Marisol Salanova (Valencia, 1982) es crítica de arte, curadora y comisaria. Publica textos críticos frecuentemente en medios como el diario Levante-EMV y Valencia Plaza, comisaria exhibiciones y espacios expositivos a nivel nacional e internacional, codirige su propia editorial dedicada al arte contemporáneo, Micromegas, asesora a artistas y coleccionistas e incluso es autora de un libro, Enterrados. El ocaso de los cuerpos, que versa sobre creadores íntimamente ligados al mundo natural.
Y todo lo hace con ese estilo claro, directo, conciso y atento al mensaje que la caracteriza. Cuando comisaria, cuando escribe o cuando asesora. Incluso cuando se ocupa de sus aficiones, la moda y la gastronomía, y las transmite a través de las redes sociales, donde tiene miles de seguidores y se ha convertido en avezada suscriptora.
De igual forma se adentra en un histórico despacho de turrones de Jijona en pleno centro de la ciudad y lo cuenta mediante un vídeo en directo de Facebook, que recorre la costa noroeste francesa haciendo paradas en los restaurantes más representativos de la zona, apreciando cómo tratan su producto y ensalzan los sabores esenciales.
Porque Marisol Salanova vivirá y respirará arte, sí, pero sin duda alguna también cocina, gastronomía y buenas mesas.
¿Cuáles son los tres primeros alimentos que te entran ganas de adquirir cuando sales de compras?
Naranjas, tomates y pan rústico, porque son imprescindibles en mis desayunos.
¿Cuál es ese restaurante que repetirías sin parar?
En Valencia el restaurante Ameyal, alta cocina mexicana que me encanta.
¿Y cuál el que no has ido pero te mueres de ganas por ir?
El nuevo Bouet, ¡estoy deseando que abran para ir!
¿En qué placer culpable te gusta incurrir (de vez en cuando) a la hora de comer?
Disfruto experimentando maridajes y a veces hago mezclas imposibles.
¿Cuál es el mejor mercado para ir de compras gastronómicas?
El Mercat Central, siempre, además lo tengo muy cerca.
¿Qué capricho foodie te has dado recientemente o te gustaría darte?
Todos los años por Navidad me doy atracones de turrones Galiana, son artesanales, de Xixona, con obrador propio, una delicia exquisita hipercalórica.
¿Recuerdas alguna locura que hayas hecho por amor... a la cocina?
Recorrer de noche una zona conflictiva de Queens sin batería en el iPhone ni apenas indicaciones en busca del thai supuestamente más interesante de Nueva York, que luego no fue para tanto. Pero es que la comida tailandesa me seduce.
¿Qué ingrediente o materia prima consideras sobrevalorado?
La stevia, alternativa natural al azúcar que está tan de moda ahora...
Y en los restaurantes, ¿qué aspecto se sobrevalora?
La ubicación, no siempre es determinante porque si es bueno acudes donde sea.
¿Y cuál se infravalora?
La frescura, debería de cuidarse más el producto fresco, es fundamental. Recorriendo Normandía he descubierto, por ejemplo, restaurantes magníficos en los que lo primordial era el producto, no tanto su elaboración, sabores puros...
¿Tu cocinero/a favorito/a?
Tono Pastor, innova, se esfuerza, fusiona, nunca falla.
¿Qué crees que debería ponerse de moda en la cocina?
Deberíamos volver a apreciar la cocina tradicional, los guisos, platos de cuchara.
Si nos invitas a tu casa a cenar, ¿qué nos cocinarías?
En casa prefiero las cenas íntimas, en pareja; solamente organizamos comidas y cuando cocino a mediodía es todo sencillo, a la plancha, comprado en el mismo día.