La tortilla francesa es una elaboración básica que se puede preparar de forma rápida y fácil en casa, de hecho hay quienes incluso preparan tortilla francesa en microondas o tortilla en airfryer. A pesar de lo que su propio nombre parece indicar, la tortilla francesa no tiene sus raíces en Francia. Envuelto en cierta incertidumbre, su origen se remonta a la Antigüedad, convirtiéndola en un plato con una historia tan interesante como su sabor. A continuación exploraremos el verdadero origen de este sencillo plato a base de huevo y desvelaremos el curioso motivo de su peculiar nombre.
Tortilla francesa: origen incierto que se remonta milenios atrás
La realidad sobre el origen de la tortilla francesa revela que esta simple receta de huevo batido tiene raíces mucho más antiguas de lo que podríamos imaginar, y es su sencillez sugiere que su origen no puede atribuirse a una sola cultura.
Tortilla prehistórica
Es posible que en tiempos prehistóricos, mucho antes incluso de que la escritura permitiera documentar su existencia, ya hubiese algo muy similar a la tortilla francesa. Las personas de las sociedades primitivas ya consumían huevos de diferentes aves y es probable que los cocieran de la manera más simple, asándolos sobre piedras calientes.
La Antigua Roma
Los romanos, grandes aficionados a los huevos, ya preparaban una especie de tortillas en las que mezclaban los huevos con leche y cocinaban la mezcla en una sartén de metal caliente. Este sencillo y rápido método de cocción se extendió rápidamente por el Imperio Romano convirtiéndose en un plato muy popular.
Edad Media
Durante la Edad Media la tortilla se preparaba con huevos enteros además de yemas para que el resultado fuese mucho más cremoso, además solían añadirse diferentes hierbas aromáticas y especias. En la cocina medieval las técnicas de batir y cocinar huevos estaban bien desarrolladas tal y como queda recogido en libros como Le Ménagier de Paris o Le Viandier.
Moda europea
A pesar de que en España ya se cocinase una tortilla a base de huevos con una técnica diferente, es la francesa la que acaparó mayor atención entre la sociedad europea, por lo que alemanes, ingleses e incluso españoles copiaron la versión gala de moda de esta sencilla receta a base de huevo batido.
Pero, ¿por qué se le llama tortilla francesa si no está en Francia?
Leyendas populares cuentan que durante la Guerra de Independencia, concretamente durante el asedio de Cádiz, tras la escasez de productos como las patatas, los españoles empezaron a preparar la clásica tortilla española sin utilizar patatas, bautizando esta versión simplificada de la receta original como tortilla a la francesa. Sin embargo como hemos visto, otros países europeos le dieron ese nombre al ser la tortilla de moda en Francia en el siglo XIX. En España parece que solo copiaron esa moda.
A pesar de que para los españoles sea reconocida como tortilla francesa, los franceses la conocen sencillamente como omelette, sin necesidad de más distinciones.
La importancia de la tortilla francesa hoy
A día de hoy este sencillo plato sigue siendo un pilar fundamental de nuestra gastronomía, y es que gracias a su versatilidad puede adaptarse a cualquier tipo de menú o dieta combinado con múltiples ingredientes. Es un ingrediente recomendable en cualquier dieta equilibrada por su alto contenido en proteínas y bajo contenido calórico como dietas fitness, vegetarianas y de adelgazamiento.
En el ámbito educativo culinario, la tortilla francesa es uno de los primeros platos que se enseñan a cocinar como parte de las técnicas básicas, ya que su preparación ayuda al desarrollo de las habilidades esenciales de cualquier cocinero.
Debemos destacar igualmente que gracias a sus ingredientes básicos y económicos, la tortilla francesa es un plato del que cualquiera puede disfrutar sin mayor complicación y que combinado con otros ingredientes nos permite disfrutar por ejemplo de una tortilla de atún o una tortilla de berenjenas, de una fritatta italiana o un tamagoyaki japonés.