Afilar los cuchillos de tu cocina es fundamental tanto para profesionales como para cocinillas y aficionados. Es esencial para cortar los alimentos con mayor precisión, para garantizar la seguridad al reducir el riesgo de accidentes y para prolongar su vida útil.
Mantener el filo del cuchillo en buenas condiciones en casa no requiere de herramientas de afilado sofisticadas ni de conocimientos avanzados, y de hecho, si no tienes afilador podrías probar con una taza o plato de cerámica o con el canto de otro cuchillo, aunque los resultados no serán ni muchos menos los mismos. En este artículo, te explicamos cómo afilar un cuchillo en casa con métodos prácticos y efectivos.
Por qué se desafila un cuchillo
La principal razón de que un cuchillo pierda su filo es su uso cotidiano, pero existen otros factores que pueden acelerar aún más este proceso.
Cortar sobre superficies duras como vidrio o mármol, emplear una técnica inadecuada aplicando demasiada presión o golpeando la tabla y utilizar el cuchillo para cortar materiales duros como huesos o alimentos congelados pueden desgastar la hoja rápidamente. Además, un almacenamiento inadecuado, por ejemplo guardando los cuchillos sueltos en un cajón donde rocen con otros utensilios, también contribuye a que se desafilen antes de tiempo.
Por qué es importante mantener un cuchillo afilado
Mantener los cuchillos afilados es esencial para facilitar el trabajo de corte de alimentos. Un cuchillo bien afilado permite realizar cortes precisos y limpios preservando las propiedades de los alimentos al tiempo que nos ahorra tiempo, ya que con un cuchillo afilado tardarás mucho menos en tenerlos listos.
Por otro lado, mejora la seguridad reduciendo el riesgo de accidentes. Al usar un cuchillo desafilado ejerceremos más presión y el cuchillo podría resbalar provocando cortes inesperados.
Por último, manteniendo tus cuchillos bien afilados, alargarás su vida útil y evitarás gastos innecesarios en la compra de nuevos cuchillos.
Técnicas para afilar cuchillos
Dependiendo de tus necesidades y del desgaste existen diferentes técnicas, cada una con sus ventajas y particularidades. Te explicamos cada método y cómo aplicarlo correctamente para recuperar y mantener el filo de tus cuchillos en perfectas condiciones.
Cómo afilar un cuchillo con piedra de afilar
Uno de los métodos más efectivos y tradicionales es la piedra de afilar, con casi toda seguridad el que usaría un afilador profesional de cuchillos. Para hacer un uso correcto, es esencial dejarla en remojo en agua tibia de manera que se evite un desgaste excesivo del metal. Tras humedecer la piedra, coloca la hoja del cuchillo sobre la piedra en un ángulo de 15 a 20 grados y deslízala con movimientos lentos alternando ambas caras del cuchillo hasta recuperar el filo.
Es cierto que tendrás que tener en cuenta una guía de ángulos para afilar cuchillos con este método, por eso, te recomendamos que utilices una base rígida como madera y una cuña que mantenga el ángulo correcto (15-20 grados). Coloca la cuña sobre la base, alinea el cuchillo con el ángulo marcado, y utiliza esta estructura mientras afilas.
No olvides limpiar bien el cuchillo con un trapo húmedo, así como la piedra después de su uso. Del mismo modo, tendrás que dejar la piedra secar antes de guardarla.
Cómo afilar un cuchillo con afilador manual
Prácticos y muy fáciles de usar, los afiladores de cuchillos manuales pueden sacarte del apuro en poco tiempo. Solo debes pasar la hoja del cuchillo por la ranura del afilador asegurándote de mantener un movimiento uniforme y sin ejercer demasiada presión. Aunque no permiten un control tan preciso como la piedra de afilar, son ideales para un mantenimiento rápido y sin complicaciones.
Cómo afilar un cuchillo con afilador eléctrico
El afilador eléctrico es un método rápido y eficaz ya que funciona con discos abrasivos que van desgastando el metal de manera uniforme. Para utilizarlo correctamente todo lo que tendrás que hacer será deslizar suavemente la hoja del cuchillo a través de las ranuras siguiendo las instrucciones del fabricante. Si te decantas por esta opción, debes prestar atención ya que su uso frecuente puede acelerar el desgaste del cuchillo si no se utiliza correctamente.
Cómo afilar un cuchillo con chaira
Más que afilar, la chaira permite mantener el filo alineado y prolongar la efectividad del cuchillo. Utilizarla es tan sencillo como sujetarla en posición vertical, y deslizar la hoja del cuchillo desde la punta hasta la base en un ángulo de unos 20 grados alternando ambas caras del cuchillo. Si quieres unos resultados óptimos, te recomendamos utilizar la chaira antes de utilizar el cuchillo para conservar su filo durante más tiempo.
Cómo afilar un cuchillo con dientes de sierra
Los cuchillos de sierra o dentados como los de pan, requieren un afilado diferente a los de hoja lisa. Para ello, lo mejor es utilizar una varilla de afilado o una piedra cónica que permita adaptarse a los surcos de los dientes.
Para afilar estos cuchillos, coloca la varilla dentro de cada diente del cuchillo y deslízala suavemente con un movimiento hacia afuera manteniendo el ángulo del filo original. Será necesario repetir el proceso en cada diente hasta recuperar el filo.
Consejos para mantener un cuchillo afilado
Para asegurar que tus cuchillos se mantengan en óptimas condiciones y su filo se prolongue por más tiempo, es importante seguir una serie de cuidados sencillos y efectivos al mismo tiempo.
En primer lugar recomendamos usar siempre una superficie de corte adecuada, como una tabla de madera o plástico, para evitar dañar la hoja del cuchillo. Al terminar de usarlos, limpiarlos y secarlos bien es esencial para evitar que se oxiden, así como guardarlos en una funda o envueltos en paños para evitar que el filo se desgaste.
Otra recomendación es que te acostumbres a utilizar una chaira regularmente para alinear el filo y evitar que pierda su precisión entre un afilado y otro. Por último, evita lavar los cuchillos en el lavavajillas o utilizando estropajos metálicos, ya que el calor, los detergentes, y las fibras metálicas pueden desgastar la hoja del cuchillo.
