Abama Kabuki, la cocina de Ricardo Sanz en tierras canarias

Bendito aquel momento en el que Ricardo Sanz terminó en las cocinas del mítico y desaparecido Tokyo Taro. Bendito aquel instante en el que decidió unirse de forma indisoluble a la cocina japonesa, tras haberse enamorado profundamente de la técnica del crudo. Bendito aquel día, hace más de una década, en el que decidió dejar atrás lo que estaba haciendo y dar el pistoletazo de salida a Kabuki.

De este modo, y no de otro, es posible que a día de hoy en este país existan establecimientos tan especiales como el Kabuki Abama. Un establecimiento con el sello de Sanz, completamente esbozado y dirigido por él, que en el día a día se encarga de llevar a cabo el chef Daniel Franco. Con los mismos niveles de perfeccionismo, técnica y precisión que caracterizan al maestro japonés más castizo. Un restaurante en el que una verdadera fusión, una unión bien entendida y ejecutada, se hace patente.

Restaurante Kabuki Abama

Ubicado en el tinerfeño The Ritz-Carlton que lo apellida y abierto apenas cinco años después de la inauguración del primer espacio, en él nació la otra fusión que distingue a los restaurantes bajo el paraguas Kabuki. La de la hospitalidad española y el profundo respeto japonés. Un maravilloso encuentro en el servicio que se unió al de lo canario y japonés. Al de la alianza entre platos rebosantes de ortodoxia nipona e ingredientes como verduras y pescados originarios del archipiélago.

Restaurante Kabuki Abama

Ese apreciado encuentro con Canarias, sin embargo, se ha ido diluyendo con el tiempo en busca de una mayor homogeneización entre restaurantes hermanos. La búsqueda de una fusión más global e internacional. Más cosmopolita. Aludiendo a una visión más occidental y particularizando solamente en el Mediterráneo. Manteniendo pese a todo un apego al territorio y la sensibilidad que permite experimentar con la cocina local.

Desde el nuevo emplazamiento dentro del complejo en la Casa Club, Kabuki Abama ha conseguido ampliar sus espacios y sumar a la barra de sushi y a la sala propiamente dicha un reservado con servicios añadidos, llamado Kabuki Space, y el Kabuki Bar, con una oferta más informal y rápida. Continúan siendo los reyes de su carta platos como el nigiri de tuétano con trufa, el huevo de codorniz con paté de trufa blanca, la degustación de atún, la tempura de rodaballos baby, los callos de espardeña o el helado de mango con higos confitados.

Restaurante Kabuki Abama

Con la ampliación de las plazas, se ha hecho también una fuerte apuesta en cuanto a bodega se refiere. La sumillería cuenta desde este año con una carta de vinos que supera los tres centenares de referencias y suma sakes, cervezas japonesas y cócteles de inspiración nipona, bajo la dirección del responsable de la sala, Víctor Riego.