Conocidas por su intenso color verde, su olor y sabor refrescantes, la menta y la hierbabuena son dos de las plantas aromáticas más utilizadas, tanto como condimento culinario como en terapias con fines medicinales. Ahora bien, ¿sabrías diferenciar la una de la otra? Analizamos en detalle las características de ambas hierbas para que sepas distinguirlas fácilmente: desde la morfología, color y textura de sus hojas hasta su aroma, pasando por sus usos más comunes y los beneficios para la salud que aporta cada una de ellas.
Qué es la menta
La menta es una planta aromática que pertenece al género Mentha, un conjunto de herbáceas con características similares entre sí y que llevan empleándose con fines medicinales desde la antigüedad. Desde un punto de vista botánico, la menta es el término que utilizamos comúnmente para referirnos, además de a ese conjunto o género de plantas, a la mentha piperita, una variedad específica que por su aroma, la forma y el tamaño de sus hojas, su tallo, etc., se diferencia de las del resto de herbáceas de la misma familia, la Lamiaceae.
En cuanto a su cultivo, a la mentha piperita le gusta mucho el sol, puesflorece sobre todo en verano o en zonas con climas cálidos y soleados. Sus plantaciones están tan extendidas por todo el mundo como su consumo gastronómico y medicinal, y se dice incluso que no existe un huerto sin la presencia de alguna variedad de menta. Una de las características de la menta es que, pese a lo que pueda parecer, tanto su tallo como sus hojas y ramas son fuertes y resistentes, por lo que aguantan bastante bien los cambios de temperatura y humedad. Otras variedades de menta, como veremos en el caso de la hierbabuena, son más delicadas.
Si pensamos en la menta como ingrediente culinario, esta planta se utiliza sobre todo para aromatizar infinidad de platos, tanto dulces como salados. Sin embargo, la piperita no es la variedad de menta más demandada en gastronomía de cuantas existen, pero sí posee en cambio un gran valor como planta medicinal aplicada en terapias naturales, productos cosméticos, tratamientos cutáneos, etc.
Qué es la hierbabuena
Dentro del género Mentha, y junto a la mentha piperita o menta, se encuentra la hierbabuena o mentha spicata, como se le conoce científicamente. Perteneciente también a la misma familia de las Lamiaceae, la hierbabuena se caracteriza de igual forma por ser una de las plantas aromáticas más valoradas desde hace miles de años en medicina tradicional. Fue más tarde cuando el aroma, el sabor y la versatilidad de esta planta conquistaría a la gastronomía mundial, convirtiéndose así en un ingrediente esencial en multitud de recetas saladas, bebidas y cócteles, postres, etc.
Entonces, ¿es correcto si decimos que la hierbabuena es un tipo de menta? Sí y, de hecho, hay estudios que apuntan que esta es en realidad un híbrido entre dos especias de menta: la negra y la blanca. En lo que respecta a su cultivo, la spicata presenta un tallo y unas ramas más finas y delicadas que en el caso de la piperita -veremos, de hecho, que esta es una de las grandes diferencias entre ambas especias-. Por eso, se trata de una planta que exige un clima soleado y cálido, soportando menos la bajada de temperaturas. Su gran capacidad para adaptarse al medio es otra de las características de la hierbabuena, también conocida como yerbabuena o menta de jardín.
El gran potencial que demuestra la spicata, tanto en gastronomía como en terapias medicinales, es otra de las virtudes que comparte con su pariente la menta. Y aunque hay aspectos importantes que las diferencian -ahora los vamos a conocer- ambas herbáceas destacan por aromatizar y dar frescura a infinidad de recetas, pero también para aportar multitud de beneficios y propiedades.
Diferencias entre menta y hierbabuena
La primera diferencia que encontramos entre la menta y la hierbabuena es en la forma de sus hojas. Las de la piperita son de un color verde más intenso, más alargadas, tienden a crecer más hacia arriba y son ligeramente más puntiagudas en comparación con las de la spicata.
También las ramas de la primera son más gruesas y robustas que en el caso de la hierbabuena, por lo que es más resistente al clima y soporta mejor la bajada de temperaturas. Por su parte, la planta de la hierbabuena posee un tallo y unas ramas más finas, por eso al crecer tiene tendencia a posarse sobre el suelo con más facilidad. Su follaje es también más delicado, aunque más rugoso al tacto y con una forma más redondeada por los lados.
El aroma es otro aspecto diferenciador entre ambas herbáceas, lo que también condicionará el uso culinario que se le quiera dar después a cada una de ellas. Basta con frotarse un puñado de hojas de piperita entre las manos para notar el intenso aroma que desprende esta variedad, mucho más que en el caso de la hierbabuena.
Cuál es mejor: menta o hierbabuena
Si no estás muy habituado a utilizar ambas hierbas, es posible que te cueste diferenciarlas fácilmente. Por eso, conocer qué matices aromáticos puede aportarte cada una de ellas hará que les saques el máximo partido, tanto en cocina como en su uso como plantas medicinales. Ahora bien, ¿es mejor la menta o la hierbabuena? ¿En qué casos se recomienda usar una u otra variedad? Vamos a verlo.
Si atendemos a las propiedades y beneficios de la menta y la hierbabuena, podemos decir que ambas son igualmente beneficiosas. Ninguna se puede catalogar como peor, pues está demostrado que un consumo adecuado de ellas aporta grandes beneficios para la salud. Entre los más destacados, ambas mentas poseen un importante aporte de vitaminas y minerales para el organismo, tales como la vitamina A, el hierro, el magnesio, la fibra y el folato.
Sin embargo, es cierto que las propiedades de la piperita son más antiinflamatorias y suelen estar más enfocadas a tratar problemas relacionados con las vías respiratorias. Por su parte, la hierbabuena destaca por ser un gran aliado de la salud digestivaen general, pues su consumo ayuda a la expulsión de gases acumulados, a disminuir la hinchazón abdominal, a prevenir cólicos, náuseas y otras molestias de estómago.
Como condimento en la cocina, se puede decir que la menta se utiliza más para infusiones o para aromatizar bebidas o cócteles gracias a su potente sabor y su intenso aroma, mucho más pronunciado que en el de la hierbabuena. Ésta, en cambio, es mejor para integrarla como ingrediente de algunas recetas como cremas tanto frías como calientes, guisos, salsas, platos de pasta, arroz, etc.
Fuera de las cocinas, tampoco una variedad de menta es mejor que la otra. Simplemente, es importante conocer bien las propiedades predominantes que hemos visto de cada una de ellas para saber aprovecharnos al máximo de todos sus beneficios. Si tienes dudas sobre cuál podría ser mejor para tu caso, nuestro consejo es, como siempre, que consultes con tu médico de confianza, nutricionista o experto en medicina natural. Él te indicará cuál de las dos plantas es mejor para tu caso en particular, e incluso si podría existir alguna contraindicación a la hora de consumirlas, ya sea vía oral o tópica.
Recetas ricas con menta y hierbabuena
Como hemos visto, la gastronomía no se priva de abrirle paso a estas dos aromáticas plantas capaces de dar vida y frescura a un sinfín de recetas, bebidas y cócteles. En el caso de la menta piperita, ya te lo hemos adelantado: su uso va más enfocado a aromatizar bebidas e infusiones, pues el sabor que posee es mucho más fuerte que en el caso de la hierbabuena.
Sin embargo, eso no significa que la menta no juegue un importantísimo papel como condimento culinario. ¿Has probado la salsa de menta tan típica de la cocina anglosajona? ¿Te has animado a añadir unas hojas a tus sopas y guisos? ¿Y en helados? ¿A quién no le gusta la combinación del chocolate con la menta? Desde ensaladas hasta granizados, pasando por sopas y cócteles y postres donde se combina esta aromática con frutas y chocolate, en nuestra sección de recetas con menta encontrarás una amplia variedad de platos donde esta hierba está presente.
También tenemos un recetario dedicado su compañera la spicata. Y es que con la hierbabuena se pueden realizar elaboraciones tan ricas como un tartar de frutas, helados y también guisos, sopas frías, cremas calientes, estofados donde se ha aromatizado el caldo con sus hojas… Y platos tan clásicos como el flaó ibicenco, el gofio escaldado o el puchero andaluz. Y cómo no mencionar el uso de la hierbabuena en cócteles tan populares como el mojito. Las recetas con hierbabuena están a la orden del día.
Dulces, saladas, mentoladas, refrescantes… La variedad de recetas que se pueden elaborar con estas plantas es tan amplia como alcance tu imaginación. Y ahora que ya conoces las diferencias, matices y todas las posibilidades que te ofrecen, ¿a qué esperas para incluirlas en tus próximas elaboraciones? No solo por su sabor merecerá la pena, sino también por sus todos los beneficios que le aportarás a tu organismo.