El sándwich es el tentempié perfecto. Un clásico entre los clásicos, imprescindible a cualquier hora del día en el que dos rebanadas de pan y tantos ingredientes como se te ocurran pueden confabularse para crear una receta increíble. Ahora bien, ¿te has parado alguna vez a pensar por qué el sándwich se llama como se llama? Si alguna vez te ha asaltado esta duda tenemos la respuesta.
¿Cuál es el origen de la palabra «sandwich»?
Lo de llamar sándwich al sándwich viene de lejos, concretamente del siglo XVIII, cuando el conde de Sandwich, John Montagu IV (1718-1792), político y apasionado jugador de cartas, pidió algo rápido para comer sin cubiertos ni platos. Algo que le permitiera no distraerse de sus obligaciones, ya fueran administrativas o lúdicas.
La idea de meter entre dos rebanadas de pan el clásico roast beef, lonchas de jamón u otras carnes frías de la gastronomía británica para no mancharse las manos caló rápidamente tanto entre amigos y conocidos de Montagu como en la alta sociedad inglesa. De hecho, la mención escrita más antigua que se conoce del término es atribuida al historiador Edward Gibbon en 1747, justamente las fechas en las que puede datarse la invención, al describir un sándwich de carne fría servido en una cafetería de la nobleza.
Con el tiempo, la palabra «sandwich» se asoció a esta versátil receta y se popularizó más allá de Inglaterra. El concepto se extendió por todo el mundo como lo hicieron también sus versiones adaptándose a culturas y gustos de todo tipo. A partir de ese primer sándwich surgirían otras muchas versiones por todo el mundo: el sándwich mixto llamado bikini en Barcelona, popularizado en España a partir de la década de 1950 con el advenimiento de las cafeterías y que posiblemente sea una versión adaptada del clásico sándwich cubano(de hecho, se cree que la terminología «mixto» comenzó a usarse en Cuba en la década de 1930); el famoso croque Monsieur de los franceses, el sándwich Reuben americano...
Lo de meter entre dos rebanadas algo comestible es tan básico que con toda seguridad nació con la misma aparición del pan, pero hay que reconocerle al conde de Sandwich el haber popularizado la creación con el nombre de su ducado. La próxima vez que te prepares un sándwich, ya sabes a quién darle las gracias.