Una nueva hierba se abre paso en las cocinas de medio mundo. El culantro, lejos de ser un error gramatical, proporciona nuevas posibilidades gracias a sus características culinarias. Te contamos todo lo que debes saber sobre esta hierba aromática empleada en las cocinas tropicales y de América del Sur.
Qué es el culantro
El culantro es una hierba natural de la familia de las apiáceas. A primera vista, podría pasar desapercibido ante los distraídos: primero por su nombre que pareciera ser un error gramatical a partir de la más popiular palabra «cilantro», y después por sus hojas dentadas y largas que lo camuflan con los dientes de león y la maleza.
Sin embargo, ignorar el sabor y aroma característico que esta hierba aporta a las recetas es imposible. Antes de continuar es necesario aclarar: el culantro no es lo mismo que su pariente —muy lejano— el cilantro. Para hacernos una idea: el nombre científico del culantro es eryngium foetidum, mientras que el del cilantro es coriandrum sativum.
Aunque es nativo de América del Sur, el culantro o sachaculantro es una hierba nómada que crece fácilmente y de forma silvestre en climas tropicales. De hecho, su nombre cambia dependiendo del país donde se encuentre, incluso entre naciones hispanoparlantes. En España, donde también ha encontrado recetas que lo adoran, lo mejor es cultivarlo. Algunos consejos para lograrlo son plantarlo a la sombra en primavera —cuando las temperaturas suben— y mantenerlo hidratado. Al cabo de tres semanas después de plantar las semillas la planta ya habrá crecido lo suficiente como para empezar a utilizar sus hojas en la cocina. Por cierto, al buscarlo en los centros comerciales, conviene preguntar por él como culantro vietnamita o serrateleaf.
Propiedades y beneficios del culantro
Esta planta forma parte de los remedios tradicionales herbolarios contra afecciones respiratorias —como el asma— y estomacales. Para las comunidades amazónicas, el culantro puede poseer propiedades antinflamatorias y analgésicas. Por su parte, la ciencia ha comprobado que contiene altas cantidades de calcio, hierro, vitamina A, B2, B1 y C.
Eso sí: habrá que tener cuidado en la cantidad que se utiliza porque el culantro tiene un aroma pungente y distintivo, ligeramente parecido al de la menta y el cilantro. Conviene deshidratarlo al sol, ya que incluso así conserva sus potentes características aromáticas.
Cómo comer culantro
En la cocina úsalo en poca cantidad, especialmente si está deshidratado, y al igual que otras hierbas aromáticas: aproximadamente a mitad de cocción del caldo o sopa que tengas entre manos, así conservará las sustancias volátiles. Si lo prefieres, agrégalo directamente al pescado en cocción al vapor.
Encontrarlo en cocinas de otras latitudes del mundo es sencillo. En la India, por ejemplo, forma parte de chutneys sustanciosos y especiados, mientras que en Vietnam es ingrediente esencial del Pho, que consiste en una sopa de fideos de arroz con ternera, menta, albahaca, lima y pimienta. De regreso en el continente que lo vio nacer, se usa en el chilcano de pescado, caldo peruano que mezcla al culantro con maíz, limón, ajo, tomate y laurel.
Diferencias entre el culantro y el cilantro
La característica más evidente de sus diferencias son las hojas: el culantro tiene follaje largo, dentado y grueso, mientras que el cilantro posee hojas redondeadas, pequeñas y delgadas. Además, la flor del cilantro es pequeña y blanca, por su parte, la del culantro es verde y firme y puntiaguda. Ambas tienen aroma intenso, pero el culantro es más querido por las personas que sienten aversión del perfumado cilantro. Las dos son apreciadas en la cocina, sin embargo en Sudamérica el culantro tiene un lugar especial gracias a sus propiedades medicinales.