Tonino Guitián, un polifacético

Retrato de Tonino Guitián
Radio, televisión, teatro, cine, gastronomía, crónica social, prensa escrita… nada se le escapa al actor, cómico y escritor Tonino Guitián.
Por Toni Castillo
15 de mayo de 2017

Lo de polifacético se le queda corto. Tonino Guitián (Valencia, 1963) es actor, cómico, director de escena, guionista, escritor y un particular cronista de la sociedad valenciana. Saltó a lo mediático ganando un concurso para oyentes del programa Tris Tras Tres de Radio 3 y allí se quedó seis años. Entró y nunca más volvió a salir. Pasó por otras ondas, como la de Ràdio 9 con El Trencanous, y dio el salto a la televisión.

En este medio le llegaría la popularidad de la mano de Caiga quien caiga, el mordaz programa emitido en aquella época por Telecinco. Él era uno de sus hombres de negro y sus preguntas, cargadas de ironía y cierto surrealismo, descolocaban más de lo habitual. Tras el fin de aquel espacio, continuó trabajando en lo catódico, en producciones de TVE, al mismo tiempo que se involucraba en lo teatral.

Se ha puesto sobre el escenario cantando y actuando en obras como la ópera bufa Calipso o la farsa musical La Doña, dando vida a una alcaldesa eterna, escribiendo también espectáculos como este último. Estas actuaciones las ha venido combinando con el periodismo de humor, en varios medios, la crónica social, en Valencia Plaza, y la escritura de libros como El guionista no es el asesino.

Y entre todo, ha comido, claro. Pero más que bien. Además de acompañar a Imanol Arias y Juan Echanove en el programa Un país para comérselo de La 1 y colaborar con José Andrés en Vamos a cocinar, también de la televisión pública, se ha dado caprichos como comer en Berasategui a mediodía y cenar en Arzak la misma noche. No se priva de disfrutar de las buenas viandas, de sentarse en las mejores mesas, ni de llenarse la despensa de buena materia prima. Aunque prefiera bajar al restaurante, «que cocinan mejor».

¿Cuáles son los tres primeros alimentos que te entran ganas de adquirir cuando sales de compras?

Excitantes y alimentos que suban la tensión: chocolate, café, zumo de naranja, té, sal marina.

¿Cuál es ese restaurante que repetirías sin parar?

Ufff... todos los que te reciben con una sonrisa de verdad.

¿Y cuál el que no has ido pero te mueres de ganas por ir?

Me quedé sin ir al Bulli... snif.

¿En qué placer culpable te gusta incurrir (de vez en cuando) a la hora de comer?

Todos: mojar la miga del pan en las salsas, untar con la cuchara, beber hasta acabar la botella, mirarle el culo al sumiller... no me privo de pecar.

¿Cuál es el mejor mercado para ir de compras gastronómicas?

El mercado común, el mercado del sentido común: el mercado de toda la vida donde las cosas son de verdad y cercanas.

¿Qué capricho foodie te has dado recientemente o te gustaría darte?

Una mermelada de chiles. Ya sé que es absurdo. También me cociné un arroz persa al estilo polow, por probar.

¿Recuerdas alguna locura que hayas hecho por amor... a la cocina?

Comerme la carta de Berasategui a mediodía y la de Arzak la misma noche.

¿Qué ingrediente o materia prima consideras sobrevalorado?

Muchos sencillos de los que presentan con sabores diversos: la sal, el vinagre, las mostazas...

Y en los restaurantes, ¿qué aspecto se sobrevalora?

Ninguno. ¿Quizá el vino, que a veces resulta algo caro?

¿Y cuál se infravalora?

El trabajo de los camareros, en otros países está más valorado.

¿Tu cocinero/a favorito/a?

Berasategui me fascina. Los vascos. Los restaurantes de Madrid. Los cocineros extremeños. Camarena, Dacosta, los valencianos son muy agradables.

¿Qué crees que debería ponerse de moda en la cocina?

Nada. Las modas aportan cosas pasajeras y empeoran la calidad de la cocina.

Si nos invitas a tu casa a cenar, ¿qué nos cocinarías?

Lo que tuviera en la nevera, pero mejor os llevaría a un restaurante, que cocinan mejor.