatada como sólido, además de contener una base de yema de huevo.
Los helados italianos suelen ser de los más ricos que podemos probar como es el helado de stracciatella o sabores como nocciola (avellana), mandorla (almendra), gianduia o más clásicos como cioccolato, fragola (fresa) o fior di latte (crema de leche). Justamente estos tres últimos sabores componen la copa de gelato que sirven en La Pappardella, coronada con una fresa, una ramita de menta y galletas de barquillo. Un postre del todo refrescante.
Obviamente, estos cinco no son los únicos postres italianos típicos. La lista es prácticamente inacabable y se nos han quedado en el tintero auténticas delicias como los cannoli, la sfogliatella, la zuppa inglese, el zuccotto o el panettone. Pero no hay que pecar de golosos, así que ya hablaremos de ellos en otra ocasión.
