Muchos le han cantado a Andalucía por sus gentes, sus playas y por ser la región que divierte. Es el caso de Pablo Alborán que la llama “tierra flamenca de pasión y alegría”, en sus canciones, pero también Camarón y Paco de Lucía buscaban en sus temas esos ojos que podían ser “aceitunitas verdes” andaluzas. Ese regocijo también encuentra el gustillo en su tradición culinaria, muy mediterránea, digna de cantar y alabar con su sabor a mar y a aceite de oliva.
Queremos resaltar la magia de los platos más típicos de Andalucía, para dejar un buen sabor de boca y las ganas de conocer más de sus tradiciones gastronómicas.
Gazpacho
El gazpacho andaluz es el favorito por muchos y, quizás, uno de los platos más populares y reproducidos en toda España. El gazpacho tiene todas las de ganar a la hora de buscar un plato fresco y potente para revitalizar en los días calurosos. Se trata de una crema fría hecha con diferentes hortalizas, con el protagonismo del tomate, al que le debe su color rojizo. También se le añaden pimientos rojos o verdes, pepino, ajo y pan que puede ser duro o remojado, y finalmente se adereza con aceite de oliva, vinagre y agua.
Flamenquines
Los flamenquines son una delicia de Córdoba, que se ha extendido por toda Andalucía. Como no podía faltar, se trata de una fritura que consiste en un rulo de carne y jamón empanado en harina y huevo, que se fríe en una sartén con abundante aceite de oliva caliente. Hoy en día se pueden encontrar variaciones con queso o pollo, pero el original no lleva estos ingredientes.
Pescaíto frito
Las frituras son esenciales en la gastronomía andaluza, por lo que no podemos olvidar el pescaíto frito. Este sencillo plato se basa en rebozar en harina o trigo, pescados pequeños como boquerones o chanquetes y sumergirlos en aceite de oliva hasta que queden bien dorados. También puede incluir moluscos como calamares y chopitos. Aunque es un plato típico de toda la costa mediterránea, se cree que se originó en el siglo XVIII en Andalucía, donde hoy en día se sirve como aperitivo, acompañante, plato principal y pare usted de contar.
Patatas a lo pobre
Las patatas a lo pobre son un clásico de la cocina andaluza, que tiene una preparación sencilla basada en “lo que haya en la despensa”. Consiste en un plato de patatas, que han sido peladas, cortadas en rodajas y cocinadas en una cazuela con aceite junto con ajos laminados, cebolla y pimiento. Todo en trozos muy grandes.
Salmorejo
En la misma línea del gazpacho llega el salmorejo, al que hay que darle, igualmente, un lugar especial. Es otro de los favoritos y uno de los platos que se ha convertido en un imperdible de la cocina española. Tal y como el anterior, es una crema fría que se suele servir como primero y que, entre sus ingredientes, incluye un majado de migas de pan que haya quedado de días anteriores, así como tomate, ajo, aceite de oliva y sal. A algunas personas les gusta adornarlo con trocitos de jamón, yemas de huevo cocido o pan duro.
Manteca colorá
También llamada cachuela o caldillo, la manteca colorá es una rica preparación a base de manteca de cerdo que tiende a ser de color naranja (por lo que gusta mucho a los niños), o a veces rojizo. Se cocina con trozos de carne de cerdo picada que se mezcla con pimentón y otras especias como orégano y laurel. Lo ideal y como más gusta, es untándola en pan de mollete o tostadas para el desayuno o la merienda.
Ajoblanco
Si de sabor y color se trata la gastronomía andaluza es la mejor. Su recetario tradicional está tan lleno de aromas, texturas y sabores, como de colores que son muestra de un abanico de platos maravillosos. Es el caso del ajoblanco, una crema popular de la región, especialmente de Málaga, donde se prepara con pan, ajo, agua, aceite de oliva, sal y un ingrediente especial: almendras molidas. Es una variante del típico gazpacho, aunque muy peculiar. Se puede comer también con uvas o melón.
Rabo de toro
Entre los guisos más amados en España se encuentra el de rabo de toro, cuyo origen está en las fiestas populares que se celebraban tras las corridas. Se prepara con rabo de toro o de vaca, además de ingredientes como tomates, pimientos, zanahorias, diversas especias, caldo de carne, vino tinto, aceite y sal.
Habas con jamón
Las habas con jamón son un manjar caliente, especial de la cocina granadina. Aunque existen muchas variaciones, la receta original consiste en mezclar habas verdes frescas en una sartén con cebolla, ajo y jamón. Cuando todo esté bastante frito, se añade tomate en salsa, huevo, sal y pimienta. Las habas son tan andaluzas, que si vas de paseo encontrarás que las sirven enteras en su vaina, como tapa o aperitivo.
Tortillitas de camarones
Otra receta tradicional que proviene de la familia da los fritos andaluces, son las tortillitas de camarones, una delicia que se sirve como aperitivo o guarnición. La base es muy simple: camarones frescos que se mezclan con harina de trigo, harina de garbanzos, cebolla, perejil, agua y sal para crear una masa uniforme que se fríe en aceite caliente.
Cazón en adobo o bienmesabe
¡Seguimos con las frituras! El cazón en adobo o bienmesabe es un plato conocido de esta región que se basa en un pescado adobado, con mucho sabor y, por supuesto, aceite. Lo típico es que el plato se prepare con cazón, un tipo de tiburón pequeño que se encuentra en casi todos los mares, que se adoba o marina en ajo, pimentón, orégano, sal, vinagre (que puede ser de Jerez) y vino blanco. Una vez maridado durante unas ocho horas, el pescado se enharina y se fríe.
Las mejores recetas de Andalucía
Estos son solo algunos platos escogidos de entre la gran variedad existente en la gastronomía andaluza, como la pringá, el atún encebollado o las papas con chocos. Sin olvidar unas ricas aceitunas, que se pueden acompañar con un buen vino generoso propio de la región. Te invitamos a descubrir muchas más recetas de cocina andaluza y a probar en tu propia casa los sabores de esta rica región que tanto ofrece a los amantes de la buena cocina.
