Cuando la alta cocina y la gastronomía en términos generales no eran un tema notablemente común en la sociedad española, no levantaban las pasiones, la expectación y la admiración transversal de hoy en día, naturalmente existían, pero de una forma más discreta y concentrada. En grandes ciudades especialmente. Sin embargo, distintos enclaves del territorio se erigían como aldeas irreductibles frente a los grandes polos de atracción culinaria. O, mejor dicho, aldeas pioneras, con aguerridos cocineros al frente. El restaurante el Cenador de Amós, abierto en el año 1993, era y continúa siendo uno de ellos.
Jesús Sánchez, el cocinero navarro que es su alma y artífice, lo puso en pie con el objetivo de dar rienda suelta a su pasión culinaria. Tomó una hermosa casona del siglo XVIII situada en Villaverde de Pontones, a una treintena de kilómetros de Santander, se rodeó de un nutrido equipo acorde a las aspiraciones que tenía, y lo dispuso todo para simplemente cocinar.

Dejar volar libre su instinto y su pasión, cultivada a base de esfuerzo y trabajo en restaurantes como el Jacques Cagna de París y el Cahpon Fin de Burdeos, con dos estrellas Michelin cada uno, o el Molino de Puente Arce, en la misma Cantabria, donde llegó a ser jefe de cocina. Y fue él mismo. Así, el restaurante consagrado a su abuelo Amós, que deseó durante toda su vida tener una fonda, obtuvo una estrella Michelin en 1995 y desde entonces, hace más de dos décadas, no se separado de ella.
Ubicado en el antiguo patio al que accedían los coches de caballos que llegaban a la casa palaciega, el bellísimo comedor principal acoge la propuesta culinaria del chef. Según sus propias palabras, «se parece a un taller artesanal, en el que cada pieza elaborada meticulosamente propone un viaje a formas creativas y sabores únicos». Y lo hace a través de tres menús degustación cambiantes de acuerdo al mercado y la temporada.

El primero de ellos es Memoria, una propuesta de tres pasos en el que se escoge un entrante entre cinco platos, un segundo entre seis y un postre entre cuatro. Destacan los tacos de bacalao con brotes de ensalada y puerro; el ravioli de cigalas con crema de marisco y verduras; y el helado de quesos de la tierruca con salsa de frutos rojos. El segundo se hace llamar Esencia, y está compuesto por nueve pasos, en los que sobresalen la anchoa de Cantabria con nigiri y alga nori; la lubina del Cantábrico con crema de aceituna gordal; y la leche merengada con cítricos y eucalipto. El último de los menús, el más nutrido, es el denominado Experiencia. En él se unen a los platos del anterior creaciones como el tartar de carabinero y mango; el cachón con salsa de yema curada; o el sablé de pimienta y chocolate con café y gianduja.

El restaurante el Cenador de Amós consigue, en un marco tan acogedor como la noble casa rústica que ocupa, hacer accesible una alta cocina de autor, actual y contemporánea, que se ve reflejada en las tradiciones de la tierra en la que habita pero que no duda en salir al mundo y sentirse vanguardista.
Restaurante Cenador de Amós
Plaza del Sol, s/n39793 Villaverde de Pontones (Cantabria)
942508243
www.cenadordeamos.com
Creativa, Española
45€-100€