Nacho Moreno, el hombre tras Falsarius Chef

Retrato de Falsarius Chef, Nacho Moreno
Falsarius Chef es un mito de la blogosfera. Un cocinero que enseñó a preparar platos ricos con conservas y sin saber cocinar a miles de personas. Un hombre tras él, Nacho Moreno, que ha abierto su propio restaurante, Verbena, en El Puerto de Santa María.
Por Toni Castillo
29 de junio de 2017
Chefs

«Para comer bien no hace falta mucho tiempo, ni productos caros, ni saber cocinar. Ni siquiera nitrógeno líquido, aunque pueda parecer mentira. Y no sólo se puede comer bien sino que, además, se puede quedar como un príncipe ante las visitas, recurriendo a algo tan sencillo como la impostura», reza la procelosa declaración de intenciones de su popular blog, Cocina para impostores.

«Engañar, eso es lo que aquí pretendemos», continúa, «engañar a la vista, al olfato, al gusto y hasta al bolsillo. Pura farsa, aunque esta vez por la noble causa de la gastronomía y el cuidado de nuestro ego». ¿Y cómo se puede engañar de tal forma? Con las latas de conservas, «un tesoro nacional que debería ser declarado Patrimonio de la Humanidad». Esa es la postura de Nacho Moreno, más conocido por su seudónimo, Falsarius Chef. Alguien que disfruta comiendo bien, haya que cocinar mucho o poco.

Conocido desde tiempos casi antediluvianos en eso que llamamos la blogosfera gastronómica, datando sus primeras publicaciones del verano de hace una década, el maestro de las conservas está actualmente inmerso en un restaurante propio, Verbena, en El Puerto de Santa María, Cádiz.

De esa cocina sencilla para la que no se requieren prácticamente conocimientos, la de su blog y sus varios libros, como El rey de las latas publicado por Plaza & Janés, pasamos a una culinaria genuina, hecha con mimo y productos de suma calidad con ese toque canalla que tanto lo caracteriza. De recetas míticas suyas como la hamburguesa pija (o a la Lomana), el ceviche humilde de sardinas o el arroz carbonara in the beginning, pasamos a guisos del día, unas albóndigas de merluza y salmón o su sustancioso arroz con habitas. Dice que en su restaurante es «muy abuela» y no cabe duda.

¿En qué momento concreto de tu vida supiste que serías chef?

Supe que sería Falsarius Chef hace 10 años cuando abrí mi blog, Cocina para impostores. Chef a secas, estoy a la espera de tener una epifanía un día de estos y averiguarlo.

¿Qué ingrediente has descubierto últimamente y no te puedes quitar de la cocina?, ¿por qué?

Las latas de conservas de nuestro país. No las he descubierto ahora, claro está, pero son un tesoro nacional que debería ser declarado Patrimonio de la Humanidad.

¿Qué debe tener la cocina en el futuro?

Muchos clientes con dinerito en el bolsillo y ganas de comer, que la hostelería, como estoy descubriendo con mi restaurante Verbena en El Puerto de Santa María, es un negocio tan apasionante como complicadete.

¿... y qué no debe tener?

Mientras lo que sirvan esté rico, el sitio sea agradable y me haga feliz, me da lo mismo comer una cosa que otra. No soy maniático en ese sentido.

¿Cuál es el restaurante que no olvidarás en tu vida?

En Madrid, Viridiana y Sacha, donde he pasado momentos estupendos y tienen todo lo que me gusta de un restaurante. En otro estilo, Combarro que tiene un marisco glorioso. Las veces que he ido al Aponiente de Ángel León, aquí en El Puerto de Santa María, he flipado.

¿A qué restaurante, bar o taberna te gusta ir habitualmente?

Me encanta tapear y aquí en El Puerto de Santa María hay sitios estupendos: Er Betis, la Bodeguilla del Bar Jamón, el Arriate, la Taberna del Chef del Mar, la barra de El Faro, Romerijo... y un montón que me dejo en el tintero.

¿Qué tres cosas nunca pueden faltar en el espacio físico de tu cocina?

Un abrelatas, aceite de oliva virgen extra y una copita de vino rico.

¿Y qué tres cosas nunca te gusta que estén en ella?

Un pelmazo sabiondo al lado, un exceso de ruido y demasiado calor.

¿Cuando duermes sueñas con cocina? En caso afirmativo, ¿cuál fue tu sueño más sorprendente?

Sí, sueño con recetas. Lo más sorprendente es que a veces me despierto sabiendo perfectamente cómo van a saber, antes de hacerlas.

¿Cómo explicarías tu cocina?

La de mis libros es cocina muy sencilla, con recetas muy fáciles, al alcance de cualquiera aunque no tenga ni idea de cocinar. En mi restaurante ya es otra cosa. Me interesan las cosas sencillas, con productos de calidad y hechas con mimo. En mi restaurante soy muy abuela.

¿Qué plato de tu infancia te gustaría reinventar?

Los platos de mi infancia están perfectos como están, felizmente archivados en mi memoria. No tengo ningún interés en que cambien, si acaso en conseguir recrearlos.

¿Por qué plato te gustaría ser recordado?

Creo que el mejor epitafio de alguien que se dedique a la cocina sería algo así como: «Pero qué bien hacía este hombre los huevos fritos».

Si sólo tuvieras 5 ingredientes, ¿cuáles serían y qué plato harías con ellos?

Huevos, jamón, aceite de oliva virgen extra, tomate y pan. Y me haría un bocadillo de tortilla de jamón, con el pan untado con tomate, que para mí es una de las cumbres de la gastronomía mundial.

¿Cuál es la mejor ciudad gastronómica de todas las que has ido?

España es de punta a punta un gozoso y casi interminable viaje gastronómico. Se come de narices en muchísimos sitios. Y siempre espero que la siguiente ciudad que visite sea mejor incluso que la anterior.

¿Qué restaurante en que no has estado te gustaría estar?

En Arzak, que parece mentira con lo que admiro yo a ese hombre, pero al final por unas razones o por otras nunca he ido. Pero le pondré remedio.

¿Qué haces cuando no cocinas?

Últimamente, números. Empezar con un restaurante es lo que tiene, tienes que hacer malabares para que te salgan las cuentas.

¿Qué tópico sobre los cocineros es cierto?

Yo soy un cocinero muy atípico. Y bastante metepatas, así que me reservo la opinión.

¿Cómo sería tu día gastronómico perfecto?

Según la compañía. Lo que puede ser perfecto con unos amigos, puede ser totalmente diferente con tu pareja. La compañía define mucho el hecho de comer. Por trabajo, comí muy a menudo solo durante años y no me gusta.

¿Qué debe tener sí o sí un buen gastrónomo?

No tengo ni idea de lo que es un gastrónomo. Ah, sí. ¿No se llamaba así la nave de Alien?

¿Con qué postre acabarías esta entrevista?

Me encantan los dulces. Podría decirte que con una tarta de queso y tocinillo de cielo que hacemos en Verbena, que me parece una delicia. Pero no. La acabaría con algo tan simple y difícil de encontrar como un buen helado de vainilla. Pasan los años y me sigue pareciendo un postre perfecto.