Lo de servir comida y bebida es tan antiguo como la humanidad. ¿Cuándo podemos datar como tal la aparición del restaurante más antiguo del mundo? Aunque a primera vista puedan hacernos creer que está en Madrid y fue abierto en el siglo XVIII, lo cierto es que la historia enseña muchos siglos antes la existencia de restaurantes con más antigüedad. Resulta realmente difícil encontrar un dato preciso e irrefutable al respecto, pero trataremos de aportar algo de luz a esta cuestión.
St. Peter Stiftskeller del año 803 es el restaurante más antiguo del mundo
Según muchas clasificaciones elaboradas por diferentes medios de comunicación y webs especializadas, el restaurante más antiguo del mundo es St. Peter Stiftskeller en Salzburgo, Austria, fundado en el año 803. Este establecimiento se ubica tras los muros del monasterio de St. Peter's Archabbey de la ciudad austriaca. Sus más de mil años de historia quedarían acreditados por el poeta Alcuino de York. Este reconocido erudito, que llegó a servir a Carlomagno, habría mencionado este espacio en un documento de aquel año.
No se tendría nueva constancia del restaurante St. Peter Stiftskeller hasta cerca de quinientos años después cuando el Monje de Salzburgo, famoso poeta y compositor, lo nombró en una de sus obras. En 1510 el lugar se ampliaría, en 1720 comenzarían a llenar sus salones comensales pertenecientes a las clases medias emergentes, la nobleza y el clero y en 1803 sería autorizado a preparar y servir su propia cerveza.
Más de un milenio después, y tras cierres forzosos a lo largo de la historia que pausaron su existencia, se ha convertido en un espacio gastronómico de lujo. En él, un gran equipo de cocineros lleva a cabo una propuesta en la que destacan platos austríacos refinados, ejecutados con una buena mezcla de innovación y técnica. St. Peter Stiftskeller es uno de los principales y más destacados restaurantes de Salzburgo.
Los otros restaurantes más antiguos del mundo
Además de St. Peter Stiftskeller, existen indicios de otros muchos restaurantes por todo el mundo con una historia centenaria a sus espaldas. Estos son algunos de los más reconocidos:
Bianyifang, 1416 (Pekín, China)
Situado en Pelín y datado en 1416, está especializado en pato pekinés. Es considerado el restaurante en funcionamiento más antiguo de la capital china. Durante casi cuatro siglos fue una pequeña cocina que elaboraba este plato tradicional junto a otros de pollo, hasta que a principio del siglo XIX se transformó en un restaurante más grande similar al actual. Dada la popularidad que alcanzó en su época de mayor esplendor, unos cuantos establecimientos del resto del país tomaron prestado su nombre, aunque la mayoría ya no existan. En las mesas del Bianyifang continúa ofreciéndose una cocina tradicional pekinesa de la época de la dinastía Qing, siendo todavía el rey su pato.
Zum Franziskaner, 1421 (Estocolmo, Suecia)
Un despacho de cerveza de Múnich abierto en el año 1421 en la ciudad de Estocolmo, Suecia. Ellos mismos se autoproclaman como la taberna más antigua de la ciudad. Según su propia documentación, fue fundado cuando el rey Erico de Pomerania permitió a los monjes vender comida y bebida. En la actualidad se ubica en un edificio de 1910 de estilo modernista y se especializa en elaboraciones alemanas, aunque antiguamente fue un comedor de lujo.
The Tour d’Argent, 1582 (París, Francia)
Con apertura fechada en 1582 según sus responsables en la ciudad de París, alberga una de las bodegas más grandes del mundo con 1.200 metros cuadrados. Era frecuentado por el monarca Enrique IV de Francia y III de Navarra. En la actualidad practica una cocina moderna y distendida, con reinterpretaciones clásicas, que le valen lucir una estrella Michelin en la edición 2017 de la guía gastronómica gala. En el pasado tuvo tres estrellas Michelin.
Botín, 1725 (Madrid, España)
Según el libro Guinness World Records, es el restaurante más antiguo del mundo, fundado en 1725, aunque como hemos visto existen otros muchos restaurantes anteriores que se adjudican ese mérito. Desde su nacimiento ha pasado de casón con horno de leña donde los huéspedes guisaban sus propios alimentos a pastelería y después restaurante, condición que hoy mantiene. Ha aparecido en obras literarias de autores tan universales como Ernest Hemingway, Ramón Gómez de la Serna o Carlos Arniches, y siendo todo un clásico del centro de la capital española.