Llubí es una población de Mallorca fuera de todo foco mediático y turístico, uno de esos lugares donde aún se respira tranquilidad, alejado del bullicio y donde el día a día de sus gentes se basta y sobra para llenar de vitalidad sus calles. Perdura la tradición. Dedicado al campo con las alcaparras como producto estrella (la conservera Rosselló empleó a muchos vecinos), fue la población que mayor cantidad producía en tiempos no tan lejanos. Desplazarse allí para sentarse a la mesa de DaiCa es un placer, la consagración culinaria de la chef Caterina Pieras y de David Ribas como jefe de servicio, quienes han puesto todas las miradas culinarias sobre su unión de gastronomía y bienestar. Gente que ha pasado por Sant Pau para trabajar junto a Carme Ruscalleda, que ha mamado de Martín Berasategui, que ha trabajado codo con codo con Nandu Jubany o que se ha formado en la parte más dulce entre las paredes de Espaisucre no puede haber fallado con su propuesta.
Aquí no existen las prisas, si se viene es con la firme intención de disfrutar del tiempo y de la cercanía familiar de quienes sacan adelante el servicio. No tanto tiempo como el que ha vertebrado el recetario local mallorquín y catalán en toda su extensión, pero si el necesario para apreciar la técnica que se aplica a los productos de temporada y proximidad. Porque de esta cocina nada sale sin el sello de máxima calidad.
DaiCa está ubicado en el mismo espacio que un coqueto hotel dedicado al turismo rural, parada idónea para una escapada de fin de semana, para descansar tras recorrer alguna de las rutas senderistas que atraviesan los cerros sobre los que se asienta el pueblo o simplemente para reposar la cena. No importa la razón si el ejercicio es vibrar con las emociones en forma de sabor que salen en cada partida.
Aquí se práctica cocina mallorquina y catalana, sin ambages y con identidad propia. Para su elaboración materia prima local, de temporada y proximidad, buscando siempre en proveedores cercanos y asegurando la máxima frescura del producto. Siempre autóctono y ecológico con la cocina saludable en el punto de mira.
4 menús diferentes dan la bienvenida al comensal: el menú de festa es el más largo de todos con 9 pasos. Junto a él los menús Mar i Terra, el menú de temporada y el menú de sempre, que varían entre las 5 y las 6 degustaciones. La temporada manda, pero no será extraño abrir boca con una coca de acelgas y espinacas o con un estofado de guisantes lágrima con terrina de cerdo, potenciando el sabor de la huerta y la ganadería más cercana. La intensidad del Mediterráneo surge de los bocados de erizo de mar o las cigalas mallorquinas, empírica demostración de que esta casa está bañada por las aguas de su entorno. El producto también se manifiesta a través del rape mallorquín o el solomillo de ternera mallorquina, reses locales tratadas con mimo y esmero.
Todas las preparaciones muestran la pasión de Pieras por las recetas caseras, a las que sabe aplicar el punto perfecto de modernismo y vanguardia, toques inspiradores que potencian aún más si cabe el sabor de los productos empleados. Extraer de ellos el máximo es la prioridad total. Súmese la colección de referencias vinícolas principalmente locales, pero también de ámbito nacional, para maridar con los diferentes platos y particularmente los tés e infusiones que preparan, el mejor colofón para disfrutar de la sobremesa.
DaiCa Restaurant
Calle Farinera, 707430 Llubí (Islas Baleares)
686001604
daica.es
Balear, Catalana, Mediterránea
45€-72€
