El valenciano Álex Gadea nació en Alcira, en 1983, entre campos de naranjos y ese carácter tan alegre y mediterráneo que tienen los habitantes de la Ribera Alta. Durante sus estudios de secundaria tuvo el primer encuentro fortuito con el mundo del teatro, y lo que comenzó como un pasatiempo, pasó a ser una carrera académica y posteriormente, laboral. A los dieciocho años se lió la manta a la cabeza y partió rumbo a la ciudad de Madrid, urbe en la que asistió a la prestigiosa Academia de Arte Dramático de Cristina Rota, escuela que le preparó para desempeñar el que hoy es su artístico oficio.
Sus primeras apariciones profesionales se dieron en el teatro. Con la obra Desde arriba consiguió cierta repercusión mediática y el inicio de una surtida trayectoria, en la que figuran series de televisión como L’Alqueria Blanca y Hospital Central. La fama llamó a su puerta con El secreto de Puente Viejo y Tiempos de guerra, dos títulos que le hicieron sentir los rigores y el ritmo desenfrenado de los productos televisivos más exigentes, y aunque los rodajes intensivos ocupan la mayor parte de su tiempo, siempre procuraba escaparse a su tierra para poder saborear los platos autóctonos de cuchara que ahí se elaboran.
La obra que le lleva de gira estos meses, Cyrano de Bergerac, le ha hecho pisar las tablas de teatros de su región, coyuntura que aprovecha para probar todo tipo de arroces y paellas y de paso, aprender nuevos trucos con los que sorprender e intentar competir con la maestría culinaria de su padre.
¿Cuáles son los primeros alimentos que te entran ganas de adquirir cuando sales de compras?
Aceite de oliva, naranjas, pomelos y verdura... estos no suelen fallar.
¿Cuál es ese restaurante que repetirías sin parar?
Soy bastante cambiante e irregular en mis hábitos con los restaurantes, hace poco descubrí un bar con tienda de ultramarinos incluido, se llama La Colmada, está en la calle Espíritu Santo, en el barrio de Malasaña, en Madrid. Buena carta de vinos, cerveza muy bien tirada y una variedad de conservas y de ibéricos de primer nivel. ¡Muy recomendable!
¿Y cuál el que no has ido pero te mueres de ganas por ir?
Quizá Diverxo por todo lo que me llega… es pura moda.
¿En qué placer culpable te gusta incurrir (de vez en cuando) a la hora de comer?
En mi casa nunca como con pan excepto en el desayuno, cuando como fuera, si me gusta el sitio… rebaño el plato.
¿Cuál es el mejor mercado para ir de compras gastronómicas?
Soy muy de mercado de barrio, para el producto fresco no hay comparación. Conozco muy bien el mercado del Alto de Extremadura y desde hace poco el de San Isidro. Muy fan.
¿Qué capricho foodie te has dado recientemente o te gustaría darte?
Últimamente estoy usando muchas setas y hongos. Las combino tanto en un salteado de guarnición como en un guiso, le da un punto al caldo... es un capricho muy asequible.
¿Recuerdas alguna locura que hayas hecho por amor... a la cocina?
Tratar de hacer un arroz con cosas... sin buena materia prima, en una cocina desconocida y para mucha gente, no podía salir bien. Lo curioso es que se lo comieron todo. El hambre es generoso.
¿Qué ingrediente o materia prima consideras sobrevalorado?
El caviar. No soy experto eh, pero a esos precios no quiero serlo.
Y en los restaurantes, ¿qué aspecto se sobrevalora?
En la cocina moderna creo que hay mucho disfraz, reconozco que es algo atractivo pero creo que en esa búsqueda por innovar a veces se meten en follones muy graciosos. La presentación del plato parece una tesis sobre una vacuna milagrosa. Yo personalmente soy muy fan de la cocina tradicional. Y me gusta probar cosas nuevas, soy fácil de sorprender pero a veces creo que no era necesario mezclar el ossobuco con almíbar de cereza jajaja.
¿Y cuál se infravalora?
Todo el proceso de investigación y creativo que hay detrás... lo valoro mucho.
¿Tu cocinero/a favorito/a?
Bernardo Gadea, ¡mi padre!
¿Qué crees que debería ponerse de moda en la cocina?
Que vuelva el plato de cuchara.
Si nos invitas a tu casa a cenar, ¿qué nos cocinarías?
Crema de calabaza y un buen pescado al horno.