Existe una fruta que puede ser ácida y dulce a la vez, con propiedades que le permiten encajar en casi cualquier plato.Su nombre es yaca o jackfruit y se una delicia exótica, llena de grandes propiedades y beneficiosa para la salud que ha capturado la atención de los veganos por la infinidad de recetas que se pueden preparar con ella. Conoce más de esta fruta y cómo consumirla.
¿Qué es la yaca?
La yaca es una especie vegetal también conocida como jaca, nanca, nanjea, panapén, jack o jackfruit. Se confunde en ocasiones con la guanaba en apariencia, pero su sabor es único y diferente. Su piel tiene un aspecto rugoso de color verde o marrón y en su interior presenta una pulpa amarilla o anaranjada en forma de gajos, que contienen semillas. De lejos, es imposible perderla de vista, pues puede llegar a pesar hasta 50 kilogramos. Aunque lo común es que pese 10 kilogramos.
Es la favorita de muchos por ser un producto auténtico y exquisito. Su jugo es ligeramente ácido y profundamente dulce, con un sabor que recuerda a la mezcla de mango con naranja además de otros sabores como la banana, la manzana, la guanabana, la papaya, la piña; por lo que en algunos lugares de América Latina se le conoce como "la fruta con el sabor de todas las frutas".
Además de la pulpa, se comen las semillas, que son ricas en carbohidratos, lípidos y proteínas. Y su madera también está muy bien valorada porque el tronco es grueso y la madera del árbol de yaca tiene un color intenso, es usada para fabricar muebles, instrumentos musicales, y mucho más.
La fruta proviene de un árbol grande que crece hasta un máximo de 30 metros. Se cree que su origen puede estar en las selvas tropicales del suroeste de la India o Indonesia. Hoy en día, es ampliamente cultivada en las regiones tropicales del subcontinente indio, en Tailandia, Malasia, Indonesia y en algunos lugares de América como México o Brasil por sus frutos, semillas y madera.
Beneficios y propiedades nutricionales
La yaca es rica en vitamina B1, niacina, calcio, hierro, ácido fólico, ácido ascórbico, potasio y proteínas favorables para el organismo. Por esta razón, es una buena fuente de antioxidantes naturales. Asimismo, contribuye a mejorar el sistema digestivo cuando se come con regularidad debido a su alto contenido de fibras (3,6 g por cada 100 g). Es una fruta rica en fibra dietética, lo que hace que sea un buen laxante y es recomendable para las personas con la tensión alta, gracias a su bajo contenido en potasio.
Hay quienes aseguran que también es beneficiosa para la salud de la vista por sus pequeñas pero significativas cantidades de vitamina A y pigmentos flavonoides tales como el caroteno-ß, la xantina, la luteína y la criptoxantina-ß. Juntos, estos compuestos juegan un papel vital en funciones antioxidantes y en aspectos de la visión. Los trastornos del sueño pueden ser aliviados con el consumo de yaca, debido a su riqueza en magnesio y hierro que ayudan a mejorar la calidad general del sueño.
Está rodeada, además, de múltiples mitos en las regiones donde se cultiva. Por ejemplo, se dice que, gracias al contenido nutritivo de esta fruta y sus propiedades refrescantes, las semillas y la pulpa ayudan a los malestares causados por la ingesta de alcohol, para aliviar la resaca, y que sirve como un excelente potenciador sexual.
La yaca no es solo buena para combinar con las preparaciones culinarias, sino que resulta una excelente fuente curativa para tratar distintas afecciones. Una infusión con las hojas de esta planta podría ayudar a aliviar la conjuntivitis o bien aliviar hinchazón y cansancio en los ojos.
Usos en cocina
La multiplicidad de sabores que aporta la yaca es una de sus cualidades más llamativas para todo el mundo. De ahí que pueda combinarse con muchos platos haciéndolos más ricos y llenos de color. Sin embargo, otra de sus características más interesantes, especialmente para los veganos y vegetarianos, es que tiene una textura fibrosa muy simular a la carne, y además absorbe otros sabores. Así que, si se marina con especias y otros condimentos, puede consumirse como una carne vegetal. Se puede consumir con la comida o cena, entre horas o como postre. También se pueden preparar distintas recetas con la yaca como salteados o guisos.
En los países donde se cultiva se consume tradicionalmente en recetas de purés, sopas, mermeladas y hasta helados. Es muy común en las cocinas del sudeste asiático, pero también es usada en lugares como México para acompañar los tacos con carnitas o cochinita pibill, o bien tacos con yaca, sin carne. A la hora de comerla cruda es ideal que esté más madura, ya que sabe más dulce y es más apetecible. Cuando está más madura, su color oscurece tiñendo su pulpa de marrón. Las semillas también pueden consumirse y prepararse asadas como castañas, hervidas o molidas en harina.
Tomar un té realizado con las hojas del árbol de yaca podría ayudar a mejorar la calidad general del sueño, disminuir la presión arterial y los niveles de azúcar en sangre, además de ser efectivo contra las afecciones respiratorias como el asma. Otra manera de consumirlo es esperar a que esté madura la fruta para disfrutar de su dulzor como si fuera una gominola.
De este modo, las cualidades de la yaca ya se empiezan a expandir por el mundo, dejando atrás su misticismo y convirtiéndola en la favorita de muchos, especialmente para los veganos y vegetarianos. Sus infinitas propiedades y la capacidad de utilizar toda la fruta, incluyendo sus semillas, hacen de este un alimento particular y muy nutritivo.