La ciudad de Valencia es una de las grandes capitales gastronómicas del mediterráneo gracias a sus prestigiosos chefs y restaurantes, a reconocidos productores, a importantes bodegueros y a grandes expertos en los diferentes ámbitos que confluyen en las artes culinarias. A ellos se suman distintas iniciativas que impulsan y acercan la alta gastronomía, divulgando conocimientos y poniendo al alcance del gran público propuestas únicas y diferenciadas, lo que sin duda beneficia a todo el sector en su conjunto.
Durante el pasado mes de mayo y junio la ciudad acogió la V edición del Valencia Culinary Fest, un evento anual en el que se desarrollan diferentes actividades pensadas para amantes de la gastronomía de todo tipo, tanto profesionales como principiantes o hedonistas. Organizado por la asociación Valencia Premium, que agrupa a diferentes empresas turísticas exclusivas de la ciudad, el festival reunió a cerca de 600 participantes que pudieron disfrutar de un programa de diferentes eventos como charlas y conferencias, visitas guiadas y sobre todo mucha cocina para mostrar el viaje completo del producto desde su punto de origen a la mesa.
Entre los actos organizados por el festival en esta última edición los participantes tuvieron ocasión de visitar la huerta de Ricard Camarena, aproximadamente una hectárea de terreno que el chef de Barx posee en una pedanía para cultivar algunas de las verduras y hortalizas que conforman el menú de Ricard Camarena Restaurante y que pudieron degustarse después allí mismo. Otro de los destinos elegidos fue el Tancat l’Estell de la D.O. Arròs de València en el Parque Natural de la Albufera, donde se pudo aprender todo el proceso de cultivo del arroz en un entorno único antes de dar paso a un menú especial en el restaurante Llisa Negra de Quique Dacosta, donde por supuesto el cereal fue protagonista.
Bernd Knöller, el cocinero alemán afincado en Valencia con su restaurante Riff, fue el encargado de llevar a los asistentes hasta el Mercado Central, uno de los mercados de abastos más importantes de Europa donde además de recorrer un edificio emblemático hubo oportunidad de detenerse en sus puestos en busca de los mejores productos de la región. Por su parte, Junior Franco hizo las veces de maestro de ceremonias para ofrecer también una degustación de ostras del vivero Les Perles de Valencia, otra de las visitas organizada por los responsables de festival y con la que se pudo aprender todo el proceso de cría y desarrollo de este producto gourmet.
Entre las 24 actividades que conformaron el evento no faltaron los menús a 4 manos gracias a los cuales se pudo disfrutar del trabajo conjunto de diferentes cocineros que elaboraron propuestas únicas para la ocasión, quizás de los momentos más esperados. De esta manera se pudo disfrutar de la cocina conjunta de Luis Valls y Atsushi Tanaka de los restaurantes El Poblet en la misma capital valenciana y AT de París respectivamente, de la visión de Enrique Medina del restaurante Apicius junto a Yoko Hasei del restaurante LeClab o de la del propio Bernd Knöller que antes nos llevaba hasta el mercado junto a Harry Cumminns, de La Mercerie de Marsella.
Casa Montaña, el reconocido restaurante del barrio de El Cabanyal sirvió de escenario por su parte para celebrar un debate con el tema "Valencia: despensa natural y saludable. Entre el mar y la huerta" donde productores y proveedores tomaron la palabra poniendo el acento sobre la sostenibilidad. También el edificio Veles y Vents en el puerto de la ciudad sirvió para celebrar una masterclass impartida por Begoña Lluch, chef y directora de Begoístas, sobre los llamados Adaptógenos, mientras que los más pequeños pudieron disfrutar del taller de cocina infantil "Menudets a l’horta" impartido por Sara Olmedo del restaurante Alma del Temple en el espacio Villa Indiano, donde se les invitaba a recolectar y cocinar sus propias hortalizas en una interesante iniciativa.
El Valencia Culinary Fest cumple un lustro de vida a la espera de su siguiente edición y lo hace asentándose como unos de los eventos más atractivos no solo en la región sino también en toda España con un programa variado en su propuesta y asentado entre un público que comienza a demandar nuevas iniciativas donde se involucren y participen en mayor medida.