El mar ofrece a la gastronomía un sinfín de posibilidades que, algunas veces, pasan inadvertidas para algunos. Para otros, los apasionados por la cocina, el océano puede resultar un lugar curioso para encontrar los productos más exóticos y únicos que marcan la diferencia en la mesa. Tal es el caso de la anémona de mar, un producto animal del que pocos conocen, que se consume como marisco, siendo una delicia propia del sur de España e Italia, que puede conseguirse fácilmente en los chiringuitos de playa.
¿Qué es la Ortiga de mar?
La ortiga de mar es una anémona marina del grupo de los celentéreos que se consume como marisco. Aunque algunos pueden tener dudas sobre si es un animal o una planta, lo cierto es que pertenece al reino animal de la clase de los antozoos, al igual que los corales y las plumas de mar.
Aunque a la vista pudiera confundirse con un alga, la ortiga de mar es un pequeño animal primario marino, con células que liberan una sustancia urticaria que le sirve para cazar pequeños peces y mariscos, que atrapa con las seis coronas de tentáculos que posee en la parte superior, con lo cual es carnívora. Esta especie destaca por sus más de 160 tentáculos por animal, cada uno de los cuales contiene este veneno urticante que pierde su efectividad y su picor al cocinar la ortiga de mar. Su forma es cilíndrica, tiene una columna ancha que puede medir entre 6 y 15 centímetros y su color pasa del verdoso o beige con puntas violetas en los tentáculos a marrón en la zona de la columna.
Su nombre científico es Anemonia sulcata, aunque en Andalucía la llaman ortiguilla y en Italia se le conoce como capelli di Venere o cabello de Venus y suele encontrarse en la superficie de las rocas en las costas del Mar Mediterráneo y el océano Atlántico, donde existe una variedad de platos con esta anémona. Aunque no es una especia amenazada ni protegida, su pesca está regulada en Andalucía debido a su interés gastronómico.
La ortiga de mar aporta un gran número de minerales y es una excelente fuente de calcio, yodo, hierro y magnesio. Además, contiene fibra que ayuda a combatir el estreñimiento, alivia el tránsito intestinal e impide la absorción del colesterol, con lo cual es un alimento muy recomendado para todos. Asimismo, tiene propiedades diuréticas que permiten eliminar toxinas y ayuda a proteger el estómago y combatir la anemia.
Usos de la ortiga de mar en la cocina
Este alimento es muy apreciado en la gastronomía mediterránea, especialmente en el sur de España y de Italia, donde existen variedades de platos con este producto que llama la atención por su color y textura. Su carne es muy blandita y en el plato puede llegar a verse de color verdoso. Su aspecto es viscoso y puede que algunos, a primera vista, rechacen probarla, pero, la verdad sea dicha, la ortiguilla de mar o la anémona tiene un sabor intenso a mar único y muy diferente a cualquier otro marisco.
En Andalucía es muy popular en Cádiz, donde se consigue como ortiguillas o frituras de ortiguillas, un plato que se hizo muy popular en épocas de penuria durante la posguerra española en la bahía de esta ciudad portuaria. Hoy en día es la anémona más querida también de toda la zona del Delta del Ebro y Menorca, donde se consume desde el siglo XVIII. En Italia, la delicia de capelli di Venere es usual conseguirla en Cerdeña, Catania y Sicilia, donde se les conoce como ogghiu a mari (en corso) o aceite de mar.
La forma más usual de comerlas es rebozadas en harina y fritas en aceite de oliva, debido a que el crujiente del empanado hace contraste con su suave textura y su intenso sabor, aunque también se pueden comer maceradas en vinagre. De estas dos formas se puede comer como plato principal, como acompañamiento o como tapa. Igualmente, la ortiga de mar queda muy bien como parte de las frituras de pescaíto frito muy típicas en Andalucía, pero también como parte de los ingredientes de un arroz mediterráneo con pescados y mariscos variados o acompañadas de verduras y jengibre. Asimismo, se pueden preparar suculentos revueltos, tortillas, ensaladas, escabechados y raviolis entre otras muchas recetas.
Precauciones: el veneno de la ortiga de mar
Como ya hemos adelantado, este alimento libera una sustancia considerada un veneno urticante que la hace no apta para su consumo hasta pasar por un proceso que permita eliminarlo. Sus tentáculos liberan este elemento tóxico no solo como defensa ante posibles amenazas en el mar, sino también para aturdir a las presas de las que se alimenta. Aunque no es maligno ni mucho menos, puede picar muchísimo haciendo imposible que pueda comerse. Además, los expertos aseguran que una vez sacadas de su hábitat se mantienen frescas muy poco tiempo debido a que luego se oxidan y pierden su color, con una apariencia menos vistosa, con lo cual, su limpieza antes de la preparación es fundamental.
Algunos consideran que se debe dejar reposando en agua de mar fría, con lo cual no pierden sus propiedades y luego pueden consumirse. Sin embargo, hay quienes aseguran que las ortigas frescas hay que sumergirlas y almacenarlas en vinagre y agua durante horas hasta que maceren un poco, con el fin de neutralizar su poder urticante y así sean seguras para su consumo.
Como ves, se trata de un alimento diferente y exótico muy querido en las costas mediterráneas, debido a que durante la historia la ortiga de mar ha ayudado a combatir el hambre. De modo que, será bien visto siempre ir a Cádiz o Cerdeña y pedir unas ortiguillas fritas como aperitivo o plato principal combinadas con un buen arroz o mariscos variados.