«Se puede comer por comer. O por placer», reza la presentación de Salsa de chiles, uno de los blogs pioneros del diario ABC. Una bitácora gastronómica que descubre la cocina como cultura que es. Como un patrimonio de la humanidad que es, también, tentación y diversión. «Una dimensión que enriquece al hombre, lo dignifica y le ofrece alicientes de vida». La forma de entender la cuestión culinaria que define a uno de los más destacados críticos culinarios de este país, Carlos Maribona.
Toda su carrera profesional, toda su trayectoria periodística la ha desarrollado en el periódico del grupo Vocento y la revista Blanco y Negro. Suma desde el 76, año en el que ingresó, más de cuatro décadas de periodismo en los que ha llegado a ocupar el cargo de subdirector. Sin embargo, si por algo es ampliamente conocido este asturiano es por su labor periodística en torno a la buena mesa, especialmente a través de la red.
El 26 de septiembre de 2005, a las nueve de la noche, Carlos publicó el primer artículo de Salsa de chiles. Aquella entrada, «Chiles en nogada y fabada», fue el primer paso del que sería el primer blog gastronómico español elaborado por un periodista profesional que desde principios de los noventa llevaba dedicándose a la crítica. Por ella, en 2002, recibió el Premio Nacional de Gastronomía a la mejor labor periodística.
Y por su trabajo en la publicación digital, habiéndose convertido en referente indiscutible para cocineros, gastrónomos y público en general, en 2015 fue de nuevo reconocido por el jurado de la Real Academia de Gastronomía, la Cofradía de la Buena Mesa y la Asociación de Amigos de la Real Academia de Gastronomía.
Ese año, cumpliéndose el décimo aniversario de una apuesta digital pionera por la crítica de mesa y mantel, Carlos Maribona recibía por Salsa de chiles el Premio Nacional de Gastronomía 2015 a la mejor publicación periódica online. Su rigor, independencia y retrato fiel de la realidad coquinaria de este país eran de nuevo recompensados.
¿Cuáles son los tres primeros alimentos que te entran ganas de adquirir cuando sales de compras?
Lo primero el pan. Un buen pan es fundamental. Luego me gusta mucho comprar quesos. Y pasar por la pescadería a echar una ojeada, siempre cae algo.
¿Cuál es ese restaurante que repetirías sin parar?
En Madrid, De la Riva.
¿Y cuál el que no has ido pero te mueres de ganas por ir?
En España, ninguno. Fuera, Alinea, de Grant Achatz.
¿En qué placer culpable te gusta incurrir (de vez en cuando) a la hora de comer?
Hacer barquitos es lo mejor.
¿Cuál es el mejor mercado para ir de compras gastronómicas?
En Madrid, Chamartín y La Paz. En San Sebastián, los puestos de fuera de La Brecha.
En el extranjero, Les Halles de Lyon.
¿Qué capricho foodie te has dado recientemente o te gustaría darte?
Por suerte creo que me he dado casi todos.
¿Recuerdas alguna locura que hayas hecho por amor... a la cocina?
Algún viaje en pésimas condiciones climatológicas para no perderme un restaurante.
¿Qué ingrediente o materia prima consideras sobrevalorado?
El foie gras.
Y en los restaurantes, ¿qué aspecto se sobrevalora?
La presencia del cocinero en la sala. No es necesaria en absoluto.
¿Y cuál se infravalora?
Emplatar en sala.
¿Tu cocinero/a favorito/a?
Tengo muchos. Si digo sólo uno no sería justo.
¿Qué crees que debería ponerse de moda en la cocina?
El servicio de sala.
Si nos invitas a tu casa a cenar, ¿qué nos cocinarías?
Poca cocina y buen producto: jamón ibérico, unos guisantes frescos (en temporada) simplemente salteados, y el mejor pescado que haya encontrado ese día en el mercado con un ligero toque de plancha. Nada de complicaciones.