David Salvador Ibarz (Barcelona, 1980) dice que pasaba demasiado tiempo en el bar mientras estudiaba Comunicación Audiovisual en la Universidad de Barcelona. Tantas horas allí, tanto roce, al final hizo el cariño y de ellos hizo su profesión. No en barra, ni en cocina, sino sentado a la mesa como periodista y comunicador gastronómico.
Tras pasar por la agencia de información Aragón Press en Zaragoza, el gabinete de prensa del circuito MotorLand Aragón de Alcañiz, en Teruel, y la agencia gastronómica Acción y Comunicación de Madrid, donde se metió de lleno en el mundo restaurador, volvió a Barcelona con el hambre para ocuparse de cualquier menester relacionado con el buen comer.
Fue en aquel momento cuando se ocupó de la programación de eventos de índole gastronómica en El Mercat del centro comercial Glòries, un novedoso concepto de restauración urbana, comenzó como asesor técnico y de proyectos en el Gremi de Restauración de Barcelona para terminar compaginando esa ocupación, de nuevo, con las letras y el yantar. Comanda un blog de crítica gastronómica centrado en bares, Cultibar, aunque no solo, y es redactor de la agencia gastronómica Grup GSR y su revista digital, 7 Caníbales. El correo, dice, lo sigue recibiendo en el bar.
¿Cuáles son los tres primeros alimentos que te entran ganas de adquirir cuando sales de compras?
Lo dejo en dos: vino y queso.
¿Cuál es ese restaurante que repetirías sin parar?
Ninguno. Hay demasiada buena oferta. Vivo en Barcelona. Primero iría a todos los de la ciudad y alrededores. Después a los de Cataluña, Aragón, Valencia, País Vasco, Madrid… Por cierto, en Madrid quizá repetiría Sacha. Una experiencia no sólo gastronómica.
¿Y cuál el que no has ido pero te mueres de ganas por ir?
4 amb 5 Mujades, en Barcelona. Tiene delito que no haya ido.
¿En qué placer culpable te gusta incurrir (de vez en cuando) a la hora de comer?
No hay culpabilidades en gastronomía.
¿Cuál es el mejor mercado para ir de compras gastronómicas?
Cualquiera de barrio. El del Carmelo en Barcelona es muy bonito. Y el Central de Zaragoza.
¿Qué capricho foodie te has dado recientemente o te gustaría darte?
Hace poco fui a ABaC. Ahora toca Lasarte. Antes me pasaré por cualquier buen bar Manolo.
¿Recuerdas alguna locura que hayas hecho por amor... a la cocina?
Me encanta la gastronomía y las locuras. Pero éstas últimas las dejo para el amor.
¿Qué ingrediente o materia prima consideras sobrevalorado?
El foie.
Y en los restaurantes, ¿qué aspecto se sobrevalora?
La decoración. Me encanta el buen servicio y la comida. El continente no es tan importante. Huyo de «este sitio lo ha firmado tal interiorista…». Estamos perdiendo esencia.
¿Y cuál se infravalora?
El buen servicio. Media valoración de un bar o restaurante puede ser del servicio.
¿Tu cocinero/a favorito/a?
Difícil. ¿A quién quieres más, a papá o mamá? Te diría varios. Nandu Jubany, Alain Guiard, Romain Fornell, Andrea Tumbarello…
¿Qué crees que debería ponerse de moda en la cocina?
No soy yo quien puede responder a esa pregunta. Solo espero que se ponga más de moda la cocina, que la gente valore lo que hacen los cocineros, que cada ciudad se sienta orgullosa de sus representantes y abarroten bares y restaurantes. Que haya más cultura de tomar algo y de comer fuera. Que las administraciones públicas apuesten por ello.
Si nos invitas a tu casa a cenar, ¿qué nos cocinarías?
Os ofrecería una copa de vino y un poco de buen queso, y os invitaría a bajar a la calle a cenar en un restaurante.