Poemas by Hermanos Padrón, en el corazón de Canarias

Juan Carlos y Jonathan son los hermanos Padrón, los rostros más conocidos de la alta cocina en la provincia de Tenerife por su restaurante El Rincón de Juan Carlos. No obstante, la calle León y Castillo número 227 de la vecina Las Palmas de Gran Canaria es ahora también una nueva embajada de su cocina: Poemas by Hermanos Padrón.

Si eres conocedor de la zona, bien porque la has visitado, resides allí o lo has investigado desde casa, sabrás que en esas coordenadas se ubica el emblemático Hotel Santa Catalina. Inaugurado en 1890, es el hotel más antiguo de la ciudad, un edificio de aspecto colonial donde una vez se alojaron personajes ilustres como Winston Churchill, Agatha Christie o el príncipe Carlos de Inglaterra, que en su larga trayectoria no ha estado exento de altibajos, véase el cierre en 1914 por la recesión económica derivada de la Primera Guerra Mundial. También ha sido remodelado en dos ocasiones, una en 1946 y otra en 2019, esta última a cargo del Grupo Barceló. El emplazamiento ha sido clasificado como el mejor hotel histórico de lujo de Europa y el mejor hotel cultural de lujo del sur de Europa.

Elegancia y alta cocina en el mismo lugar

Poemas es un restaurante con unas instalaciones elegantes, un lugar con tintes clásicos, con un interiorismo marcado por la madera y que cuenta con una entrada independiente desde el piano-bar del histórico. Sin duda, es la antesala perfecta para disfrutar de la alta cocina de Juan Carlos y Jonathan, sus productos de calidad y los platos más innovadores.

El aspecto no es lo único que brilla. Si por algo Poemas tiene luz propia es por la oferta culinaria. Icíar Pérez, natural de la isla de El Hierro, es la chef que se atrinchera en los fogones para dar vida al proyecto. Su trabajo obtiene el sello de calidad de los hermanos Padrón, que siguen muy de cerca la actividad del local. Este restaurante es sinónimo de sabor, delicadeza y, sobre todo, creatividad, mucha creatividad. Todo esto se encapsula en un suculento menú degustación o en una variada carta con platos para todas las preferencias.

La cocina que practican Juan Carlos y Jonathan busca siempre el sabor, pero sin disfrazar los valores del propio producto. En el centro de su filosofía está la materia prima y el entorno que, como no podía ser de otra manera, está cargado de brisa marina. Los ingredientes que construyen plato a plato la propuesta gastronómica de sus restaurantes son en su mayoría de proximidad. Aficionados al queso Flor de Guía, la gamba canaria o el plátano, las Islas dejan una profunda huella en sus fogones. Con todo, no hay privaciones a la hora de conseguir la excelencia, incluso cuando eso supone ir a buscar ingredientes fuera del archipiélago.

Gastronomía canaria ante todo

El menú degustación es perfecto para los indecisos para quienes no se conforman con tan solo probar algunas cosas y necesitan tocar todas las notas de la partitura. Entre sus elaboraciones encontramos la brioche frita con brandada de bacalao y caviar, el bocadillo de rabo con mayonesa de pimienta fermentada o la caballa marinada con limón. También hay propuestas más arriesgadas con productos del mar como la ostra con curry verde, la cigala con toffe de sus cabezas o la anguila a la "Benedictine". La incursión en el campo y en la huerta viene de la mano de la crema de espinacas y huevas de trufa, los raviolis de parmesano y caldo de lentejas y el pichón con cacao.

La carta del restaurante agrega algunos platos, sirva como ejemplo en el apartado de entrantes jamón ibérico gran reserva o la selección de ostras. En platos principales destaca el cherne con gazpachuelo de vinagre Macho, un pescado local muy apreciado, la lubina al pil pil de algas y jengibre encurtido o el atún a la bordelesa y praliné de sésamo. De igual manera, los amantes de la carne disfrutarán al probar la molleja de corazón con remolacha y chiplote, el solomillo de vaca con salsa perigueux o el arroz de pichón asado con chirivía y trufa.

El momento dulce del menú y la carta lo ponen bocados tan sugerentes como el taco de chocolate con caramelo y mezcal, el chocolate Orelys con helado de mandarina y yuzu, la violeta con plátano y palo cortado, el pepino con yogur, rosas y trufa o el parfait de parchita con granizado de naranja y helado de cardamomo, a los que se puede sumar una selección de petit fours que siempre redondean la experiencia.

Un edificio privilegiado, una decoración solemne y una propuesta culinaria arriesgada que no se olvida, ni por asomo, de los productos que verdaderamente hacen grande la gastronomía canaria. Eso es Poemas by Hermanos Padrón.