La yuca es un alimento utilizado en muchas partes del mundo y de esta planta se aprovecha prácticamente todo. Sin embargo, tiene un pero, ya que hay que tener cuidado al prepararla debido a que contiene cianuro. Este veneno se concentra en el yare, el líquido lechoso que se saca de la pulpa y que ha llegado a usarse para cazar, como el curare.
La producción de este yare se obtiene al preparar el casabe de yuca, que es un pan ácimo que ya se consumía en épocas prehispánicas, siendo una de las bases de la cocina del caribe y la zona continental a su alrededor, donde todavía hoy se utiliza de manera habitual.
Sin embargo, en una zona de Venezuela, los pemón han desarrollado una técnica para eliminar el cianuro de este líquido tras una lenta cocción que dura más de ocho horas. El resultado es el kumache, una salsa de sabor amargo que se usa como ingrediente, de aspecto denso, como el de una melaza.
Se considera fundamental para la preparación del tumá, un guiso de gran sabor típico de la Gran Sabana que incluye verduras de todo tipo y carnes exóticas como el venado, el danto, el báquiro o el paují, entre otras piezas de caza. El kumache, o kumachí, aporta un picante muy especial, al ser mezclado con ají.
Hay que dejar claro que la preparación del kumache no es algo sencillo. Se tiene que extraer el yare de la yuca de una manera determinada y luego seguir un proceso tradicional y milenario, del que sólo los pemón tienen todas las claves. Consumir kumache hecho de otra forma puede llegar a resultar mortal debido al contenido en cianuro.