Cuando te invitan a comer o cenar llevar un regalo es un gesto de cortesía muy habitual: qué menos, el anfitrión te está abriendo las puertas de su casa. Sin embargo, aunque la costumbre de llevar un obsequio esté bastante extendida, su elección puede ser un problema. La buena noticia es que, teniendo en cuenta nuestros consejos, seguro que aciertas con el detalle. Toma nota de nuestras recomendaciones sobre qué llevar y qué evitar para ser el invitado perfecto. Y no, no hablamos ni del vino ni del postre.
Qué llevar a una comida o cena
Para mostrar nuestro agradecimiento por la invitación es importante elegir un regalo que sea significativo pero que no ponga en un compromiso a los anfitriones, por esa misma razón como luego veremos que los vinos y los postres no son las mejores alternativas que llevar a un evento así, posiblemente los anfitriones ya han planificado ambas cosas y se verán en un compromiso si apareces con otra cosa.
Además, es más importante el detalle que el dinero. Estas son algunas de las opciones que serán bien recibidas por cualquier anfitrión.
Aceite de oliva
Un buen aceite de oliva virgen extra es un regalo muy apreciado que además el anfitrión no se verá obligado a servir en ese mismo momento y podrá almacenar para el futuro. No solo es un ingrediente de alta calidad que utilizará en su cocina, sino que también es un detalle que simboliza la atención a un producto artesanal que refleja el buen gusto. Si quieres hacerlo aún más especial, busca una botella que sea visualmente atractiva.
Chocolate artesanal
El chocolate siempre es un acierto, pero en lugar de llevar una caja de bombones surtidos de marca genérica, elige un chocolate artesanal. Como punto de partida, puedes optar por opciones con sabores únicos o que utilicen ingredientes locales. Siempre se podrán servir al final de la comida y cena con los cafés o guardar sin mayor compromiso.
Licor o bebida espirituosa
Si conoces los gustos del anfitrión, un licor o bebida espirituosa puede ser un buen obsequio. Ya sea una botella de whisky de una destilería poco conocida, un ron añejo o incluso una botella de ginebra. Lo más importante es que te intentes que sea una bebida que el anfitrión disfrutaría.
Flores o plantas pequeñas
Las flores son un clásico que nunca falla ¿pero y si en lugar de un ramo buscas una pequeña planta que tenga ya su propia maceta y le ahorras a anfitrión lo de ponerlos en un jarrón en agua justo cuando menos tiempo tiene para hacerlo? Ten en cuenta que sea de fácil mantenimiento, así será mucho más fácil su cuidado y podrá servir de adorno durante más tiempo.
Productos gourmet
Desde una sal del Himalaya a un tarrito con trufa o un set de especias exóticas, este tipo de detalle puede ser un obsequio original y útil. Es un regalo que valorarán los que realmente tengan aficiones culinarias.
Lo que no llevar si te invitan a comer o cenar
No todos los obsequios son adecuados para cada ocasión. Estas son algunas de las cosas que es mejor evitar para no complicar los planes del anfitrión y garantizar una velada perfecta.
Vino
Aunque llevar una botella de vino puede parecer una opción segura, es mejor evitarlo a menos que lo hayas acordado previamente con el anfitrión. Si lo llevas por tu cuenta, puede que el anfitrión ya tuviese pensado algún vino para maridar con su menú, y quizás tu opción no encaje con sus planes.
Postre
Similar a lo que ocurre con el vino, llevar postre sin previo aviso puede causar molestias ya que el anfitrión probablemente haya dedicado tiempo a preparar un postre especial para complementar la comida. Si realmente quieres llevar un postre, háblalo previamente con el anfitrión.
Platos caseros
Aunque tu intención sea buena, llevar un plato casero es algo que debes evitar siempre, ya que es algo que va a interferir directamente con los planes del anfitrión pudiendo incluso competir con lo que haya planeado previamente.
