Aunque su trabajo en ocasiones lo empuje a cazar pokémones o probar unas gafas de realidad aumentada, porque los caminos del software y el mundo de la tecnología son realmente inescrutables, lo que verdaderamente le apasiona a Antony Peel (Londres, Reino Unido, 1983) es capturar cervezas. En el feliz recuerdo de sus papilas gustativas y en la habitación en la que guarda todas y cada una de las referencias que prueba.
Una colección de más de un millar y medio de botellas conseguida a base de viajes por Europa y parte del mundo, en la que cada casco guarda una remembranza. El de un bar escondido en un recóndito callejón de una gran ciudad, el de una pequeña cervecería que no distribuye más allá de la localidad en la que se ubica o el de un gran gozo con amigos. Porque como nos cuenta, con toda la razón del mundo, «la misma cerveza no se disfruta igual sólo que acompañado». Amén.
Ahondamos en la vertiente más gastronómica, al margen de la cerveza, de este sabio de los cereales, los fermentos y el lúpulo.
¿Cuáles son los tres primeros alimentos que te entran ganas de adquirir cuando sales de compras?
Básicamente cualquier cerveza que nunca haya podido probar o que no tenga en mi colección. Y por supuesto algo para acompañar esa cerveza, ya sean unas papas, unos cacaos o unas aceitunas. La compra perfecta.
¿Cuál es ese restaurante que repetirías sin parar?
Pues no soy muy de repetir restaurante. Hay tantos que no he probado que rara vez voy al mismo dos veces. Es como viajar. Con todos los lugares que hay por ver, ¿para qué voy a repetir destino?
¿Y cuál el que no has ido pero te mueres de ganas por ir?
Son varios. Me encanta la paella valenciana, así que tengo una lista de sitios pendientes donde en teoría se comen las mejores paellas de Valencia. Espero que luego estén a la altura de las expectativas.
¿En qué placer culpable te gusta incurrir (de vez en cuando) a la hora de comer?
Soy muy adicto al queso parmesano en la pasta. En cualquier restaurante italiano en el que pida algún plato de pasta acabo vaciando el recipiente del queso y siempre tengo que pedir más.
¿Cuál es el mejor mercado para ir de compras gastronómicas?
Creo que el mejor mercado es siempre el del barrio de cada uno. En los mercados de barrio siempre hay cosas interesantes que comprar, aunque debo reconocer que siento especial debilidad por el Mercado Central de Valencia y su puesto las Cervezas del Mercado.
¿Qué capricho foodie te has dado recientemente o te gustaría darte?
Sin duda tengo muchas ganas de probar una cerveza en particular. La Westlveteren XII. En teoría la mejor cerveza del mundo y muy difícil de conseguir. Ese sería un auténtico capricho foodie para mí.
¿Recuerdas alguna locura que hayas hecho por amor... a la cocina?
La verdad es que no. No soy una persona que haga muchas locuras, ni por amor a la cocina ni a nada.
¿Qué ingrediente o materia prima consideras sobrevalorado?
El caviar. No entiendo el bombo que se le da y el precio que la gente está dispuesta a pagar por él.
Y en los restaurantes, ¿qué aspecto se sobrevalora?
La modernidad y la innovación. Con lo buenos que están los platos tradicionales de toda la vida, parece que en muchos sitios ya no valen si no les dan una vuelta de tuerca.
¿Y cuál se infravalora?
La carta de cervezas. Los restaurantes se empeñan en ofrecer una amplia carta de vinos o una lista de ginebras premium, pero te giras y el tirador es el mismo que hace 20 años y en botella sólo te pueden ofrecer las dos o tres cervezas comerciales que ha traído el distribuidor de turno.
¿Tu cocinero/a favorito/a?
No voy a ser muy original, pero tengo que decir que, para mí, la mejor cocinera del mundo es sin duda mi madre. Me imagino que muchos piensan lo mismo de las suyas.
¿Qué crees que debería ponerse de moda en la cocina?
El maridaje de cerveza. Todo el mundo tiene nociones básicas sobre qué vino debe acompañar su pescado, cuál su carne roja y cuál su arroz. Pero en cuanto a la cerveza, no existe una cultura general sobre qué variedades maridan mejor con cada alimento, ni una oferta lo suficientemente amplia para hacerlo.
