El restaurante más antiguo de España por aclamación popular, porque es relativamente demostrable y porque incluso el libro Guinness World Records lo distingue como el más vetusto del mundo es el restaurante Botín, también conocido como Casa Botín o Sobrino de Botín, que obviamente también es el restaurante más antiguo de Madrid. Este último es uno de los nombres que tuvo en el pasado y que a día de hoy puede leerse todavía en el cartel que llena la fachada.
El 1725 fue el año de su fundación, como atestigua una piedra con la cifra grabada justo en la entrada. Fue en aquel momento cuando un hombre llamado Jean Botín y su esposa abrieron en un inmueble de la calle Cuchilleros número 17 de Madrid una posada con horno de leña. La particularidad de este alojamiento era esa construcción pensada para cocinar, que los hospedados podían usar para preparar los alimentos que adquirían en las cercanías. Los comerciantes de la época no terminaban de ver con buenos ojos los establecimientos con servicio de comidas y esta opción era común.
Con el paso de los años el negocio fue evolucionando —pasando incluso por ser una pastelería, según parece— hasta convertirse en un restaurante como el que conocemos hoy en día. Una casa de comidas en la que la cocina castellana es la norma, teniendo una especial fama sus asados cocinados en el antiguo horno de leña, y por la que se afirma que pasaron personajes ilustres como Francisco de Goya, cuando todavía era un joven pintor desconocido, Ernest Hemingway o Benito Pérez Galdós.
Al margen de Botín, otros establecimientos restauradores en España afirman ser el más antiguo. Como la Antigua Taberna Las Escobas, de Sevilla, que encontraría sus orígenes en una taberna del 1386, o Can Xarina, en el pueblo barcelonés de Collsuspina, un antiguo hostal que en 1550 habría empezado a servir comidas a sus huéspedes. Sin pruebas concluyentes, resulta complicada e irresoluta cualquier aseveración absoluta.