Verónica Zumalacárregui, devorando el mundo

Fotografía de la periodista Verónica Zumalacárregui
Entre viaje y viaje, grabación y grabación, charlamos con Verónica Zumalacárregui, una periodista de lo más multifacética con una vida de locuras entregadas por completo al mundo de la gastronomía.
Por Héctor Hernández
09 de junio de 2022

Verónica Zumalacárregui (Madrid, 1988) es una periodista, presentadora de TV y escritora que ha encontrado su lugar en el mundo de la gastronomía impulsada seguro por la pasión de su familia con las croquetas, la tortilla y el mejor producto. Pero sobre todo es una persona aventurera y viajera, el espíritu imprescindible para poner en marcha un programa de TV como Me voy a comer el mundo, emitido por La 2 de TVE o el Canal Cocina en España y también en otros muchos países a través de distintos canales donde muestra qué se cocina de verdad en las casas de aquí y allá. Más de 70 países recorridos en una experiencia vital única que permite mostrar la imagen más fidedigna posible de las costumbres culinarias de los más diversos lugares. Acaba de publicar su primer libro, "La vuelta al mundo en 15 mujeres", en donde cuenta diversas historias con mujeres que ha conocido en sus viajes y experiencias.

Por increíble que parezca le queda tiempo para hacer otras muchas más cosas, entre ellas atendernos a nosotros y hablarnos de pasiones dulces y redondas, del deporte como excusa perfecta para darse un buen festín o de la necesaria reflexión sobre las condiciones de la restauración en la actualidad. ¿Cuál será su próximo destino?

¿CUÁLES SON LOS TRES PRIMEROS ALIMENTOS QUE TE ENTRAN GANAS DE ADQUIRIR CUANDO SALES DE COMPRAS?

Lo primero no tengo dudas: galletas, soy el monstruo de las galletas. Me entran ganas de comprarlas pero no caigo, es peligroso guardarlas en casa porque me las ventilo en cuestión de una hora. Pero por ganas me compraría todas las galletas de chocolate del super. Luego fruta, eso sí que es imprescindible en mi nevera. Y fuera de mi nevera porque la mayoría la guardo fuera: sobre todo plátano, papaya… es algo que siempre tengo. Y también lechuga, es como que cuando como en casa tengo necesidad de comer un poco de verde para contrarrestar todo lo que como fuera.

¿CUÁL ES ESE RESTAURANTE QUE REPETIRÍAS SIN PARAR?

Qué difícil ¿no? A lo mejor te diría que Tripea, porque me divierte mucho el concepto mercado, porque es un sitio muy desenfadado, muy casual, porque conozco mucho a Rober que es el cocinero, y porque la carta cambia siempre pero siempre tienen mi plato preferido, que es el wok caliente de mejillones. Entonces no me aburro pero siempre tienen ese plato que me apasiona.

¿Y CUÁL EL QUE NO HAS IDO PERO TE MUERES DE GANAS POR IR?

Hay muchos a los que no he ido. Ahora mismo tengo ganas de ir a conocer Comparte Bistro, que es de una parisina y de un gaditano. Porque intento ir a sitios así un poco originales, y esta mezcla sobre todo de los personajes que están detrás me apetece mucho, tiene que ser un sitio divertido por lo menos.

¿EN QUÉ PLACER CULPABLE TE GUSTA INCURRIR (DE VEZ EN CUANDO) A LA HORA DE COMER?

El que te digo, las galletas, es mi guilty pleasure sin ninguna duda. Yo creo que mis favoritas son las american cookies, las galletas americanas que son redonditas y blanditas en el centro, y que además yo sé hacer, son super fáciles y quedan muy bien. Esas si tengo tiempo me gusta hacerlas a mí.

¿CUÁL ES EL MEJOR MERCADO PARA IR DE COMPRAS GASTRONÓMICAS?

Te diría que el Mercado de la Paz de Madrid, me gusta muchísimo, tiene todo, tiene productazo, y luego además tiene para tomarte una cañita y una de las tortillas que ha sido premiada como mejor tortilla de Madrid, que es la de Casa Dani. Si puedes hacer un poco de todo, irte de compras y tomarte el aperitivo, mejor que mejor.

¿QUÉ CAPRICHO DISFRUTÓN TE HAS DADO RECIENTEMENTE O TE GUSTARÍA DARTE?

Si hablamos del más reciente este fin de semana, el domingo sin ir más lejos, estuve corriendo la carrera de la mujer en Viena, Austria, y tenía un hambre voraz después, porque además tardamos muchísimo en ir a comer. Comí a las 16:00, la carrera fue a las 10:15, pero me metí entre pecho y espalda un Schnitzel maravilloso con patatas fritas y mostaza. Y no sabes el placer que sentí después de la carrera, fue como mi premio.

¿RECUERDAS ALGUNA LOCURA QUE HAYAS HECHO POR AMOR... A LA COCINA?

Me voy a comer el mundo es el programa que he grabado durante 5 años por amor a la cocina, por amor a la gastronomía y a la gastronomía genuina, al hecho de poder comer en casas de gente local por países tan diversos como Vietnam, Corea del Sur, el Amazonas peruano o Laponia. Al final vivir viajando por comer es una locura en sí misma.

¿QUÉ INGREDIENTE O MATERIA PRIMA CONSIDERAS SOBREVALORADO?

A mí lo que me pasa mucho es que me aburro de las tendencias gastronómicas, por ejemplo, el bao cuando se puso de moda o la tarta de queso que ahora está en todas partes, o la trufa, que es invasiva en todos los menús… No es que están sobrevalorados sino que acaban saturándome. Lo que se convierte en moda al final llega a cansar, sobre todo si te dedicas a esto y pruebas tanta comida tantos días seguidos, pruebas menús degustación… A veces es un poco reiterativo.

Y EN LOS RESTAURANTES, ¿QUÉ ASPECTO SE SOBREVALORA?

Ahora mismo se le da más importancia al aspecto del restaurante, a la decoración, a lo de moda que esté, al espectáculo… Al final comer se ha convertido en un plan de ocio, y la gente que realmente no disfruta tanto del producto sino de la experiencia busca mucho más un lugar llamativo que un lugar donde se coma realmente bien. Hay un montón de restaurantes donde se come muy, muy, muy bien, y que no son conocidos porque el local es lo más normal del mundo.

¿Y CUÁL SE INFRAVALORA?

A lo mejor el servicio, porque el trabajo de los hosteleros en general, desde el cocinero hasta el maître, es tan, tan sacrificado... Creo que la gente no valora demasiado el cariño que hay, cada sonrisa que ponen aunque estén trabajando 14 horas diarias, sus jornadas larguísimas… Al final la pasión que transmiten es algo supervalioso, y creo que los de fuera, que solo vamos a comer, no valoramos todas las horas que están ahí.

¿TU COCINERO/A FAVORITO/A?

Te diría que Ángel León porque no solamente es cocinero, sino que es un actor social, una mente tan compleja y dinámica a la vez que no solamente cocina, sino que intenta sacar partido de su entorno. Creo que ha sido uno de los primeros que puso en valor el producto per se, esas especies de pescado que no eran conocidas, ahora trabajando con el cereal marino… me encanta que tenga una mente tan inquita y que llegue a todo.

¿QUÉ CREES QUE DEBERÍA PONERSE DE MODA EN LA COCINA?

Quizás algo que ya está comenzando que es conocer la historia de los productores, aquellos que se dejan la piel para que nosotros podamos gozar con esos productos de primera calidad que acarrean unas horas de trabajo interminables. Al final los productores o el sector primario en general se sacrifican muchísimo a cambio de muy poco dinero. Creo que conocer o poner cara a esos que están detrás de los alimentos que consumimos, con los que los grandes chefs al final hacen su trabajo y que sin ellos no harían nada. Podrá ponerse de moda eso para valorar un poquito más toda la cadena que hay detrás de los grandes rockstars que son ahora los chefs.

SI NOS INVITAS A TU CASA A CENAR, ¿QUÉ NOS COCINARÍAS?

El pastel de merluza que me sale de maravilla. Está mal que lo diga pero es que me sale buenísimo, es el regalo que me pide mi padre todos sus cumpleaños. Me curraría algo más sofisticado que las galletas para el postre, una tarta de manzana que también me sale muy rica.