Albert López, más visto en la red como Albert L. G., es uno de esos tipos todoterreno que da gusto tener cerca. Es SEO y emprendedor. Lleva más de tres lustros viviendo profesionalmente en Internet. Ha pasado por los equipos de proyectos tan referentes como SoloStocks, Softonic o Uvinum, del que es cofundador y responsable de contenidos. Ha dado y da clases en másteres de la UPF, LaSalle y algunos workshops en SMX, SEO Congress y Clinic SEO.
Y, además, es también un completo apasionado de la música, de hecho tuvo un grupo; del baloncesto, deporte del cual es entrenador federado; y, por supuesto, de la gastronomía. No solo porque es uno de los responsables del marketplace internacional de venta de vinos, cervezas, destilados y productos gourmet más grande de Europa, sino porque le encanta comer. Porque siente verdadero amor por el placer que supone llevarse a la boca un buen bocado de cualquier manjar.
Con Laura, su mujer, una grandísima aficionada a la cocina, forma un tándem culinario de altura. Tanto, que cree que su apego por el deporte y las carreras populares viene dado por ese gusto por la comida. «Me gusta decir que sigo la filosofía de “correr para comer”; para comer y beber bien, se entiende», apostilla con humor.
¿Cuáles son los tres primeros alimentos que te entran ganas de adquirir cuando sales de compras?
¿Decir que el primero sería vino en Uvinum es demasiado obvio? ¿Cuando me hablas de salir de compras incluyes comprar por internet? ¿Responder una entrevista con preguntas está permitido? ¿A los peces les entra agua en los ojos? Ahora en serio, respondiéndome a mí mismo y pasando de obviedades más o menos graciosillas, te digo que los tres alimentos serían: tomates, queso y jengibre.
¿Cuál es ese restaurante que repetirías sin parar?
El Callizo, en Aínsa (Huesca). Aunque ahora está cerrado por obras... y la cosa promete (me da que van a por la estrella, veremos cómo quedan los precios de los menús).
¿Y cuál el que no has ido pero te mueres de ganas por ir?
Iba a responder que El Celler de Can Roca, pero justo hace un par de meses que conseguí disfrutar de la experiencia (espectacular). Así que... Arzak, ¡cuidao que voy!
¿En qué placer culpable te gusta incurrir (de vez en cuando) a la hora de comer?
Unos botones de sechuan (o eléctricos) en la ensalada... o solos, a modo de «chuche».
¿Cuál es el mejor mercado para ir de compras gastronómicas?
El de La Boqueria de Barcelona, por supuesto. Pero reconozco que he visitado más mercados tradicionales de barrio. Las raíces son las raíces y uno no debe olvidar sus orígenes.
¿Qué capricho foodie te has dado recientemente o te gustaría darte?
Me gustaría comprar una trufa fresca.
¿Recuerdas alguna locura que hayas hecho por amor... a la cocina?
Hay una historia de un croissant de chocolate, un queso manchego bien curado y un tercer ingrediente a modo de salsa que incluye el ajo, pero no sé si me atrevo a explicar la locura de la mezcla al completo. Soy muy de contrastes de sabores. El día que lo proponga un chef de renombre, la idea triunfará. Estoy convencido (o loco). :D
¿Qué ingrediente o materia prima consideras sobrevalorado?
Los percebes. Están ricos, pero no es para tanto. Me pasa un poco como con las gulas.
Y en los restaurantes, ¿qué aspecto se sobrevalora?
Las estrellas Michelin.
¿Y cuál se infravalora?
La dificultad de sorprender en cada plato. O en cada vino (¡y servirlo a su temperatura adecuada, por favor!). O en ofrecer el maridaje adecuado.
¿Tu cocinero/a favorito/a?
Aquí no me queda otra, la respuesta está clarísima: con el permiso de mi madre... mi mujer, Laura. Es la dueña de la cocina en casa.
¿Qué crees que debería ponerse de moda en la cocina?
No me gustan las modas (deberías ver cómo visto, no sé combinar colores, ni patrones, ni texturas...).
Si nos invitas a tu casa a cenar, ¿qué nos cocinarías?
Hmmm... pese a tratarse de una cena, me pondría frente a la barbacoa, colocaría unas berenjenas y unos pimientos rojos a la brasa, acompañados de un queso brie (o Camembert) envuelto en papel de aluminio para que se funda poco a poco. Una vez asadas las berenjenas y los pimientos, los apartaría para retirarles la piel quemada, trocearlos a tiras y ponerlos en aceite de oliva. Retiraría el queso y pondría a tostar unas rebanadas de un buen pan de payés.
Por otro lado, prepararía un mortero de alioli hecho a mano. Una vez todo listo, os montaría sobre la tostada de pan de payés untada con una fina capa de alioli una base de berenjena, unas tiras de pimiento rojo, toque de sal Maldon y punto de pimienta, y para rematar, unos hilos de queso brie fundido como colofón. Lo podemos llamar «torrada Lopes». Y si la acompañamos de una copa de Abadía Retuerta Selección Especial 2013, el vino que ganó los II Premios Uvinum, ya... Bon profit! ;)