Jacob Bendahan, el perfecto comensal

Retrato de Jacob Bendahan
Fotografía de Alberto Bernárdez
Este comunicador, licenciado en Derecho, no duda en reconocer que la cocina es una de sus asignaturas pendientes. Esta razón será, seguramente, una de las que lo conviertes en un ideal comensal, uno de esas personas que disfrutan hasta el último bocado.
Por Toni Castillo
24 de marzo de 2016

Jacob Bendahan se licenció en Derecho, realizó un máster de Derecho Empresarial Europeo, pero no optó por lo más natural, la abogacía, y se decantó por poner en marcha una agencia de comunicación, Comcepto. En ella él y su equipo se dedican a la creación e implantación de marcas del sector del lujo, ocupándose de su relación con los medios, publicidad y comunicación general. Firmas de alta costura como Roberto Verino o Adolfo Domínguez, joyeras y relojeras como Nardi o Audemars Piguet, así como otras marcas como Wella, Carrera o BMW han confiado en sus servicios.

Este afán por transmitir, comunicar, expresar, se ven reflejados en su forma de ser y lo caracterizan tanto como su gusto por la música clásica, la ópera, el cine o la gastronomía. Confiesa que la cocina, lo que es ponerse entre fogones, es su particular asignatura pendiente, pero Jacob es más de disfrutar del otro lado, frente a una mesa bien puesta, degustando por ejemplo unas goujonettes de lenguado en el madrileño Becker, 6. Es, por tanto, un perfecto comensal. ¿Qué más tiene que contarnos este foodie?

¿Qué ingrediente te define?

Diría dos ingredientes indisociables: la sal y la pimienta.

¿Qué podemos encontrar en tu despensa?

Pasta, espárragos y bombones de chocolate y menta.

¿Y en la nevera?

Quesos y Coca cola light.

¿Cuál es tu playlist para una comida con amigos?

Soy muy heterodoxo con la música. La ópera es mi pasión aunque, no siempre es compartida por todos así que puedo combinar esa playlist con grandes éxitos americanos cantados por Rod Steward que también me encantan.

¿Y la canción para el fin de fiesta?

¡Un buen bolero!

¿Qué distingue a un buen anfitrión?

El hacer sentir cómodos a sus invitados. Que el peso del protagonismo recaiga siempre en el invitado y no en el anfitrión.

¿Qué significa para ti la cocina?

Una asignatura pendiente.

¿Un placer (in) confesable?

¡No puedo! Es profundamente inconfesable.

¿Una ciudad gastronómica?

San Sebastián.

¿Un rincón gastro para desconectar?

La desconexión la uno a playa, sol, mucha calma y una buena cocina. Por tanto, siempre en el País Vasco, iría a Bakio.

¿Un aroma?

Infusión de hierbabuena y azahar.

¿Un capricho reciente?

Goujonettes de lenguado en Becker, 6 Madrid. ¡Las bordan!

¿Una locura gastronómica?

El caviar a cucharadas.

¿Una bebida?

El sake caliente.

¿Qué llevas cuando te invitan?

Un buen champagne.

¿El look perfecto para salir a cenar?

Chaqueta azul marino, camisa blanca y unos vaqueros denim oscuros.

¿A qué cinco personajes vivos o muertos invitarías a tu cena-fiesta?

Maria Callas; Oscar Wilde, Giacomo Puccini, JFK, Steve Jobbs. ¡Que mal!, ninguno está ya vivo…

Para esta cena-fiesta, ¿cocinarías o encargarías la comida?

La encargaría, no perdería un solo segundo en nada que no fuera escucharles hablar.

¿Cuál sería tu última cena?

Una cena frugal con mi familia y los amigos más queridos.

¿Qué ingrediente o materia prima consideras sobrevalorado?

El foie.

¿Tu noche favorita de la semana?

Soy un acérrimo fan de la "fiebre del sábado noche".

Cuando entras en un restaurante, ¿en qué te fijas primero?

En la sensación del tacto de las servilletas. ¡Cuanto más almidonada y más grande sea la servilleta, mejor!

¿Tu último descubrimiento gourmet? Restaurante, café, bar...

Domaine de Châteauviex. Un dos estrellas Michelin a las afueras de Ginebra.