Amado y odiado a partes iguales, el cachopo se ha convertido en uno más de los reclamos gastronómicos para quienes visitan Asturias. Su fama, no exenta de controversia, lo ha posicionado como uno de los imprescindibles en los restaurantes del Principado y es extraño no encontrarlo en las cartas de los bares, restaurantes y chigres más turísticos. De diversos rellenos y siempre de tamaño generoso, os enseñamos dónde comer el mejor cachopo en Asturias.
La Sifonería
A pocos metros del puente romano de Cangas de Onis, una de las ciudades más visitadas a lo largo del año en Asturias, se encuentra el bar-tienda La Sifonería. Punto tradicional de encuentro para los cangueses, en su carta podemos encontrar el tradicional cachopo asturiano. Destaca una elaboración cuidada que utiliza el entrecot de ternera para dar jugosidad y densidad a un ya de por sí sabroso pero contundente cachopo. Un relleno sencillo pero no por ello menos delicioso, a base de jamón ibérico, queso y pimientos completa una cobertura con pan panko que hace que la siesta, a la asturiana, esté más que garantizada.
Calle San Pelayo, 28. Cangas de Onís.
Sidrería Narcea
Del oriente asturiano al occidente. Aunque el boom del cachopo también tiene una connotación turística, en la zona occidental del Principado no son ajenos a este plato que, a la fuerza, se ha convertido en un reclamo. Una de las sidrerías más consagradas del suroccidente es la sidrería Narcea que, entre vinos de la Denominación de Origen, ofrece un suculento cachopo solo apto para valientes. El filete, con un empanado tradicional a base de pan rallado, se rellena de jamón y queso para que su tamaño sea el protagonista. Ideal para compartir y maridar con un vino de la tierra.
Calle Dos amigos, 12. Cangas de Narcea.
Restaurante Peña Castil
Ubicado en el hotel del mismo nombre, en el coqueto y bucólico pueblo de Sotres, el restaurante Peña Castil destaca por platos tradicionales que repongan energías tras una larga travesía por los Picos de Europa. No es de extrañar, por el perfil del comensal, que el recetario de este restaurante rodeado de cumbres de más de dos mil metros de altitud se base en productos de la huerta, carne y queso (si es de las queserías cercanas, mejor que mejor). De relleno tradicional, el cachopo de Peña Castil destaca por un crujiente a base de pan panko y una generosa pieza de tapa de ternera asturiana. Se acompaña de patatas fritas y lechuga de la huerta, siendo perfecto para compartir.
Carretera CA-1, s/n. Sotres.
Casa Colo
Los ventanales hacia la sierra de Peñamayor abruman al comensal. El idílico pueblo de Ceceda, en Nava, es el escenario perfecto para una casa de comidas que abrió sus puertas en 1934 con el regreso de la familia de Cuba. Una historia de indianos y casi un siglo que ha hecho que Casa Colo y su tradicional filete al queso, que no cachopo, sea popular y viral desde tiempos en los que las redes sociales aún no existían. Un boca a boca que nos permite disfrutar de la cremosidad del fundente queso y que, de nuevo, llama la atención por el tamaño. Perfecto para compartir (aunque se ofrece la opción de medio filete al queso), el renombrado cachopo de Casa Colo es una tradición que demuestra que, lejos de las polémicas y las virguerías culinarias que acompañan a los cachopos hoy en día, este plato sí que ha existido en la gastronomía popular desde hace décadas.
Calle de La Foina, s/n. Ceceda.
La Taberna Asturiana
Gijón, capital de la Costa Verde, también cuenta con bares o sidrerías donde disfrutar de uno de los mejores cachopos de Asturias. La abuela de Juanjo Cima, Blanca Esther, preside el salón de esta sidrería ubicada en la bulliciosa calle Begoña —en plena Ruta de los Vinos—. Pese al carácter turístico del barrio, La Taberna Asturiana puede presumir de contar con alguno de los mejores cachopos del Principado. En su carta encontraremos hasta tres opciones: desde la más clásica hasta las laureadas en los principales certámenes y campeonatos de Asturias. En 2016, La Taberna se hizo con el primer premio gracias a una sutil combinación de jamón, queso Cabrales D.O.P y ternera asturiana mientras que, en 2019, repitió posición gracias al característico Cachopo Minero que, como las galerías de las cuencas, cuenta con una apariencia oscura gracias a la tinta de sepia. Todo un placer para los sentidos.
Calle Begoña 6. Gijón.
Las Tablas del Campillín
La casa del cachopo en Oviedo tiene nombre propio. Las Tablas del Campillín fue una de las sidrerías precursoras en poner en valor el cachopo como un miembro más del elitista club de imprescindibles gastronómicos asturianos. Su constancia le ha hecho revalidar, año tras año, títulos en los principales concursos de Asturias haciendo que, desde 2018, organice un evento con personalidades de la esfera gastronómica denominado «CachopoDay». Unas jornadas gastronómicas que ponen en valor el cachopo, siempre con ternera asturiana, y que juegan con hasta una docena de creaciones. Rellenos que van desde el foie hasta la compota de manzana, la cebolla caramelizada o el queso de cabra así como el irresistible cachopo de setas y queso Gamonéu.
Calle Arzobispo Guisasola, 24. Oviedo.
La Puerta de Cimadevilla
Finaliza el listado el que ha sido el Mejor Cachopo de 2023. Diego Betancourt, responsable de los fogones de La Puerta de Cimadevilla es experto en esto de los cachopos. Habitual en los certámenes y concursos que se celebran a ambos lados de la cordillera, Betancourt sorprendió al jurado —y lo hace ahora en el céntrico restaurante— con el cachopo Rey Ramiro I. Una presentación espectacular para un bocado de leyenda que combina los mejores productos de la huerta, bosques y montañas del Principado. La paleta de gochu de monte ecológico se acompaña de queso crema y queso varé de vaca así como una sutil crema de castañas que culmina con un rebozado de maíz y queso rallado. Una amalgama de sabores y texturas que sorprende y que, más allá del «más es más», sorprende por la cohesión que ofrece al paladar.
Calle Cimadevilla, 21. Oviedo.