Halloween es una fiesta pagana extendida por todo el planeta. Su nacimiento deriva del festival celta Samhaim, con el que se celebraba el fin del tiempo de la cosecha y los cultivos recolectados se almacenaban. Esta celebración se desarrollaba a finales de octubre y marcaba el principio del Año Nuevo Celta. Como los días comienzan a ser más cortos y oscuros en este mes, los celtas creían que era la época en la que los muertos volvían donde los vivos. Se encendían hogueras para iluminarles el camino de vuelta al más allá y se realizaban ofrendas de comida y dulces en las puertas o entradas de las casas.
El catolicismo lo convirtió posteriormente en una celebración religiosa en su voluntad férrea de acabar con toda fiesta pagana. En vez de derrocar totalmente las creencias paganas, los católicos aprendieron a usar en su favor las costumbres locales e impusieron el 1 noviembre como Día de Todos los Santos. En inglés, la víspera de este día se conoce como All hallow's Eve, de ahí la palabra Halloween. Pero los católicos no consiguieron desterrar del todo la convicción de que en esas fechas los muertos se reunían con los vivos, así que sobre el siglo X instauraron el día 2 de noviembre como Día de Todos los Fieles Difuntos.
Allá donde llega Halloween, sus tradiciones se incorporan a las celebraciones católicas por las almas de los difuntos del día 1 y 2 de noviembre: hay opiniones para todos los gustos... Lo cierto es que ambas costumbres culturales se solapan, pero la gastronomía popular de ambos festejos sobrevive al tiempo. Recorramos juntos este viaje gastronómico por algunos de los platos y dulces más importantes de las fiestas en el mundo en Halloween, Samhaim o el Día de Todos los Santos.
Boxty, Irlanda
Las boxty son unas tortitas hechas con papas que, aunque pueden comerse solas con mantequilla o azúcar, es habitual que formen parte del acompañamiento de un desayuno tradicional irlandés. Son un plato tradicional de varias fechas señaladas para los irlandeses, pero especialmente populares en estos festejos gracias a los niños, quienes incluso rallaban las papas con el lateral de una lata vieja para elaborar la receta. Irlanda fue el primer país europeo en adoptar las papas como cultivo para alimentación, de ahí que este tubérculo sea tan extraordinariamente popular allí. Este plato está arraigado en el norte del país, pues a pesar de que se consume también en el sur, allí sus versiones reciben otro nombre y suelen ser más sofisticadas.
Karla Houtman @kokenconmigoBarmbrack, Irlanda
Este pan tradicional irlandés lleva pasas sultanas y también grosellas, cerezas o arándanos confitados. Se suele tomar tostado y con mantequilla y acompañado de té. Forma parte de una antigua costumbre (Halloween Brack) en la que dentro del pan se colocaban pequeños objetos que resultaban ser predicciones para quienes los encontraban. Esta tradición ya no existe, pero el barmbrack es aún un alimento indispensable en estas fechas.
Soul Cakes, Inglaterra
Las soul cakes son unas galletas que se comen en Inglaterra desde el medievo. Ya antes de la Reforma Protestante era habitual que se diera lismona y comida a los más desfavorecidos el Día de Difuntos, con la idea de que aquellos que recibían estos regalos lo recompensarían rezando por las almas del purgatorio. Está documentado en el siglo XVII la existencia en algunas casas en Shropshire de mesas llenas del soul cakes el Día de Difuntos. Se sobreentendía, o al menos era la intención, que quien se llevara una galleta debía rezar por aquellas almas atrapadas de los familiares fallecidos para ayudarlas a trascender al cielo. Una galleta, un alma liberada. En 1604 se encontró en la antigua casa de Lady Elinor Fettiplace (escritora de libros de cocina) una receta de soul cakes, considerada la original de su época. Llevaba harina, mantequilla, un poco de cerveza, nuez moscada, clavo, azúcar y pasas para decorar. Todas las recetas posteriores llevan huevo, lo que las hace más esponjosas.
Cyndi Hill, Bon Four Bakery @bonfour_midlandColada morada, Ecuador
La tradición en Ecuador, al igual que en España, es visitar las tumbas de los difuntos estos días. Y en este país sudamericano la tradición gastronómica tiene un nombre favorito: la colada morada con las guaguas de pan. Esta bebida tradicional es una mezcla de frutas, especias y hierbas con maíz morado o negro. Es habitual acompañarla con las guaguas de pan, unos dulces con forma de muñecos o niños. La palabra guagua deriva del quechua, que a su vez, significa niño. Son panes dulces y pueden llevar rellenos varios de chocolate o mermelada, por ejemplo. La colada morada representa la sangre del difunto y las guaguas, su cuerpo.
Pao de deus, Portugal
El pao de deus es un tipo de brioche cubierto con huevo y coco. Es una receta portuguesa y se come tradicionalmente el Día de Todos los Santos. El origen parece residir en el terremoto que sufrió Portugal el 1 de noviembre de 1755. Los menos afortunados salían el primero de noviembre a pedir a las casas un poco de comida. 'Pan por Deus', pan por dios, era el reclamo más usado. Con el tiempo, solo los niños iban de puerta en puerta pidiendo frutos secos y pasteles.
Pan de muerto, México
El pan de muerto es un pan dulce alimento fundamental en los festejos del Día de Muertos mexicano. Refleja a la perfección la fusión entre el México prehispánico y la herencia cultural española. Sobre su origen circulan varias teorías sin confirmar y alguna que otra leyenda. El Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH) considera que es de origen colonial. A la llegada de los españoles, una de las prácticas más extendidas consistía en bañar en una olla de amaranto el corazón aún latente de una doncella mexica. Pero esta práctica entró directamente en la lista de prohibiciones de los españoles. Con el tiempo encontraron la forma de sustituir el ritual elaborando un pan de trigo con tinte rojo. De esta forma, resultó que el pan de muerto se convirtió en un símbolo del nuevo mestizaje cultural. Actualmente este pan se comparte con la familia y amigos y también se coloca en los altares a los difuntos queridos en cada casa.
Candy apples, Estados Unidos
Las manzanas de caramelo son un dulce muy típico de Halloween, aunque su origen reside en la Navidad. Es un invento de William Kolb, un fabricante de dulces de New Jersey al que se le ocurrió, para decorar un escaparate navideño, sumergir en caramelo rojo unas manzanas a principios del siglo XX. Kolb había abierto su primera tienda de golosinas en su Newark natal en 1907 a la edad de 19 años. Poco antes de su famoso invento, ya estaba experimentando con caramelo de canela roja. Aquellas primeras manzanas de caramelo del escaparate se vendieron rápidamente a 5 centavos cada una. A partir de aquel día vendió miles cada año. La razón por la que luego se popularizó en Halloween tiene que ver con los niños: era y es el regalo perfecto para dar a los que van puerta por puerta pidiendo golosinas con el famoso ‘¿truco o trato?’ (trick or treat, cuya traducción más acertada sería: travesura o regalo). Las candy apples en la actualidad son variadas y sofisticadas. Las hay negras y rojas que parecen sangrar para convertirlas en terroríficas delicias infantiles.
Fave dei morti, Italia
Las habas de los muertos son una especie de galletas que se elaboran y consumen el día 1 y 2 de noviembre en Italia. El origen de estos dulces es tan antiguo como el Imperio Romano. En esa época se consumían habas en primavera en las celebraciones de difuntos porque el aspecto de esta legumbre les evocaba el alma de los fallecidos. Con el tiempo, fueron sustituidas por estas galletas de harina de almendras, elaboradas de forma artesana, moliéndolas en un mortero con azúcar. Se hace así para que el aceite de las almendras sea absorbido por el azúcar. El resultado es una galleta de apariencia algo tosca y agrietada, pero sabrosas y de un aroma a limón que dura días. Se toman como postre o con vino, café o té.
Ossa di morti, Italia
Los huesos de los muertos son otras galletas italianas de estas fechas. Como su nombre revela se asemejan huesos por su color y textura. Es una pasta dura de almendras y claras de huevo. En el Piamonte son blancas, pero en Sicilia son marrones, así que depende de la región su forma y color. También existen versiones ligeramente distintas de la receta original.
Nuccio's Bakery @nucciosbakeryHuesos de santo, España
Los huesos de santo son los más populares dulces en nuestro país el Día de Todos los Santos, el 1 de noviembre. Es una masa hecha básicamente de mazapán que se rellena de una crema de yema y finalmente se glasea. El mazapán es un invento probablemente andalusí, pero estos dulces tienen un origen posterior, en el siglo XVII. Sin embargo, el nacimiento concreto de los huesos de santo no está claro, lo único cierto es que las primeras menciones escritas sobre ellos datan del siglo XVII.
@tia_aliaPanellets, España
Los panellets son unos dulces tradicionales de Cataluña y la Comunidad Valenciana, pero que se han popularizado en gran parte del país y que habitualmente se consumen el Día de Todos los Santos. La almendra es también aquí el ingrediente estrella, a la que se le añade boniato. Los más populares se elaboran con piñones, 7 de cada 10 panellets que se venden son de esta variedad. Sin embargo, existen con chocolate, café, naranja, etc. La procedencia de los panellets guarda relación con los huesos de santo, ya que ambos llevan almendras, lo que nos evoca su más que probable origen árabe. Casi todos los dulces de estas fechas tienen su nacimiento en la costumbre de ofrendar los dulces a los difuntos en sus tumbas o directamente a las iglesias. Lo cierto es que solo hay referencias certeras de la existencia de estos dulces desde el siglo XVIII.