En una carta de restaurante es habitual encontrar platos con calamares y otros con chipirones. Esto puede confundir a algunas personas, haciéndoles pensar que son dos especies distintas, pero no es así. Chipirón es una denominación popular y extendida en España para designar las crías de calamar o los calamares de pequeño tamaño. ¿Te quedan dudas? Las resolvemos a continuación.
Qué es un calamar
El calamar es un molusco cefalópodo (Loligo vulgaris), también llamado téutido. Tiene una forma de puro o cigarro y posee 2 tentáculos y 8 brazos. En su etapa adulta puede medir desde los 20 cm a casi un metro de longitud. Vive cerca del litoral, a unos 500 o 600 metros de profundidad. En España se puede pescar en muchas zonas costeras del mar Mediterráneo y también en el Atlántico y en el Cantábrico. También en el Océano Índico y en el Pacífico son animales comunes. Es, por lo tanto, un alimento extremadamente popular en casi todo el mundo. Además del cuerpo del animal (llamado manto), las patas, los tentáculos y la tinta del calamar son comestibles. Es un plato apreciado en nuestro país y una de las tapas más demandadas.
Qué es un chipirón
La palabra chipirón se usa popularmente para designar a un calamar de pequeño tamaño. El origen de esta palabra para designar a un calamar joven está en el País Vasco, donde en algunas regiones costeras llamaban (y siguen llamando) txipirón a los calamares de menor calibre. Es uno de los grandes protagonistas de la gastronomía vasca, a los vascos les apasiona este pequeño calamar. En el Cantábrico se pescan en verano, porque en septiembre empiezan a crecer. La receta clásica de chipirones es en su tinta y también a la plancha, pero se pueden preparar de múltiples formas.
Diferencias entre calamares y chipirones, ¿cómo distinguirlos?
En realidad no hay ninguna diferencia entre el calamar común y el chipirón, excepto su tamaño. Los calamares son los ejemplares adultos y más grandes y los chipirones, las crías más pequeñas. En cualquier caso algunos aprecian un sabor y una textura distinta en ambos que les hace decantarse por unos u otros.
Tamaño: el calamar grande, el chipirón pequeño
Aquí el tamaño sí importa. Porque es lo que ayudará a distinguir unos de otros. Aunque la palabra chipirón es una forma general de nombrar a los calamares pequeños y no existen medidas estándares para ellos, sí podemos dar alguna aproximación. Un calamar adulto de media mide unos 20 o 25 cm y pesa entre 300 y 500 g. Un chipirón es más pequeño y puede pesar entre 60 y 150 g. Estas medidas y pesos son generales y variables, pero pueden darnos a ojo una idea de si tenemos delante uno u otro.
Sabor y textura: chipirones más tiernos según los más expertos
El calamar y el chipirón son el mismo animal y es verdad que, aunque en principio, el sabor de ambos no difiere, sobre gustos no hay nada escrito. Es decir, hay gente que prefiere comer calamar, y luego existe una legión de fieles a los chipirones, de tal forma que, si en la carta del restaurante están ambos platos con la misma receta, ellos elegirán siempre chipirones. El calamar es un molusco con un sabor delicado, no tiene un gusto tan potente como otros productos del mar. Es muy carnoso, con una textura firme y un ligero dulzor. Si no se cocina correctamente puede resultar gomoso o duro. Por eso es tan importante darle el punto adecuado de cocción. Este sabor suave le permite empaparse de todos los sabores y aromas de la receta. Pero solos, con poco aliño y a la plancha también resultan deliciosos. Muchos prefieren los chipirones, Especialmente el de potera (un arte de pesca) o el de ría son un pequeño lujo para el paladar. Aquellos que eligen chipirón antes que calamar destacan su textura aún más fina y tierna, es un aspecto subjetivo y de gusto particular. Al igual que el calamar, el chipirón admite miles de recetas. Te contamos algunas de las más populares.
Recetas con calamares y chipirones
Ambos son ideales para las más sencillas elaboraciones. Unos calamares a la plancha con un poco de ajo, perejil y aceite de oliva ya son una delicia. También es frecuente prepararlos en una salsa con su propia tinta. Los calamares en su tinta es un guiso popular que no posee complicación alguna. De hecho, los guisos son una de las formas de cocinar calamares más comunes. Un guiso de papas y calamares también es sencillo de elaborar y es uno de esos platos reconfortantes ahora que empiezan a bajar las temperaturas. Y luego, está el arroz. Calamares y arroz es un matrimonio bien avenido de toda la vida. Arroz caldoso, arroz del senyoret o arroz negro, aquí la lista de recetas con este dúo puede ser casi tan grande como nuestra imaginación y buena mano en cocina. ¿Más simple me lo piden? Un bocadillo de calamares rebozados les proponemos. Pocos se resisten a uno de esos.
Los chipirones, asimismo, admiten una cantidad enorme de recetas con ellos. A la plancha y con poco aliño también son una maravilla gastronómica. El tomate le va como anillo al dedo, igual que a los calamares. Unos chipirones en salsa de tomate son una de esas recetas que devora toda la familia, agradecidos de hacer y comer. Y si las recetas muy nuestras ya las tienen dominadas, un curry verde de verduras con calamares o chipirones les dejará buen sabor de boca. Los aficionados a estos moluscos lo tienen fácil con cualquier receta como estas para disfrutar de ellos.