A primera vista, la hierbabuena nos conquista por el vivo color verde de sus hojas. Segundos después, lo hace con su embriagador aroma y, finalmente, con su refrescante sabor. Esta hierba aromática lleva siglos empleándose en gastronomía para aromatizar infinidad de recetas, pero también como un ingrediente con interesantes usos medicinales. ¿Cómo nace esta planta, cuáles son sus beneficios y qué usos tiene, fuera y dentro de una cocina? ¡Estás a punto de descubrirlo!
Qué es la hierbabuena
La hierbabuena (de nombre científico Mentha spicata) es una hierba aromática que se utiliza principalmente para condimentar multitud de recetas en gastronomía, pero también con fines medicinales y terapéuticos gracias a las propiedades saludables que posee. Pertenece al género de plantas Mentha, un conjunto de herbáceas similares entre sí y que se caracterizan sobre todo por haber sido empleadas desde la antigüedad como auténticas joyas terapéuticas.
Una de las características de la hierbabuena es que de ella se aprovecha todo, desde el tallo -que puede llegar a alcanzar los 30 cm de altura- hasta las hojas, las cuales presentan forma de lanza, “spica” en latín, término del que proviene su nombre científico. Estas hojas contienen varios aceites esenciales que se liberan cuando se empapan en agua caliente, como son el mentol, el mentona y el limoneno. De ahí, que su olor sea tan profundo.
Nos encontramos frente a una planta aromática con un fuerte olor dulce y un cálido sabor picante con un regusto refrescante. Se dice que no existe un huerto sin la presencia de alguna variedad de menta, y es que la hierbabuena -como el resto de especias de su misma familia- florece en verano o ambientes cálidos y soleados, una vez plantada, ella sola se conserva, se propaga y se adapta al medio de forma rápida.
Numerosos estudios apuntan que la hierbabuena es, en realidad, un híbrido entre dos especias de menta: la menta negra y la menta blanca, y que debe diferenciarse claramente de su pariente la menta piperita. ¿Y en qué se diferencian? Principalmente en la forma de sus hojas, siendo más puntiagudas en el caso de la piperita y algo más redondeadas por los lados en la hierbabuena. En cuanto a su olor, la menta resulta algo más penetrante y también el color verde de las hojas, que es más vivo. Aunque las diferencias entre ambas son muy sutiles, sí es importante tenerlas en cuenta a la hora de utilizarlas.
Origen de la hierbabuena
Establecer el lugar de nacimiento exacto de la hierbabuena resulta una tarea compleja. Existen muchas teorías sobre en qué zona del planeta se cultivó por primera vez esta hierba, pero sin duda, las más extendidas señalan en el mapa a Europa, norte de África y Asia. Sea cual sea su lugar de origen, lo cierto es que el cultivo de la hierbabuena no tardaría en expandirse por todo el mundo. El hecho de que esta planta pueda cultivarse -y se cultive, de hecho- por todo el planeta, la ha llevado a convertirse en una de las hierbas más utilizadas y conocidas, tanto en cocina como en terapias naturales destinadas a mejorar la salud.
Una de las referencias históricas más antiguas señala el origen de la hierbabuena en una orden legislativa que data de finales del siglo VIII o principios del siglo IX. Se trata de la llamada Capitulare de villis vel curtis imperio, un acta en la que el rey Carlomagno daba instrucciones en forma de mandatos o reglas a quienes entonces gobernaban sus villas. En este documento, Carlomagno decretaba un listado que incluía cerca de un centenar de plantas, árboles, arbustos o hierbas que debían ser cultivadas en los jardines reales, entre las que se encontraba la hierbabuena.
Sea o no cierta esta teoría, la auténtica verdad de la hierbabuena se ha ido escribiendo a lo largo de su historia a través de un sinfín de usos, tanto culinarios como terapéuticos. El conocimiento de sus beneficios y propiedades saludables llegó a prácticamente todos los rincones del planeta, y desde entonces, son muy pocos los que se resisten al embriagador aroma de esta hierba. Veamos para qué se utiliza.
Para qué sirve la hierbabuena
La hierbabuena se utiliza principalmente para aromatizar y condimentar multitud de recetas, es decir, como hierba culinaria. Basta con inhalar un poco sus hojas para apreciar el enorme potencial y el intenso aroma que esta planta puede aportar a infinidad de elaboraciones, tanto dulces como saladas, y que más adelante vamos a descubrir.
Así, las hojas de hierbabuena se suelen utilizar frescas como planta culinaria o secas para aromatizar dulces, postres, bebidas, ensaladas y otros alimentos. La mentha spicata seca también puede utilizarse en diferentes mezclas de especias que más tarde nos pueden servir para preparar deliciosas infusiones.
Y precisamente estas son las que le dan un interesantísimo uso terapéutico, ya sea para tratar tanto problemas de indigestión o gases intestinales, como para tratar congestiones nasales en procesos de resfriados y otras enfermedades respiratorias, mejorar la calidad del sueño, calmar los nervios y la ansiedad, etc.).
En medicina tradicional se dice que beber té de hierbabuena puede tener importantes efectos calmantes y relajantes para el organismo. Pero no solo como bebida, esta planta también sirve para preparar aceites esenciales, muy utilizados en aromaterapia, para dar masajes relajantes o para calmar migrañas o dolores musculares y articulares.
Es también conocido el uso tópico de la hierbabuena, pues uno de los beneficios más conocidos de esta planta es el de aliviar problemas o irritaciones que aparezcan en la piel. Gracias a su efecto calmante y refrescante, es útil para calmar irritaciones cutáneas causadas por picaduras de insectos, por el efecto de otras plantas, alergias o bien quemaduras, entre otras. También se elabora con ella cosméticos como pasta de dientes, productos capilares, cremas corporales, etc.
Los usos y aplicaciones de la hierbabuena son casi inagotables, y no basta con quedarnos en la cocina para descubrirlos todos. Y es que, desde la antigüedad, esta planta ya era conocida por sus propiedades, tanto las que se concentran en sus hojas como en el propio tallo.
Propiedades y beneficios de la hierbabuena
Como vemos, la hierbabuena no sólo es útil en la cocina, sino también como planta medicinal gracias a sus múltiples bondades terapéuticas. Pero, ¿qué beneficios saludables aporta cuando la consumimos? Quizás no lo sabías, pero la hierbabuena contiene importantes vitaminas y minerales para el organismo, tales como la vitamina A, el hierro, el magnesio, la fibra y el folato.
Además, se ha demostrado que esta planta es muy beneficiosa para nuestro sistema digestivo, pues su consumo -sobre todo en infusiones- favorece la expulsión de gases acumulados en el intestino, disminuye los cólicos y alivia episodios de náuseas, vómitos o molestias abdominales en general. A nivel estomacal, además, disminuye la sensación de acidez si hemos comido de manera copiosa, activando la producción de bilis y las funciones digestivas.
Se ha investigado también que la actividad del mentol que poseen las hojas de la hierbabuena ayuda en la regulación de los lípidos que circulan en el torrente sanguíneo. Al parecer, el consumo del extracto de esta hierba sería beneficioso para reducir los niveles de colesterol y triglicéridos, lo que la convierte en un ingrediente muy bueno para mantener una buena salud cardiovascular.
Fuera de las cocinas, la hierbabuena es una fuente de salud pues son muchos los beneficios y las propiedades medicinales que se le atribuyen desde hace miles de años por parte de la medicina tradicional. Entre los más conocidos se encuentra al poder de esta planta para esterilizar heridas superficiales en la piel gracias a sus virtudes antisépticas. En este sentido, la hierbabuena actúa también como un potente analgésico en su uso tópico, pues el aceite esencial que se extrae de las hojas produce un efecto relajante y antiirritante, reduciendo el dolor y mejorando la circulación sanguínea en la zona de la piel afectada.
En este sentido, se ha comprobado también que la hierbabuena cuenta con efectos similares a los producidos por las cremas mentoladas, pues su aplicación tópica transmite sensación de frío que nuestro organismo recibe mediante un efecto vasoconstrictor de las arterias. La circulación sanguínea mejora y, por tanto, baja la inflamación en casos de tensión o sobrecarga muscular, dolores de cabeza, etc.
¿Y es cierto que la menta cura el resfriado? Seguramente todos hayamos oído alguna vez que los vapores mentolados descongestionan nuestras fosas nasales y ayudan a expulsar más fácilmente los mocos durante procesos de resfriados u otras patologías respiratorias. Sin embargo, la demostración científica no corrobora tanto esta asociación directa, sino más bien la sensación de alivio que se produce al inhalarla gracias al mentol, un extracto primario del aceite de la menta.
Otro de los beneficios asociados a la hierbabuena es que ayuda a combatir el mal aliento. Gracias a sus propiedades antibacterianas y antimicrobianas, esta hierba no falta en pastas de dientes y colutorios, pues combate los gérmenes que producen los malos olores en la cavidad bucal, al mismo tiempo que aporta sensación de frescor y aroma mentolado.
Se dice de la hierbabuena que es buena también para reducir el estrés y la ansiedad, y que tomada en infusiones antes de irnos a dormir, constituye un gran aliado para tratar el insomnio y mejorar la calidad del sueño.
Contraindicaciones de la hierbabuena
Pese a su larga lista de propiedades y beneficios, la hierbabuena puede estar contraindicada en algunos casos concretos, como por ejemplo en aquellas personas que sufren patologías digestivas graves o crónicas, tales como úlceras estomacales, reflujos gastrointestinales, colon irritable, así como en pacientes que padecen hernias de hiato.
La Mentha spicata está contraindicada también en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, y en niños menores de cinco años, pues el mentol que contiene esta planta podría provocar falta de aire e incluso sensación de ahogo o asfixia.
¿Y si se utiliza de forma tópica? No solo se debe tener cuidado con el uso culinario de la hierbabuena, sino también con el medicinal. En este sentido, la aplicación del aceite esencial de hierbabuena o su inhalación podría generar irritaciones en las mucosas, en la nariz o en los ojos, así como reacciones alérgicas en la piel e hipersensibilidad.
Para utilizar esta herbácea de forma segura y saludable, la mejor opción es adquirir en tiendas de cosmética y cuidado natural productos que contengan estos aceites esenciales. Al tratarse de productos testados, la concentración de dichos activos será la adecuada y estará mucho más controlada que si, por ejemplo, apostamos por remedios caseros.
Para cualquiera de estos casos, lo recomendable es siempre la consulta previa a un médico especialista, nutricionista o experto en dietética y medicina natural. Solo él podrá indicarte de manera segura si el consumo de hierbabuena (tanto vía oral como tópica) podría tener contraindicaciones.
Cómo tomar la hierbabuena: usos en la cocina
Como hemos visto, esta planta se utiliza principalmente para aromatizar y condimentar multitud de recetas, es decir, como ingrediente de eso culinario. Desde recetas saladas hasta dulces de todo tipo e incluso bebidas; la hierbabuena posee un sabor refrescante y único que hace que tanto los tallos como las hojas sean aprovechables.
En platos salados, por ejemplo, combina genial con sabores y texturas frescas como ensaladas. El toque de la hierbabuena le dará aún más frescura, al mismo tiempo que se potencian el resto de sabores. También sirve para aromatizar caldos, sopas, estofados o cremas, así como platos de carne o de pescado. Si nos gusta el sabor y el aroma de esta versátil menta, son pocas las recetas que no combinan bien con ella.
En repostería, sabores como el chocolate o la vainilla crean un contraste muy rico con la hierbabuena, por lo que podemos integrarla sin miedo a nuestros postres, sorbetes o helados favoritos. El uso de hierbabuena en la elaboración de bebidas es también muy común, opciones que van desde cócteles hasta tés e infusiones.
La hierbabuena, de hecho, se consume principalmente como bebida en infusión. Solo tenemos que infusionar las propias hojas de la planta en agua durante unos 5-6 minutos, dejar reposar un par de minutos y tomar bien caliente. Los beneficios asociados a esta bebida, como hemos visto más arriba, son innumerables. Los árabes toman una conocida tisana a base de té y hierbabuena, a la que añaden mucho azúcar para equilibrar los sabores.
Recetas muy ricas con hierbabuena
Seguro que a estas alturas del artículo ya te hemos convencido de que en tu próxima lista de la compra no te falte la hierbabuena. Si es así y ya estás pensando en qué recetas ricas puedes hacer con esta planta, quizás necesites algunas ideas para inspirarte; y no importa qué tipo de plato te apetezca, porque siempre hay cabida para el aroma de esta joya de la gastronomía.
Entre las recetas más ricas con hierbabuena podemos encontrar las ensaladas frescas o sopas frías donde sirve como aderezo. También en platos calientes como una sopa de picadillo de pollo y huevo, un puchero andaluz tradicional y otros guisos y estofados. Además, combina muy bien con productos cárnicos como el cordero, y así tenemos por ejemplo las famosas Kafka, la versión libanesa y especiada de las clásicas albóndigas de carne de ternera. Y cómo no, las hojas de Mentha spicata se utilizan para realizar uno de los cócteles más famosos y consumidos del mundo, el clásico mojito. Tampoco olvidemos la tradicional infusión de té con hierbabuena, el té moruno.
En la parte de los postres, la hierbabuena puede ser la guinda perfecta de un tartar o carpaccio de piña, y también de otras recetas con fruta como helados o la Clafoutis, una tarta de cerezas típica de la cocina británica. Si preparas un bizcocho de chocolate, un brownie o un coulant, el toque final de la hierbabuena puede marcar la diferencia, tanto en el sabor como en el emplatado. En nuestro apartado de recetas con hierbabuena encontrarás más ideas, con toda la información detallada y consejos para que te queden perfectas.