Es la base de cualquier ginebra y el ingrediente estrella de uno de los cócteles más solicitados, el gin tonic. Te hablamos del enebro, cuyo fruto -las bayas de enebro- da vida, sabor y exotismo a este combinado predilecto en las barras de medio mundo. Sin embargo, ¿qué más puede ofrecernos esta planta? Descubrimos qué es, sus usos medicinales y culinarios, así como sus posibles contraindicaciones.
Qué es y para qué sirve el enebro
El enebro, cuyo nombre científico es Juniperus communis, es un árbol originario de Europa, América del Norte y algunas zonas de Asia que pertenece a la familia de las Cupresáceas (Cupressaceae). Los frutos que nacen de él son las famosas bayas de enebro, muy utilizadas como condimento en gastronomía, pero también como ingrediente en medicina tradicional.
Por las condiciones ambientales que requiere, el árbol del enebro (conocido también como ajarje, jinebro, cimbro o anavio) crece en amplias y elevadas zonas montañosas donde las temperaturas son muy frías y hay mucha humedad. Se calcula que el tamaño de esta planta leñosa-del que existen entre 60 y 70 variedades en todo el mundo- puede variar entre uno y dos metros de altura, aunque dependiendo de la zona y del clima puede ser más alto.
En cuanto a su apariencia, las hojas del árbol del enebro son inconfundibles: son muy finas, alargadas y tienen forma de agujas puntiagudas. Sus frutos o bayas son de tamaño muy pequeño, tienen forma esférica y presentan un color verde grisáceo que, al madurar, se torna azulado, púrpura o negro, similar al arándano.
Son precisamente ellas, las bayas, las que después se utilizan por ejemplo para la elaboración de bebidas tan famosas como la ginebra. Sin embargo, el enebro no solo sirve para aromatizar destilados y crear exóticas combinaciones en el mundo de la coctelería, sino que en las cocinas de medio mundo se utiliza en seco para condimentar infinidad de platos como carnes, guisos, salsas, etc., o para elaborar deliciosos tés e infusiones. Más adelante veremos qué ricas recetas se pueden elaborar con este ingrediente y de qué formas se puede consumir.
Las bayas de enebro se utilizaron inicialmente con fines medicinales desde la antigüedad por sus propiedades digestivas, purificadoras, desinfectantes y expectorantes entre otras muchas. Además, el extracto de bayas de enebro es un producto común en perfumería y otras industrias relacionadas con la estética. Y, aunque el árbol no produce mucha madera, en muchos países nórdicos se utiliza para elaborar distintos productos como cajas para productos lácteos o empuñaduras para cuchillos. ¿Sabías que también es común su uso ornamental o incluso como producto de esoterismo?
Propiedades y beneficios del enebro
Queda demostrada la amplia utilidad del enebro como planta medicinal y como ingrediente en gastronomía. Aromatiza, condimenta, embriaga y hasta es capaz de sanar y aliviar multitud de patologías gracias a las propiedades y beneficios que se le han atribuido desde la antigüedad.
El tratamiento de dolores musculares es una de las principales bondades de esta planta, en concreto de su fruto. Tanto tomado en infusión como aplicado en masajes en forma de aceite esencial, el enebro ayuda a calmar procesos inflamatorios como dolor de articulaciones, lesiones deportivas o contracturas musculares. También posee efectos diuréticos que favorecen el buen funcionamiento renal, así como la prevención de afecciones como la cistitis.
Es conocido también el poder antibacteriano del enebro, pues el extracto de las bayas contiene aceites esenciales como el sabineno, el limoneno, el mirceno y el pineno que ayudan a eliminar la presencia de hongos. Entre otras, estudios han demostrado que este elixir ayuda a combatir bacterias como Campylobacter jejuni, que causa intoxicación alimentaria y otros microorganismos que provocan afecciones respiratorias como la tos. En este sentido, el enebro actúa también como un efectivo expectorante y antiespasmódico.
Nuestra piel y nuestro cabello son otros de los grandes beneficiados por los efectos del enebro, debido a que posee importantes propiedades antisépticas, astringentes y cicatrizantes. Las personas que tienen acné, dermatitis, piel sensible, cuero cabelludo graso, caspa o incluso caída capilar, etc., encuentran en el enebro un gran aliado. De ahí que muchos cosméticos y tratamientos-tanto faciales como capilares- incluyan el extracto de las bayas de enebro en su composición.
El enebro es rico en tiamina y vitamina B3, así como en calcio, zinc, selenio, sodio, cobalto, hierro, potasio o fibra. Además, ayuda a fortalecer el sistema inmunitario gracias a su alto contenido en vitamina C, la cual contribuye también a la producción natural de colágeno y a que nuestro organismo esté más protegido frente a posibles agentes externos. El enebro también alivia tensiones, pues se dice que, tomado en infusión, ayuda a calmar la ansiedad o el estrés, de ahí que se suela usar en baños relajantes.
Otra de las propiedades asociadas al enebro es su uso medicinal para regular los niveles altos de glucosa en sangre. Esto es debido a que el fruto del enebro es muy rico en propiedades antioxidantes, las cuales favorecen la buena salud cardiovascular. Sin embargo, estos efectos no deben utilizarse nunca como tratamiento en casos de personas con patologías como la diabetes, ni mucho menos sin la consulta previa a un médico especialista.
Contraindicaciones del enebro
De forma genérica, el consumo de este fruto no tiene por qué ser perjudicial; al contrario, ya hemos visto todas las bondades de las que presume, tanto si se usa como condimento como si se aplica como remedio natural. Ahora bien, como sucede con otras plantas, en personas con algunas patologías, tomado en exceso o de forma muy prolongada en el tiempo, sí podría ser perjudicial para el organismo, sobre todo para quienes sufren enfermedades renales.
De la misma manera, esta planta está contraindicada en personas que sufran problemas intestinales o diabetes, pues en este caso podría alterar sus niveles de azúcar en sangre si se toma en cantidades muy altas. También las mujeres embarazadas y lactantes deben tener precaución a la hora de tomar este fruto o aplicarlo en forma de aceite esencial, pues se dice que podría estimular la musculatura uterina, es decir, las contracciones del útero.
Igualmente, si se está siguiendo algún tratamiento medicado porpatologías psiquiátricas, el consumo del enebro podría incidir en sus efectos, por lo que antes de consumirlo se debe consultar con un especialista.
Ya lo hemos visto, el enebro puede ser una auténtica fuente de salud. Sin embargo, el consumo de este fruto no siempre resulta beneficioso y hay casos en que debe emplearse con precaución. Nunca debe sustituir la medicación pautada por un médico, ni mucho menos tomarse como tratamiento único para aliviar o prevenir enfermedades. Aunque la pauta genérica indica que el consumo de esta planta no debe prolongarse durante más de seis semanas, lo recomendable es siempre consultar previamente a un especialista para saber en cada caso los posibles efectos o contraindicaciones.
Usos en la cocina del enebro
Su aroma es agradable y su sabor es dulce, poco ácido y con toques ácidos. Las bayas del enebro son, por esto, la base fundamental de cualquier ginebra. Sin embargo, aunque sí es cierto que se utiliza mucho para aromatizar multitud de cócteles y bebidas espirituosas, el uso culinario de esta planta va mucho más allá.
Tanto secas como frescas, las bayas de enebro se utilizan en gastronomía como especia y como un excelente condimento en una gran variedad de platos, sobre todo en carnes de caza y otras de sabores fuertes. El enebro es muy usado en platos tradicionales de la cocina alemana como el choucrout, y se incluye también en la elaboración de adobos, rellanos, y salsas para otras carnes más suaves como el pollo o el pavo, así como en un asado de cordero, para aromatizar una sal e incluso para dar un toque exótico y sorprendente a algunos postres con frutas como la piña o el mango caramelizados.
Antes de usarlas en cualquier receta, eso sí, es importante machacar las bayas con un mortero para que éstas desprendan toda su esencia y usarlas con moderación ya que, en cantidades muy grandes, podría enmascarar otros sabores o aportar matices demasiado fuertes y amargos. Precisamente por este punto amargo, el fruto nunca se suele consumir en en crudo, sino desecado y machacado como hemos visto.
Otra de las formas más comunes de consumir el enebro es en infusión, aunque siempre con moderación. En este caso, se añaden entre dos y tres bayas en una taza de agua hirviendo y se deja reposar durante unos cinco minutos. Pasado este tiempo, se cuela para eliminar el fruto y ya estaría lista para tomar. Ahora que ya has visto que el enebro es una especia que puede aromatizar mucho más que un gin tonic, ¿en qué recetas vas a empezar a incluirlo?