Su aspecto y su color puede que te recuerden al brócoli, pero cuenta con una flor más pequeña y un tallo fino y alargado. Hablamos del bimi, también conocido como broccolini, un vegetal que vio la luz en Japón en la década de los 90 como resultado del cruce entre dos especies: el brócoli de toda la vida y la col china. Pero, ¿qué es exactamente el bimi? ¿Qué propiedades se le atribuyen a este superalimento? ¿A qué sabe y cómo se deja cocinar? Viajamos hasta el país nipón para contártelo todo sobre este híbrido vegetal, un nuevo brócoli lleno de secretos que estás a punto de descubrir.
Qué es el bimi
El bimi es una verdura que está considerada como un superalimento, y que fue creado en Japón a principios de los 90 a partir del cruce natural entre dos especies de plantas crucíferas de la familia Brassica oleracea: el brócoli de toda la vida y un tipo de col verde china (kai-lan). A la misma familia pertenecen otros conocidos vegetales como la col, la coliflor y las coles de Bruselas.
Podría decirse que “bimi” es el nombre con el que se ha comercializado y se ha dado a conocer esta verdura en Europa, pero también se le conoce con otros nombres como Asparation, Baby Broccoli o Broccolini. En países como Inglaterra o Estados Unidos se le conoce con otros nombres comerciales, como Bellaverde o Tenderstem, que literalmente se traduce como “tallo tierno”. Sea como sea, lo cierto es que este híbrido ha ido expandiéndose por todo el mundo como un vegetal lleno de beneficios para la salud, no solo como ingrediente culinario sino también usado con fines medicinales.
Hoy en día, esta hortaliza se cultiva y comercializa en muchos países, y en Europa, se dice que comenzó cultivándose de forma exclusiva en Murcia. Hoy en día, podemos hablar del bimi como un producto de proximidad, pues se sigue produciendo principalmente en el arco Mediterráneo, especialmente en territorio murciano donde se recolecta a mano, tallo a tallo, para llegar en óptimas condiciones al punto de venta.
En cuanto a sus características, el bimi es una planta de tamaño pequeño y que se compone de unos tallos finos y alargados de unos 15 cm y de textura tersa y crujiente, similares a los de los espárragos verdes. Al final de estos tallos se forman las cabezuelas florales como las del brócoli de las que nacen unas diminutas flores amarillas. Toda la planta del bimi es comestible, desde su tallo tierno hasta las flores, y tanto su aroma como su sabor es más dulce y suave que el del brócoli que todos conocemos.
Diferencias entre el bimi y el brócoli
Ahora bien, ¿qué aspectos le distinguen con respecto a su hermano mayor, el brócoli? Aunque ambos vegetales pertenecen a la misma familia, entre ellos existen claras diferencias. La primera de ellas salta a la vista, y es el tamaño y la forma. Como decíamos, el término “bimi” no es más que la marca comercial con la que esta verdura se ha dado a conocer en España y Europa, siendo su nombre genérico el de brócoli enano o brócoli baby, una denominación que le viene como anillo al dedo debido a su pequeño tamaño.
Se podría decir que el bimi es la versión estilizada del brócoli. En el caso del primero, el tallo es mucho más fino, alargado y tierno, mientras que el de su hermano mayor es más grueso, duro y corto. Al final del mismo se presenta la cabeza, mucho más pequeña en el caso del bimi. La del brócoli (también llamado brécol o bróquil) es grande, muy carnosa y se dispone en forma de árbol sobre múltiples ramas que nacen desde el tallo.
Otro aspecto para diferenciar entre ambos vegetales es el sabor, más suave, dulce y delicado en el bimi. Este se puede comer crudo sin problemas, pero si decidimos cocinarlo, hay que tener en cuenta que su tiempo de cocción es mucho más corto que en el caso del brócoli. En cuanto al olor, el brócoli desprende un fuerte y característico aroma que no gusta a todo el mundo, mientras el bimi apenas tiene olor, un motivo para conquistar a quienes todavía son reticentes a cocinar la versión convencional de esta verdura.
En cuanto al color, ambos presentan un tono verde muy similar, aunque quizás más intenso en el caso del bimi por tener mayor concentración de clorofila. Otra de las capacidades que presenta el bimi con respecto al brócoli común es su mayor durabilidad en estado óptimo, pues una vez envasado su fecha de caducidad es mucho más larga.
También existen diferencias a nivel nutricional entre el bimi y el brócoli. Según diferentes estudios, las flores del broccolini concentran una mayor cantidad de fibra dietética (3,8 gramos por cada 100 gramos de producto frente a los 2,6 g/100 g del brócoli), de proteína (3,5 gramos por cada 100 gramos de alimento frente a los 2,98 g/100 g del brécol) y de algunos minerales como el calcio, el magnesio, el hierro o el zinc con respecto al brécol. En cambio, si tomamos la planta completa, es decir con el tallo incluido, el brócoli convencional resulta ganador en cuanto al aporte de dichos nutrientes. Sea como sea, nos encontramos ante dos auténticas joyas gastronómicas dispuestas a llenar de color, de sabor y de salud nuestros platos.
Propiedades y beneficios del bimi
Para empezar, el bimi destaca por su alto contenido en vitaminas C, B6, E y D, además de en minerales como el calcio, hierro, manganeso, potasio, zinc y cobre. Además, contiene ácido fólico, es abundante en fibra y proteínas y numerosos estudios destacan la importancia de su alto contenido en glucosinolatos (que son los que actúan como agentes anticancerígenos) y carotenoides.
El bimi es, además, un gran aliado para prevenir patologías cardiovascularesmetabólicas, y su consumo regular se ha relacionado con una disminución en los niveles de colesterol LDL (conocido popularmente como el “malo”), protegiendo con ello la salud del corazón. De todo su aporte vitamínico, el broccolini destaca por su alto contenido en vitamina C, esencial para el buen estado del sistema inmunológico, que protege el organismo de microbios y bacterias. ¿Sabías que hay el doble de vitamina C en el bimi que en la misma cantidad de naranjas? Además, es un alimento bajo en carbohidratos lo que, sumado a su alto contenido en fibra, le hace recomendable para las personas con diabetes.
Como en el caso del brócoli, el bimi es una verdura muy baja en calorías (contiene unas 35 kcal por cada 100 gramos de producto), por lo que es un alimento ideal para todo tipo de dietas. Además, debido a su composición, el brócoli enano es mucho más fácil de digerir y de absorber por el organismo que sus hermanos la coliflor, el brécol o las coles de Bruselas, en muchos casos indigestas. Su alto contenido en fibra, además, ayuda a regular el tránsito intestinal, a drenar el organismo, a regular la tensión y a eliminar toxinas.
Otra de las propiedades a destacar del bimi es que, como todas las brásicas, tiene un alto contenido en glucosinolatos, un agente con efectos antioxidantes, antiinfecciosos, antiinflamatorios, antienvejecimiento y neuroprotectores contra algunos tipos de cáncer.
Mucho más que una moda, el bimi llegó desde Japón para quedarse y para ser considerado por nutricionistas y expertos en dietética como un alimento cargado de nutrientes esenciales para la salud. Todos conocemos las bondades del brécol, pero el bimi se presentó ante nosotros como una versión nueva y más completa en algunos aspectos, llegando a ser considerado como un superalimento.
Contraindicaciones del bimi
No hay duda de que el bimi es una fuente rebosante de salud y que su consumo nos aporta numerosos nutrientes, vitaminas y minerales esenciales a nuestro organismo. Sin embargo, también cuenta con algunas contraindicaciones que conviene conocer, sobre todo si te dispones a probarlo por primera vez.
El consumo del broccolini no está recomendado en personas con alteraciones en la glándula tiroides. Esto se debe a su aporte de sustancias bociógenas o goitrógenos, un conjunto de compuestos químicos presentes de manera natural en plantas crucíferas y especialmente en sus semillas (bimi, brócoli, coles de Bruselas, kale, repollo, berzas, etc.) Dichas sustancias tienen la capacidad de bloquear la absorción y utilización del yodo. En consecuencia, este oligoelemento no se emplea para la síntesis de la hormona tiroidea y ésta puede ser la causa del desarrollo de problemas de tiroides, como el bocio.
Las personas con problemas renales tampoco deberían tomar bimi, pues su alto aporte en potasio podría agravar su estado de salud. Esto no quiere decir que no puedan consumirlo, sino que antes de incorporarlo en su dieta sería aconsejable consultar con un médico o experto en dietética para que este valore si podría existir algún riesgo para la salud.
Usos en la cocina del bimi
Ahora que ya conoces qué es el bimi, en qué se diferencia del brócoli convencional y todos sus beneficios y posibles contraindicaciones, quizás te estés preguntando cómo tomarlo y con qué ingredientes, sabores o recetas combina mejor. Como en el caso del brócoli, el broccolini se puede cocinar al vapor o hervido, una manera de que se concentren y mantengan intactos todos sus nutrientes. En ambos casos, hay que tener en cuenta que el tiempo de cocción va a ser mucho más corto que en el caso del brécol, por lo que esta verdura es ideal para tenerla lista en solo unos minutos, ¡sea cual sea tu manera favorita de cocinarla!
Si prefieres cocinarla, esta hortaliza queda riquísima, tierna y jugosa cocinada a la parrilla, vuelta y vuelta durante unos 10 minutos. También se puede saltear en una sartén o prepararla al wok. Solo tienes que cortar los ramilletes por la mitad y saltearlos en el wok durante un par de minutos y servirlo al gusto acompañado de tus ingredientes favoritos, como carnes, pescados, otras verduras de temporada, etc.) El toque final puede ser delicioso si le añades salsa de soja, ajo y jengibre en polvo. ¡Una forma de disfrutarlo al más puro estilo oriental!
Se trata de una verdura muy versátil, tanto que hasta puedes degustarla en crudo, pues tanto su tallo como sus cabezas florales son pequeñas, finas y tienen un sabor muy suave y agradable. Si te encanta preparar recetas sin cocinado, no dudes en probar el bimi crudoen una ensalada combinado con otros vegetales también frescos como la zanahoria, el tomate y cualquier tipo de hoja verde. Una manera rápida, sencilla y deliciosa de disfrutar de este vegetal. De hecho, comer bimi crudo es la mejor forma de aprovechar al máximo todos sus nutrientes.
¿Y se puede hacer también al horno? ¡El bimi horneado está delicioso! Cocínalo durante 12-15 minutos a 180 grados, salpimienta al gusto, sírvelo y tendrás la guarnición perfecta para cualquier cena o comida. También puedes añadirlo como ingrediente en una pizza, en una empanada de verduras, en un revuelto con huevo, en un curry rojo con langostinos o en una sopa miso, por ejemplo. También se puede elaborar una crema de bimi para acompañar pescados u otras verduras, o bien usarla como salsa en recetas de arroces o pasta.
El uso culinario de este híbrido vegetal es tan amplio y diverso como lo sea tu imaginación, ya sea en crudo o cocinado. Además, recuerda que del bimi no se desperdicia nada, pues toda la planta es comestible al 100%, desde el tallo hasta las flores. ¡Sin duda, a este ingrediente le sobran motivos para que lo introduzcamos desde ya en nuestra lista de la compra!