La tarta de queso o cheesecake es el postre estrella en todos los restaurantes y casas. Ya sea elaborada al horno o en frío es muy fácil de hacer y, además, su propia elaboración nos deja maravillados: es increíble cómo con tan pocos ingredientes obtenemos una tarta con una textura y un sabor tan exquisitos. Las recetas de tartas de queso también nos dan mucho juego y dependiendo del tipo de queso que empleemos podremos disfrutar de sabores más suaves, más cremosos o más intensos.
Es tan deliciosa que, cuando la preparamos en casa o la compramos en alguna pastelería o supermercado, si nos sobran algunos trozos somos incapaces de tirarlos a la basura. Para conservarla en buen estado seguro que la primera opción que se te viene a la cabeza es meter la parte sobrante en la nevera. Y no vas mal encaminado, pero debes hacerlo de una forma especial y saber cuánto tiempo puede aguantar en frío para disfrutar de un sabor como de recién hecha algunos días más.
Cómo conservar más tiempo una tarta de queso
Al llevar ingredientes lácteos como leche, nata, quesos y otros como el huevo, como es lógico, la vida útil de una tarta de queso no es muy larga, pero esto no nos impedirá consumirla fresca algunos días más después de su elaboración. Aquí influye el método de conservación que utilices.
Se recomienda que, si ha sobrado un trozo grande, se corte en porciones y luego se envuelvan en plástico film transparente. A su vez, debemos almacenarlos dentro de un recipiente hermético y mantener la temperatura del frigorífico siempre constante. En cuanto a su duración, se debe tener si la tarta es casera o industrial.
Si la tarta de queso es casera
Tanto si la has preparado tú mismo en casa como si la has comprado en alguna pastelería artesanal, es importante saber si la tarta se ha preparado en el horno o en frío. Si se ha hecho sin hornear, sus sobras podrían permanecer en la nevera perfectamente 5 días, aunque para que su sabor y textura sean lo más fieles posibles a los del primer día, lo ideal sería consumirla en un período de 2-3 días. Esta regla de los 2-3 días también se aplica si la tarta lleva cobertura de frutas naturales. Por su lado, las tartas que sí han sido horneadas podrían durar frescas entre 5 y 6 días.
Si la tarta de queso es industrial
Por tarta de queso industrial nos referimos a las que venden en los supermercados las cuales, al contener conservantes entre sus ingredientes, evidentemente su vida útil se alarga más. En este caso, es recomendable revisar el etiquetado para ver sus recomendaciones de consumo.