Aunque todos nos hayamos tomado unas cuantas latas de cerveza en nuestra vida, este tipo de contenedor siempre ha estado históricamente relacionado con la cerveza barata o de baja calidad. No tenemos problema en ir al supermercado de turno a comprar cervezas enlatadas industriales o incluso de marca blanca (por muy sibaritas de la birra que seamos, alguna Steinburg o Adlerbrau cae de vez en cuando), pero si nos sirven una cerveza de lata en el bar de la esquina, miramos con cierto recelo al camarero. ¿Dónde está nuestro quinto o tercio de cristal de toda la vida?
Y ese mismo concepto también se ha aplicado a las cervezas artesanas. Botella de vidrio igual a bueno, lata de aluminio, malo. Hasta hace muy pocos años, por lo menos en nuestro país, era prácticamente imposible pensar en disfrutar de una craft beer de calidad comercializada en este tipo de formato. Pero poco a poco esa idea va cambiando y el estigma que persigue a las cervezas enlatadas está gradualmente desapareciendo.
Como suele ocurrir en este mundillo, el cambio comenzó a gestarse en EE.UU. Todo empezó alrededor del año 2002 en la ciudad de Longmont (Colorado) donde una pequeña cervecería llamada Oskar Blues Brewery tuvo la valentía y osadía de comenzar esta tendencia, enlatando ellos mismos su referencia más emblemática, Dale's Pale Ale, y contribuyendo a un movimiento que ha dejado de ser una simple moda. Hay evidencias de que algunas cerveceras artesanales americanas ya comercializaron alguna referencia en lata antes de Oskar Blues pero el proceso de enlatado se subcontrató a cerveceras industriales, dejando a la microcervecería de Boulder como un auténtico pionero.
A Oskar Blues le han acabado siguiendo multitud de microcervecerías de alrededor del mundo que han visto en este formato una nueva línea de negocio cuyas ventajas desgranaremos más adelante, acabando por fin con la mala prensa que han tenido las latas tradicionalmente respecto a la transferencia del sabor metálico a la cerveza y la peor conservación de la misma. A los de Colorado le siguieron marcas tan emblemáticas como Stone Brewing, Beavertown, Mikkeller, Brooklyn Brewery, Brewdog, Trillium, Bell's Brewery, Tree House o Firestone Walker, por nombrar algunas de las fábricas de cerveza artesanal más famosas que decidieron apostar por la lata de forma eventual o permanente para alguna o todas sus referencias.
Stone Brewing, de California a Berlín en defensa de la lata
Hemos podido charlar sobre el tema precisamente con algunos de los responsables de Stone Brewing para conocer su opinión sobre el auge de la lata en el mundillo de la cerveza artesanal. La microcervecería de la gárgola es una de las empresas cerveceras más prestigiosas del planeta. Inició su andadura en 1996 en Escondido (California) y 20 años después aterrizó en Europa de la mano de Stone Brewing Berlín, su rama europea diseñada desde su concepción únicamente con la idea de producir cervezas enlatadas y por lo tanto una autoridad en la materia.
Thomas Tyrell, maestro cervecero de la división europea de Stone, tiene muy claro que las latas no son una simple moda: han llegado para quedarse debido a sus numerosas ventajas frente a la botella. Pero también es muy consciente de que ambos formatos coexistirán en el futuro pues hay públicos más afines a unos y a otros. Entre las ventajas apuntadas por Tyrell de la lata respecto a la botella, tenemos que destacar dos aspectos:
- En primer lugar, la calidad y el sabor de una cerveza enlatada puede ser igual o incluso superior a la de una embotellada. Superados los estigmas de la lata mencionados anteriormente, el hecho de que estas estén perfectamente selladas y sean opacas a la luz hacen que se conserven mucho mejor, en contraposición con las cervezas embotelladas que suelen envejecer mucho más rápidamente precisamente por no ser 100% herméticas y por dejar pasar ciertas longitudes de onda de luz.
- La otra razón esgrimida por Tyrell es ecológica. Estamos hablando de un envase totalmente reciclable, aunque esta percepción de ser más sostenible ambientalmente puede diferir en aquellos países en los que los botellines son retornables y rellenables. En esa misma línea, argumenta que al ser más compactas y ligeras, el transporte de la misma cantidad de cerveza en lata es más ecológico que en botella, amén de los beneficios económicos que supone para la empresa poder transportar más cerveza en menos espacio.
Eso sí, también confiesa que aunque en líneas generales una cadena de enlatado y una de embotellado tendrían un coste similar para una cervecería, el sistema para cerrar las latas sí que es algo más costoso pues debe ser extremadamente preciso. El margen de error es mucho más pequeño que en una embotelladora. En este sentido, alaba a todas aquellas cerveceras que, por no poder permitirse mantener dos líneas de envasado diferentes, están recurriendo a sistemas de enlatado móviles que tanto están proliferando en EE.UU y Europa, básicamente camiones que van de fábrica en fábrica enlatando a un módico precio las cervezas que ahí se producen, sin que las microcervecerías tengan que asumir el riesgo de invertir en maquinaria propia.
Arriaca, los pioneros de la lata artesanal en España
Nos trasladamos de Berlín hasta un lugar mucho más próximo, y pequeño, Yunquera de Henares, una localidad de apenas 4 mil habitantes de la provincia de Guadalajara. Ahí lleva en marcha desde 2014 la cervecería Arriaca, auténtica pionera en la distribución de cervezas artesanales enlatadas, y coleccionista de galardones internacionales para muchas de sus referencias. Tal y como nos explica su CEO, Jesús León, fue “en febrero de 2016 cuando, tras unos concienzudos estudios, análisis y preparación logística, lanzamos la lata en tres de nuestras variedades”. Algo más de dos años después, la lata está presente en seis de sus ocho variedades: Rubia, Trigo, IPA, Session IPA, Porter e Imperial Red IPA. De momento solo su cerveza de centeno y su Imperial Russian Stout quedan al margen.
La lata no es por capricho, sino porque funciona, gusta y porque creemos que es una tendencia natural del mercado.
Nos cuenta que esa tendencia llega desde el otro lado del charco, como casi siempre en temas cerveceros, donde nos llevan muchos años de ventaja en la producción de cervezas de calidad como alternativa a las industriales, y donde es clara la apuesta por la lata. Quisieron ser los primeros en España en apostar por este formato y dar un golpe sobre la mesa. Y desde luego que no se arrepienten de su decisión pues la aceptación ha sido absolutamente inmejorable tanto entre los mayoristas como en pequeños consumidores. Hasta tal punto que muchas otras microcervecerías han seguido sus mismos pasos apostando por la lata y otras están en camino. Como bien señala Jesús, “es una tendencia imparable porque las ventajas son incuestionables y objetivas”.
Preguntado al respecto de ese auge o resurgir de la lata, incide en que esas ventajas que ofrece resultan especialmente atractivas para la cerveza artesana, generalmente con un “componente aromático mucho más intenso que las cervezas que conocemos o que podemos calificar como industriales o de producción masiva”. Por lo tanto resulta normal o natural que se extienda este formato aunque Jesús intenta rehuir del término ‘resurrección’ para hablar de optimización y la entrada en escena de una tecnología más avanzada en la composición de las latas.
La alta tecnología ha permitido erradicar aquellos defectos que antaño podía tener una lata para albergar cerveza de calidad. Eso ya es historia. Su conservación es cuasi perfecta.
Precisamente la tecnología empleada en la nueva generación de latas, como las que se comercializan en Arriaca, ayuda a que ya no existan elementos asociativos para poder pensar o decir aquello de que una cerveza enlatada sabe a lata. Ahora, este material cuenta con una película que recubre el aluminio de la lata y que impide la interacción lata-cerveza y además se elimina cualquier rastro de bisfenol A, anteriormente presente en el recubrimiento interior de latas alimentarias y que históricamente ha sido asociado a supuestos efectos cancerígenos.
Otras cerveceras españolas que apuestan por la lata
Aunque pioneros en este campo, muchas otras cerveceras artesanales de nuestro país han seguido el ejemplo de Arriaca y han apostado definitivamente por la lata. Entre algunas de las más notables, debemos mencionar a CCVK (CompañÍa de Cervezas del Valle del Kahs), la fábrica madrileña de raíces vallecanas que lleva comercializando este tipo de formato desde su fundación, apenas unos meses después de que los chicos de Yunquera de Henares lanzaran sus latas. Daniel de Julián, Director de la cervecera, nos cuenta que se decidieron por este formato desde el minuto uno, “empezamos a elaborar cerveza en abril de 2016 y en mayo de ese año mismo ya teníamos la cerradora de latas de 1 litro que servimos en nuestro taproom”.
Cuestionado sobre las ventajas de la lata frente a la botella, coincide en muchos aspectos con Thomas Tyrell y Jesús de Léon: “la lata tiene muchas más ventajas que desventajas. En primer lugar no entra la luz, un gran enemigo de la cerveza. De la misma manera, las partes por millón de oxigeno son más bajas que en botella con lo que hace que tenga menor oxidación y se conserve mejor. Medioambientalmente es mucho más eficiente, pesa menos, ocupa menos espacio y se recicla en su totalidad y rápidamente”. En cuanto a la comparativa de costes entre montar y mantener una embotelladora y una enlatadora, no ve demasiadas diferencias: “cuestan lo mismo, depende mucho de las prestaciones y automatismos de una y otra”.
CCVKOtra cervecería española de renombre que lo ha apostado todo a las latas últimamente es Soma Beer. Los gerundenses no dudaron en pasar del barril directamente a la lata para distribuir sus referencias más notables como la Pyramid o la Combo IPA. Mientras, otras fábricas han aprovechado las características singulares de la lata para distribuir sólo ciertos estilos, como es el caso de las NEIPA que suelen deteriorarse con mayor facilidad. De este modo, por ejemplo, los chicos de Cervezas Alegría (Valencia) presentaron en octubre de 2017 su Alegría del Mediterráneo, una New England IPA que sólo se distribuye en lata (amén del tirador) y una versión enlatada de su Alegría del Barrio, también disponible en botella.
En cambio hay otras marcas artesanales que aún se están pensando la conveniencia de apostar por la lata. Según nos cuenta Mayte Pardo de Althaia Artesana, la cervecera de Altea que todavía permanece totalmente fiel al vidrio, “es una inversión muy fuerte y además requiere de espacio extra en la fábrica ya que no creo que sea una buena idea apostar únicamente por el envasado en lata”. Confiesa que es una idea que les gusta por ser un formato que pesa poco y que además resulta muy atractivo para un público más actual, pero que depende mucho del público objetivo al que se dirige cada empresa: “la lata puede tener muy buena salida en locales especializados o supermercados con sección especial de cervezas, pero nosotros no le vemos la misma salida en la hostelería más tradicional”.
Ventajas de la lata frente a la botella de vidrio
Brooklyn BreweryLlegados hasta este punto y después de sondear la opinión de varios fabricantes y expertos en cervezas, podemos resumir las ventajas de las latas sobre las botellas en los siguientes puntos:
- La opacidad de la lata. Al contrario que las botellas, la lata no permite el paso de la luz, lo que supone una ventaja en cervezas artesanales que emplean grandes cantidades de lúpulo ya que es un ingrediente fotosensible. Se evita así la concurrencia de sabores y aromas no deseados.
- Las latas quedan selladas herméticamente impidiendo la presencia de oxígeno y, por lo tanto, la oxidación del producto. Los aromas se mantienen intactos y la cerveza permanece fresca durante más tiempo.
- Las latas no proporcionan sabor metálico a la cerveza. No existe interacción entre la cerveza y lata, ya que los materiales de última generación presentan una película que recubre el aluminio y que supone una garantía para la conservación de las características originales de la cerveza.
- La lata es mucho más fácil de reciclar que la botella de cristal. Se estima que más del 95% de la lata es reciclable y que en dos meses una lata reciclada puede volver a estar en circulación de nuevo. Por lo tanto, es un envase mucho más ecológico.
- Siguiendo con el tema medioambiental, la lata es mucho menos pesada que el vidrio. Por lo tanto, se disminuyen los costes pero también la polución de su transporte, emitiendo menos productos contaminantes para mover el mismo volumen de cerveza.
- Sin dejar de lado las ventajas logísticas, la forma cilíndrica de la lata hace que ocupe menos que la botella, no es tan delicada y se apila mejor, haciendo que sea más fácil de almacenar y transportar. Eso también es aplicable al ámbito doméstico, ya que en la nevera ocupa menos espacio y no hay conflicto con los estantes, que en ocasiones nos impiden colocar las botellas en posición vertical.
- Hablando de la nevera, es una obviedad que las latas se enfrían mucho antes que las botellas de vidrio, por lo tanto es una ventaja directa para el consumidor.
El futuro: ¿acabará desbancando la lata a la botella?
ArriacaVistas todas las ventajas que ofrece el formato lata respecto al formato tradicional de botellín de quinto o tercio, uno podría pensar que la muerte de la botella de cristal se aproxima en favor del auge definitivo de la lata. Por lo menos, eso es lo que opina Daniel de Julián, aunque el cuándo dependerá mucho del consumidor y cuanto más sepa de los aspectos técnicos y organolépticos de la cerveza en lata la irá demandando más.
Otros como Thomas Tyrell se muestran más cautos y apuestan por la coexistencia de latas y botellas en un escenario en el que ambos formatos pueden convivir perfectamente. Según Jesús León de Arriaca, "no se debe entender la lata como una competencia al vidrio, sino una alternativa" y cada cual seguirá ocupando su lugar según el contexto, conviviendo en armonía. Algo que viene a ratificar las palabras de Mayte de Althaia cuando diferenciaba entre los diferentes tipos de público objetivo al que puede ir destinado cada formato. En definitiva, difícilmente podrá acabar desbancando a la botella de vidrio por completo, pero que nadie dude de que la lata ha llegado para consolidarse en el mercado de la cerveza artesana.