Perfecto para acompañar una taza de té o café, el bizcocho es un dulce al que pocos pueden resistirse, y más tratándose de un delicioso bizcocho casero jugoso y esponjoso, con una cobertura dorada y más crujiente. Claro que de poco sirve encontrar una buena receta, seguirla al pie de la letra con los mejores ingredientes y esforzarnos en que nos salga rico si después no sabemos cómo conservarlo para que se mantenga fresco el mayor tiempo posible. Te proponemos varios consejos para que el bizcocho dure en buenas condiciones el máximo tiempo posible.
¿Qué hace que un bizcocho dure más tiempo? Quizás no lo hayas pensado antes, pero cuanta más grasa lleve en su masa más tiempo se mantendrá fresco (generalmente mantequilla o aceite de oliva). Eso no quita que lo ideal sea consumir el bizcocho entre los tres y los cuatro primeros días tras haberlo hecho.
¿Cómo conservar un bizcocho?
Ni metiéndolo en la nevera ni dentro de una de esas bonitas tarteras conseguiremos grandes resultados en cuanto a la conservación de nuestro bizcocho se refiere. Nuestro consejo es aislarlo al máximo del aire para evitar que se reseque, y lo haremos en dos pasos.
Envolverlo en film transparente
Nada más terminemos de servir la porción que vayamos a comer, o una vez terminado el bizcocho, envuélvelo en film transparente de manera que quede totalmente aislado evitando el contacto con el aire. Una bolsita de congelación con cierre hermético hará el mismo efecto que el film transparente solo si antes de cerrarla logramos sacar todo el aire.
Conservarlo en un recipiente hermético de cristal
Tras haberlo envuelto en film transparente, conservarás fresco el bizcocho durante mucho más tiempo si además lo guardas dentro de un recipiente con cierre hermético como un tarro de cristal o un táper. Así además evitaremos que el bizcocho adquiera olores y sabores de otros alimentos que puedan estar cerca.