Àngels González (Pineda de Mar, 1976) recuerda con cariño cómo de bien se ha comido en su casa desde siempre. Cómo la mesa ha sido siempre sinónima de los mejores y más felices momentos. Los potajes, las croquetas y los huevos fritos con patatas de su abuela. Los guisos y el salmorejo de su madre. «En casa siempre huele rico», asegura.
Sin embargo, hasta su paso por la Escuela de Hostelería y Turismo de Sant Pol de Mar su interés por la gastronomía se había mantenido al otro lado de la cocina y en términos estrictamente caseros. Las clases en el centro y la fortuna de conocer a chefs de la talla de Ferran Adrià, Paul Bocuse o Carme Ruscalleda, que la fascinaron profundamente, despertaron en ella el anhelo de ir poco a poco a más.
Comenzó entonces a leer prensa gastronómica. A visitar de vez en cuando alguno de los restaurantes de alta gastronomía que aparecían día tras día en ella. A asistir a congresos, empaparse todavía más de la técnica a través de libros de culinarios y a dejarse llevar en la cocina de su casa. Sin apenas percatarse, los fogones la tenían atrapada y este mundo la abrazaba por completo.
Completó su diplomatura en Turismo, sector al que se dedica, con Máster en Comunicación y Gastronomía y finalmente con varios cursos en la barcelonesa Escuela Hofmann. Todo ese vasto aprendizaje le sirvió para saciar sus ganas de escribir, creando el blog Gastrotendencias.com, pudiendo hablar con propiedad en todos los sentidos. Sabiendo perfectamente cómo comunicar, cómo ponderar las técnicas culinarias y cómo valorar los platos más allá del gusto.
Es así como esta «hambrienta crónica» —como se define en Twitter, donde se la conoce como @gourmetilla— ha hecho de la cocina y la gastronomía mucho más que una afición.
¿Cuáles son los tres primeros alimentos que te entran ganas de adquirir cuando sales de compras?
Quesos, una buena chuleta de vaca vieja o buey, y unas gambas, en especial si son de buen tamaño y de Palamós.
¿Cuál es ese restaurante que repetirías sin parar?
Mi restaurante favorito es Mugaritz, pero no es un lugar al que ir muy a menudo, aunque tengo que nombrarlo. Uno para repetir con asiduidad sería Els Casals. Su producto es excepcional y su cocina muy honesta.
¿Y cuál el que no has ido pero te mueres de ganas por ir?
A Sukiyabashi Jiro. Desde que vi el documental Jiro Dreams of Sushi pienso continuamente en ello.
¿En qué placer culpable te gusta incurrir (de vez en cuando) a la hora de comer?
No me siento culpable con nada de lo que como. Por eso precisamente es un placer ;-)
¿Cuál es el mejor mercado para ir de compras gastronómicas?
Me gustan Santa Caterina y El Ninot, en Barcelona.
¿Qué capricho foodie te has dado recientemente o te gustaría darte?
En noviembre cumplo años y me hace ilusión celebrarlo con un viaje gastronómico en el que visitaré algunos restaurantes que ya conozco pero también novedades que hace tiempo que tengo en mente.
¿Recuerdas alguna locura que hayas hecho por amor... a la cocina?
Un viaje de ida y vuelta a Copenhague con tres escalas de ida y de vuelta sólo para ir a comer a Noma. Valió la pena.
¿Qué ingrediente o materia prima consideras sobrevalorado?
Ninguno, aunque siempre y cuando su fama no vaya en detrimento de su calidad.
Y en los restaurantes, ¿qué aspecto se sobrevalora?
Se sobrevalora la presencia del chef. Personalmente, siempre que la cocina funcione como debe, no creo que se le deba dar tanta importancia.
¿Y cuál se infravalora?
Más que infravalorar, creo que al servicio de sala todavía se le valora bajo preceptos anticuados. Afortunadamente ya hay muchas salas que han roto moldes.
¿Tu cocinero/a favorito/a?
¿Qué crees que debería ponerse de moda en la cocina?
El sentido común y la autenticidad. Hay cocina más allá de los "fuegos artificiales", algo reservado para unos pocos.
Si nos invitas a tu casa a cenar, ¿qué nos cocinarías?
Prefiero invitaros a comer, me da más juego. De primero unos chipirones a lo pelayo y unas kokotxas al pil pil. De segundo un plato muy de mi tierra, un buen pollo de corral con gambas. Un viaje Euskadi-Cataluña muy sabroso.
