Todos los años la ciudad de Múnich acoge durante la segunda quincena de septiembre (y primeros días de octubre) la fiesta de la cerveza con mayor renombre de todo el mundo. Posiblemente no sea el festival donde se vean las cervezas de mayor calidad, véase el Barcelona Beer Festival por ejemplo. Pero los que acuden a esta tradición centenaria, con una interesante y rica historia detrás, no hacen interminables horas de cola para acceder a sus carpas por la excelencia o variedad de las cervezas que ahí se sirven, sino por el jolgorio y la alegría que se vive en Múnich durante los aproximadamente 17 días que dura el festival.
Son millones los visitantes que se acercan a la capital de Baviera cada otoño, concretamente a las antiguas praderas del Theresienwiese junto a la estación central, para disfrutar de la fiesta, la música, el ambiente, las actividades culturales, la gastronomía y, sobre todo, los millones de litros de cerveza que se sirven en cada edición desde el mismo momento en que el alcalde de la ciudad da por inaugurada el Oktoberfest con la tradicional apertura del barril y las doce salvas de cañón que anuncian el comienzo de las festividades.
¿Qué cervezas se consumen durante la Oktoberfest de Múnich?
Pero aunque creas que millones de alemanes y turistas algo ebrios no tendrían ningún tipo de miramiento con las cervezas que consumen, lo cierto es que durante la Oktoberfest sólo se permite servir un tipo de cerveza, la propia del festival: la Oktoberfestbier. Se trata de una denominación de origen que engloba a aquellas cervezas producidas dentro de los límites de la ciudad muniquesa y que cumplen con las estrictas directrices de la Ley de Pureza Alemana de 1516 o Reinheitsgebot, de la que os hemos hablado en otras ocasiones, y que básicamente restringe el número de ingredientes para elaborar una cerveza a cuatro: agua, malta, lúpulo y levadura.
A día de hoy, las Oktoberfestbier son cervezas de estilo Märzen, es decir, birras de tipo lager de baja fermentación que se fabricaban históricamente durante el mes de marzo, se fermentaban y dejaban madurar durante el verano y estaban listas para su consumo justo a tiempo para la gran fiesta de la cerveza. Tradicionalmente siempre han sido cervezas con una graduación alcohólica de entre 5,5 y 6,5 % y que cubren una gran gama cromática, desde las Helles Märzen, siendo las más pálidas y rubias, hasta las Dunkles Märzen, de color marrón oscuro.
Obviamente no todas las Märzen son Oktoberfestbier, ya que muchas otras regiones de Alemania y países del mundo fabrican cervezas de esta variedad, incluyendo España donde desde hace bastantes años tenemos la posibilidad de degustar una cerveza de gran calidad como es la Turia Märzen. Pero la afirmación contraria sí es cierta: todas las Oktoberfestbier son de estilo Märzen.
Pero no te dejes engañar, cuando decimos “todas las Oktoberfestbier” no nos estamos refiriendo a decenas ni centenares de marcas de cerveza. De hecho sólo hay seis empresas cerveceras que cumplen con las condiciones de seguir el Reinheitsgebot al pie de la letra y elaborar sus cervezas dentro de Múnich (Augustiner, Hacker-Pschorr, Hofbräu München, Löwenbräu, Paulaner y Spaten) y, por lo tanto, son las únicas que tienen permitidas la elaboración de cervezas bajo la marca registrada Oktoberfestbier, a pesar de que encontrarás por el mundo muchas otras marcas que se venden como cervezas de estilo Oktoberfest.
Las 6 cervezas oficiales de la Oktoberfest
La gran mayoría de las actividades de la Oktoberfest, incluyendo el consumo de cerveza, tienen lugar dentro de las carpas típicas del festival que se montan en Theresienwiese, y en alemán son conocidas como festzelte. Hay de todos los tipos y tamaños, siendo la más grande de ellas capaz de albergar a más de 10.000 asistentes. Cada una de ellas sirve alguna o varias de las Oktoberfestbier producidas por las seis marcas de cerveza mencionadas anteriormente, que además suelen patrocinar sus propias carpas oficiales.
Augustiner Oktoberfest Bier
Augustiner-Bräu tiene el honor de ser la fábrica de cerveza más antigua de Múnich. A finales del siglo XIII los monjes agustinos se asentaron en la ciudad y para 1320 ya tenían construido su monasterio dentro de las murallas de la misma. De esta manera, en 1328 (año que figura en el logotipo de la marca) los monjes ya tenían en funcionamiento su cervecería propia que sigue en marcha casi 700 años después, aunque ya no se trata de una fábrica eclesiástica, sino que pasó a pertenecer al Estado a principios del siglo XIX para luego privatizarse y caer en manos de la familia Wagner que sigue ocupándose de ella a día de hoy.
De su cerveza estilo Oktoberfest poco te podemos contar que no sepas ya. Se trata, lógicamente de una cerveza Märzen, con una graduación alcohólica del 6,3 %, aunque hasta su versión de 2015 sólo contaba con un 6 %. Como todas las cervezas de esta lista sólo se emplea usando 4 ingredientes: agua, malta de cebada, lúpulo y levadura. Durante el festival se sirve en las carpas Augustiner Festzelt y Fischer Vroni y es la única de las seis que sirve todas sus cervezas directamente de barriles de madera.
Hacker Pschorr Oktoberfest Märzen
La de Hacker Pschorr es una curiosa historia de fusiones y separaciones que ha llevado a esta marca a ser lo que es hoy en día: una de las más afamadas de Múnich. La cervecera Hacker data de 1417, pero no llegó a alcanzar cierto renombre hasta finales del siglo XVIII. Fue en 1793 cuando dos jóvenes, Joseph Pschorr y María Teresa Hacker, hija del maestro cervecero de Hacker, contrajeron matrimonio y sentaron las bases de la actual empresa, convirtiéndola en ese momento en una de las 50 más importantes de la capital bávara. Pero Hacker Pschorr volvió a escindirse años más tarde tras la muerte de Joseph, y ambas cerveceras comenzaron a operar como marcas separadas hasta 1972 cuando volvieron a fusionarse: Hacker-Pschorr había resurgido.
En cuanto a su cerveza Oktoberfest Märzen que se sirve tanto en sus carpas Hacker-Festzelt y Pschorr Bräurosl, como en otras más pequeñas, más de lo mismo. Se trata de una cerveza tipo Märzen, esta vez con una graduación alcohólica de 5,8 %, y con un color ligeramente más tostado que la cerveza anterior. Como siempre, en su elaboración sólo se emplea agua, levadura, malta de cebada y lúpulo, siendo en este caso de la variedad Hallertau. Como curiosidad, las botellas de Hacker Pschorr Oktoberfest Märzen, y todas las demás de la marca muniquesa, vienen con un cierre de tapa levadiza, a diferencia de los tapones de corona más típicos de otras cervezas.
Hofbräu München Oktoberfestbier
La historia de Hofbräu se remonta al año 1589 cuando fue fundada por Guillermo V como la cervecería oficial de la residencia real para satisfacer la casi infinita sed del Duque de Baviera que hasta entonces, nada contento con las variedades locales, siempre importaba sus cervezas de la localidad sajona de Einbeck. Desde entonces siempre ha tenido una estrecha relación con la casa real bávara y lógicamente estuvo presente en las celebraciones de boda que dieron lugar a la Oktoberfest. A día de hoy sigue siendo la cervecería oficial del Estado de Baviera y posee varios locales y biergartens por la ciudad donde degustar sus cervezas de altísima calidad, cuyas botellas y barriles están todas coronadas con las siglas HB.
La Oktoberfestbier de Hofbräu siempre se ha considerado la más fuerte de las seis cervezas que podemos degustar durante el festival, pero desde 2016 Augustiner le ha igualado en contenido alcohólico con un 6,3 %. Por lo demás, se trata de una cerveza Märzen (¡sorpresa!) con mucho cuerpo y el amargor justo para una cerveza festiva diseñada para ser consumida a mansalva y que marida muy bien con todas las delicias gastronómicas que podemos encontrar en la fiesta de la cerveza muniquesa. Durante la Oktoberfest se sirve en la carpa oficial de la marca, Hofbräuzelt, la más grande de todas las carpas que se montan, con capacidad para más de 10.000 comensales.
Löwenbräu Oktoberfestbier
Löwenbräu, la marca del león, es una de las cervecerías más emblemáticas de la capital bávara. No está claro cuándo fue fundada exactamente; algunos apuntan a que ya existía en 1383, mientras que otros prefieren establecer su fecha de nacimiento oficial en 1524, aunque no se cita en los registros de la ciudad muniquesa hasta el siglo XVIII. Sea como fuere, a mediados del siglo XIX y bajo la dirección de la familia Brey, esta cervecería logró consolidarse como la más grande de la ciudad de Múnich. A día de hoy sigue produciendo parte de sus cervezas dentro de los límites urbanos, pero un gran porcentaje de la producción se ha llevado a otros lugares del mundo al formar parte de la multinacional cervecera AB InBev.
Su Oktoberfestbier quizás sea una de las menos valoradas por el público. No sabemos muy bien la razón, pero posiblemente se deba justamente al hecho de no haber podido mantenerse independiente y haber sucumbido a una gran multinacional. Se trata de una cerveza Märzen de color dorado con una graduación alcohólica de 6,1 % que se sirve en las carpas Löwenbräu-Zelt y Schützenzelt. Justamente en la primera de ellas podemos encontrar uno de los símbolos más emblemáticos de toda la Oktoberfest, un león mecánico de enormes dimensiones, emblema de la marca, e inspirado según cuenta la leyenda en el cuadro Daniel en el Foso de Los Leones de Rubens, que representa la famosa escena bíblica protagonizada por el profeta Daniel.
Paulaner Oktoberfest Bier
De las seis marcas de cerveza citadas en este artículo, Paulaner posiblemente sea la más reconocible por parte del público español, en gran medida debido a su comercialización en nuestro país por parte de Heineken España, especialmente su variedad de trigo Paulaner Hefe-Weissbier. También cabe decir que se trata de la cervecera con menos historia de la seis, ya que el origen de esta cervecería muniquesa data del año 1634 cuando fue establecida por los monjes de la Orden de los Mínimos, comunidad fundada por San Francisco de Paula que da nombre a la marca y cuya efigie decora todas sus botellas. Desde entonces, la fábrica ha sufrido diferentes adquisiciones y fusiones empresariales hasta caer en manos de la multinacional holandesa mencionada anteriormente.
Su Oktoberfestbier viene a ser otra Märzen, esta vez con una graduación alcohólica de 6 %, y que, como te puedes imaginar, se fabrica empleando únicamente los cuatro ingredientes admitidos por el Reinheitsgebot. Según sus fabricantes se diferencia de las demás cervezas del festival por su equilibrio especialmente armónico entre el dulzor de la malta y el agradable gusto del lúpulo. Suave en el primer sorbo, despliega después su fortaleza en el paladar, incitando a tomar un nuevo sorbo. Se vende en las carpas Winzerer Fähndl, Armbrustschützen-Zelt y Käferzelt, donde se puede maridar junto a uno de los platos estrella de la Oktoberfest, el Steckerlfisch o pincho de pescado a la brasa.
Spaten Oktoberfestbier
Spaten es una de las cervecerías más arraigadas en Múnich, algo que no es de extrañar si tenemos en cuenta que fue fundada en 1397. Durante siglos ha sido una de las marcas más emblemáticas de la ciudad y alcanzó su máximo apogeo bajo la dirección de la familia Sedlmayr, especialmente con Gabriel Sedlmayr al frente, cuyas iniciales aún aparecen en el logo de la marca a día de hoy, a pesar de haber pasado a manos del grupo empresarial AB InBev junto con Löwenbräu, como comentábamos antes, y Franziskaner, otra afamada cervecería muniquesa. El otro símbolo distintivo de su logo es una pala, justamente la traducción de la palabra spaten al español.
La Oktoberfestbier de Spaten, también conocida como Spaten Ur Märzen, es una de las más populares del festival (ellos mismos se definen como la cerveza número uno de la Oktoberfest) y la segunda más floja en cuanto a graduación alcohólica de las seis que se sirven con un 5,9 %. Se trata de una cerveza perfectamente equilibrada que combina muy bien el sabor de las maltas y el aroma de los lúpulos, resultando en una bier de amargor moderado (sólo 23 IBUs) y cierto dulzor subyacente. Durante la Oktoberfest se sirve en las carpas Schottenhammel, Marstall, Ochsenbraterei y, por supuesto, la oficial de la marca: Spaten-Zelt.
