A Gemma Bargues la pasión por la escritura le llegó desde muy temprana edad. Esa querencia por el mundo de las letras se ha convertido en su forma de vida, especialmente aplicada al periodismo gastronómico y de la comunicación, donde emplea todo su perfeccionismo y exigencia. Sus comienzos estuvieron relacionados con los medios de comunicación generalistas o las grandes agencias de noticias, casi siempre ligada a las secciones de Sociedad y Cultura, como Europa Press o Antena 3. Sin embargo, ha sido la parte de comunicación corporativa, marketing, social media y sobre todo la que aquí más nos interesa, la gastronómica, la que ha ido tomando importancia en su trayectoria, colaborando con medios como Plateselector o también con esta misma publicación, donde es posible disfrutar de su trabajo gracias a su columna de opinión "Abriendo boca" o cocinar sus exquisitos bocados en forma de recetas. Así ve nuestra protagonista de hoy las cosas del comer... y de la vida.
¿Cuáles son los tres primeros alimentos que te entran ganas de adquirir cuando sales de compras?
Aguacate, fruta y chocolate del 90%. Y si se me permite un cuarto, pan.
¿Cuál es ese restaurante que repetirías sin parar?
Disfruto muchísimo de Nozomi Sushi Bar. Desde hace algunos años, mi novio y yo tenemos la tradición de celebrar allí nuestro cumpleaños (ambos cumplimos en diciembre, con solo unos días de diferencia), y siempre consiguen sorprendernos.
¿Y cuál el que no has ido pero te mueres de ganas por ir?
DiverXO, en Madrid.
¿En qué placer culpable te gusta incurrir (de vez en cuando) a la hora de comer?
Chocolate. Pero no es de vez en cuando, es todos los días, después de comer y después de cenar. Es un placer culpable convertido en ritual, un pequeño bocado que remata cualquier comida o cena de la mejor forma posible.
¿Cuál es el mejor mercado para ir de compras gastronómicas?
El Mercado Central de Valencia. Pese a tenerlo tan cerca, voy menos de lo que me gustaría, y quizás sea eso lo que lo hace tan especial y que cada vez que vaya me ilusione como una niña pequeña. Me encanta pararme en cada puesto, sobre todo en los de fruta, quesos y cocinas internacionales.
¿Qué capricho disfrutón te has dado recientemente o te gustaría darte?
Desde hace un tiempo publico recetas, y claro, gracias a eso muchas veces cocino platos que normalmente en mi día a día no como. Recientemente, el mug cake de chocolate, pero hace más tiempo recuerdo que hice dorayakis japoneses; nunca los había probado y fue un capricho muy sorprendente, ¡y disfrutón!
¿Recuerdas alguna locura que hayas hecho por amor... a la cocina?
Ir al País Vasco, única y exclusivamente para ir a comer el restaurante de Martín Berasategui. Fue un viaje exprés y en el que nos pasó de todo (entre otras cosas, nos quedamos sin gasolina en mitad de la autovía y tuvimos que llamar al restaurante para decir que llegaríamos con retraso). Valió la pena, porque la experiencia se convirtió en tres horas de puro placer gastronómico.
¿Qué ingrediente o materia prima consideras sobrevalorado?
Las ostras. No hace mucho fuimos con unas amigas a un mercado que hay en Valencia y donde, al parecer, sirven unas ostras buenísimas. Digo "al parecer" porque yo no las probé pero mis amigas, eso sí, parecían estar en el mismísimo cielo.
Y en los restaurantes, ¿qué aspecto se sobrevalora?
La decoración. Soy de las que disfruta más comiendo en un ambiente limpio, sin ostentaciones ni decorados imposibles que pueden maquillar una cocina no demasiado buena, o por contra, dejar en un segundo plano a una que sí lo es.
¿Y cuál se infravalora?
El servicio de sala. No es que sea para mí el aspecto más importante de un restaurante, pero sí un ingrediente que puede marcar la diferencia entre haber quedado simplemente satisfecho con la visita, y salir del restaurante deseando volver y con una sonrisa de oreja a oreja. El mejor sabor de boca, muchas veces, nos lo deja el trato personal, la capacidad de cuidar cada detalle para hacerte sentir como en casa.
¿Tu cocinero/a favorito/a?
Nuria, chef de Nozomi Sushi Bar, en Valencia. Creo que es un auténtico placer ver cómo trabaja, cómo mima con respeto y pasión cada una de las piezas que tiene entre sus manos sabiendo que, después, las vas a disfrutar.
¿Qué crees que debería ponerse de moda en la cocina?
Sin duda, la apuesta por usar más verduras y hortalizas de temporada. Creo que se debería priorizar la temporalidad de los alimentos y el consumo de productos de proximidad, en lugar de armar cartas y menús donde los restaurantes parecen seguir modas, patrones o un guion prestablecido.
Si nos invitas a tu casa a cenar, ¿qué nos cocinarías?
Seguramente prepararía platos muy sencillos. Quien me conoce y ha venido a mi casa, sabe que no soy de preparar guisos durante horas, sino más bien de elegir productos frescos e improvisar algo rico en el momento. Por ejemplo, una buena ensalada con verduras, queso ahumado y frutos secos, panes variados de calidad (a mí con esto ya me tienes ganada, así que siempre me encanta ofrecerlo) y una coca con aceitunas, espinacas y tomates secos. De postre, calabaza asada con canela y miel. Y claro, chocolate para terminar, siempre.