Si te has pasado últimamente por las estanterías de aceite de oliva del supermercado o si has estado atento a las noticias de los últimos meses sabrás que su precio está disparado y no para de subir. Hoy en día, un litro cuesta fácilmente entre 10 y 12 euros, lo que es un récord en la historia de este producto. Con estos precios, el aceite de oliva se ha convertido en un producto prácticamente inaccesible que obliga a uno pensarse dos veces lo de preparar tanto recetas con aceite de oliva virgen extra (AOVE) como recetas con aceite de oliva suave. Y eso pese a que España es el primer productor mundial.
Lo más curioso es que, hace tan solo un año, el litro costaba la mitad. De hecho, gracias a los datos arrojados en un reciente informe de Eurostat pudimos ver cómo España ha empezado 2024 siendo el tercer país de la UE donde más sube el precio del aceite de oliva con un incremento del 63%, ocupando Portugal el primer puesto con un 69% y seguido de Grecia con un 67%. ¿Por qué está tan caro en España y sobre todo, cómo es posible que veamos aceites producidos aquí a precios más baratos en otros países? Lo analizamos a continuación.
Los motivos que hay detrás del precio elevado del aceite
La sequía y las escasas cosechas tienen gran parte de la culpa, pero hay otros factores. Descubre por qué el aceite de oliva es tan caro y cómo es posible ver precios más baratos en otros países.
La sequía ha reducido la cosecha a la mitad
El principal factor que ha provocado el alza de precios es la sequía que sufre España, la peor del casi cuarto de siglo XXI que llevamos. Esto ha provocado que los agricultores han tenido precipitaciones por debajo de la media y olas de calor de más de 40 grados. El resultado se traduce en una caída de la producción del 50% respecto a las cifras de 2022, cuando la cosecha ya fue bastante inferior a las cifras de 2021. Habrá que esperar a esta primavera para hacer las próximas previsiones, pero la cosa sigue pintando mal. De hecho, los agricultores también están preocupados porque, con esta situación, es imposible reservar aceite sobrante de una campaña a otra, una reserva que es necesaria para poder seguir abasteciendo al mercado desde que termina la campaña, a finales de septiembre, hasta diciembre, que es cuando llegaría el nuevo aceite.
Los costes de producción siguen subiendo
A la compleja situación que se vive en los olivares y almazaras se suma el incremento de los costes de producción. En la actualidad la energía, el riego, los fertilizantes, la mano de obra o los gastos administrativos se incrementan motivados por factores como la guerra de Ucrania o la crisis mundial del transporte. A la vista están las recientes manifestaciones convocadas por el sector agrario en toda España.
¿Especulación? Según el sector, no
Mucho se habla del papel de los intermediarios en el incremento de los precios, especialmente en el sector agrario. ¿Tienen algo que ver con esta subida de precio del aceite de oliva? Desde el sector del aceite de oliva resaltan que la subida de precio se debe exclusivamente a las malas cosechas pasadas y las malas previsiones futuras y que no hay mano negra tras esta situación.
Por qué el aceite de oliva es más barato en otros países
Los precios del aceite de oliva en España son la comidilla, pero más lo es su precio en otros países europeos porque son más baratos, lo que no parece tener explicación. ¿Cómo es posible que en España, primer productor mundial, y donde los costes de transporte y distribución deberían ser más bajos, el precio del aceite de oliva sea más caro que en Irlanda por ejemplo?
Según los expertos, la respuesta la encontramos en el hecho de que los operadores de estos países importan aceite de oliva en grandes cantidades que cubren toda la temporada, es decir trabajan con una planificación a largo plazo, lo que les beneficia a la hora de obtener precios fijos más bajos. En cambio, otros países como España funcionarían con una industria aceitera que trabaja a corto plazo.
A esto se sumaría también el hecho de que estos países consumen menos aceite de oliva dado que se emplean de forma habitual otros aceites y grasas vegetales para cocinar como el aceite de girasol, de colza o la mantequilla, que se han convertido en alternativas más baratas y económicas en España ante el aumento de los precios del aceite de oliva. ¿Te convencen las explicaciones?