De color marfil pálido y textura untuosa, el chocolate blanco es un alimento elaborado a base de manteca de cacao, leche, azúcar, grasa de leche, vainilla y lecitina de soja u otros espesantes. Si generalmente el chocolate blanco es uno de los ingredientes que utilizamos en nuestra cocina, no está de más que sepamos cómo derretirlo correctamente para que quede con la textura deseada y podamos incorporarlo a nuestras recetas dulces.
Desde coberturas y rellenos para tartas hasta mousse de chocolate blanco, existen innumerables maneras de disfrutar este ingrediente. Quizás nos guste disfrutarlo solo en onzas, pero si necesitamos derretirlo debemos tener precaución, ya que al fundirse, la manteca de cacao puede separarse formando un compuesto oleoso y confiriendo al chocolate una textura granulosa nada agradable para el paladar. Estos son los mejores métodos para derretir chocolate blanco y que quede cremoso y suave.
Cómo derretir bien chocolate blanco
Antes de ponernos a fundirlo, para lograr una textura derretida suave, es fundamental elegir bien el chocolate. Necesitaremos chocolate blanco en tableta, ya que lejos de lo que podamos pensar, si optamos por las chispas el resultado no será el esperado. El motivo es que las chispas contienen estabilizadores para que mantengan esa forma incluso con las altas temperaturas del horno. Y claro, cuanto más pequeños sean los trozos de chocolate, más fácil será derretirlo.
Al baño maría
Para fundir el chocolate blanco al baño maría necesitaremos poner al fuego una cazuela amplia y cubrir su base con agua. Mientras comienza la ebullición trocearemos el chocolate blanco para colocarlo dentro de un cuenco amplio. Pondremos el cuenco sobre la cazuela de manera que el fondo del cuenco no toque el agua. En cuanto el agua empiece a hervir, es fundamental bajar el fuego al mínimo para evitar que se formen grumos en el chocolate. Para derretirlo de forma homogénea el truco está en removerlo suavemente con una espátula de silicona. Una vez derretido el chocolate, retiraremos el cuenco del baño maría.
Al microondas
Para lograr un fundido cremoso, necesitaremos un cuenco de manera que al remover el chocolate se mezcle con el resto de manera homogénea en lugar de quedarse adherido a las esquinas de un recipiente cuadrado. Tras colocar los trozos de chocolate en el cuenco, iremos derritiéndolo en intervalos de 15 segundos. La clave está en sacar el cuenco del microondas cada vez que termine el tiempo, y remover el chocolate con una espátula de silicona. Continuaremos con los intervalos de 15 segundos hasta que el chocolate se haya derretido por completo.