Los huevos camperos y los ecológicos han ganado popularidad en los últimos años gracias a una mayor conciencia sobre el bienestar animal y la calidad de los alimentos. Sin embargo, a menudo se confunden sus diferencias, que no solo afectan a la producción de los huevos, sino también a su impacto ambiental.
Vamos a explicar qué distingue a los huevos camperos de los ecológicos, sus características principales y en qué se parecen, que es en más de lo que imaginas. Lo que queremos es darte algunas herramientas informativas para que puedas elegir justo lo que quieres.
Qué son los huevos camperos
Los huevos camperos son aquellos que provienen de gallinas criadas en semilibertad. Esta definición es un tanto inexacta, o abierta, y hace referencia exclusivamente a los grados de libertad del que disponen estos animales.
Según la normativa europea, las gallinas ponedoras en sistemas de producción campera deben tener acceso continuo al aire libre durante el día, permitiéndoles comportamientos naturales como picotear y escarbar. Por la noche, se alojan en naves cerradas para su protección. Este método de cría se identifica en el código impreso en la cáscara del huevo, donde el primer dígito es el número 1, indicando que proviene de gallinas camperas. Estas regulaciones están detalladas en el Reglamento (CE) n.º 589/2008 de la Comisión, que establece las disposiciones de aplicación en lo que atañe a las normas de comercialización de los huevos.
La principal diferencia entre huevos camperos y los de gallinas criados en suelo, de clase 2 o 3 es en términos de bienestar: las gallinas camperas, a pesar de pasar por un sistema industrializado, disfrutan de mayor libertad que las criadas en jaulas o en suelo, lo que les permite expresar comportamientos naturales como anidar o darse baños de arena. Aunque no cumplen con los estándares de sostenibilidad de los huevos ecológicos, representan un avance muy importante en términos de bienestar animal.
Qué son los huevos ecológicos
Los huevos ecológicos, por su parte, cumplen con requisitos más estrictos, tanto en la cría de las gallinas como en la sostenibilidad de las granjas de huevos ecológicos. Estos huevos se identifican con un código que comienza con el número 0, lo que garantiza que provienen de un sistema de producción regulado bajo normativas ecológicas.
Las gallinas de huevos ecológicos tienen las mismas condiciones de espacio al aire libre que las camperas, pero su alimentación es exclusivamente ecológica y el bienestar animal es prioritario en la producción. Las gallinas tienen acceso constante al aire libre, donde pueden comportarse de manera natural. La idea es que las normativas ecológicas aseguren que estas prácticas sean respetadas, lo que se traduce en mejores condiciones de vida para las aves. ¿Cambia esto la calidad de los huevos?
Mónica CánovasEn qué se diferencian los huevos camperos y los ecológicos
Haciendo acopio de todo lo visto, resumamos en unos pocos puntos qué diferencias específicas encontraremos.
Código del huevo
La clasificación del código en los huevos permite identificar rápidamente el tipo de crianza de las gallinas ponedoras. Los huevos camperos llevan el código 1. Los huevos ecológicos, por otro lado, están marcados con el código 0.
Alimentación
La alimentación de las gallinas marca una diferencia entre ambos tipos de huevos. Las gallinas camperas son alimentadas principalmente con piensos convencionales (aunque esto depende del granjero). Sin embargo, al poder picotear en el suelo, su dieta se complementa con hierbas, insectos y otros elementos naturales. Esto puede influir ligeramente en el sabor y perfil nutricional de los huevos, aunque no hay cambios significativos en su composición.
En cambio, las gallinas que producen huevos ecológicos reciben exclusivamente piensos certificados ecológicos. Esto, se supone, significa que sus piensos no contienen pesticidas, herbicidas ni organismos genéticamente modificados (OGM). Además, las granjas ecológicas deben cumplir con regulaciones que minimizan su impacto ambiental, como la gestión sostenible de residuos y el uso eficiente de recursos.
Regulaciones
Las normativas de producción también distinguen a los huevos camperos de los ecológicos. En el caso de los huevos camperos, las gallinas deben cumplir con requisitos básicos de bienestar animal, como acceso al aire libre y espacio suficiente para moverse, un mínimo de 4 metros cuadrados por animal en las áreas exteriores establecidos por la normativa. Sin embargo, los huevos ecológicos deben seguir normativas más estrictas, que incluyen tanto el bienestar animal como la sostenibilidad de las granjas. Estas regulaciones aseguran que la producción ecológica minimice su impacto ambiental y promueva prácticas éticas en la avicultura.
Impacto ambiental
En términos de sostenibilidad, los huevos camperos no necesariamente siguen criterios estrictos. Aunque ofrecen mejoras respecto a los sistemas intensivos de producción, su impacto ambiental puede variar dependiendo de las prácticas específicas de las granjas. Por el contrario, los huevos ecológicos están diseñados para minimizar el impacto ambiental, con normativas que promueven una gestión eficiente de recursos, el uso de piensos ecológicos y la reducción de residuos. Esto convierte los ecológicos en una opción más sostenible para consumidores conscientes del medio ambiente.
Precio y disponibilidad
Probablemente, el precio y la accesibilidad sean de los factores más importantes a la hora de elegir entre huevos camperos y ecológicos. El precio de los huevos ecológicos suele ser más caro y son menos accesibles, debido a los mayores costes asociados con su producción, como la alimentación ecológica y el cumplimiento de las normativas de sostenibilidad. Por otro lado, el precio de los huevos camperos es más asequible y son más fáciles de encontrar, lo que los convierte en una opción intermedia para quienes buscan mejorar el bienestar animal sin incurrir en el coste adicional de los ecológicos.
En qué se parecen los huevos camperos y los ecológicos
Si los comparamos con los huevos de clasificación 2 y 3, ambos tipos de huevos comparten el beneficio de provenir de gallinas criadas en condiciones que respetan el bienestar animal, ofreciendo productos con probable mejor calidad (por el menor estrés que sufre la gallina) en comparación con los huevos de cría en jaula o suelo. Esto lo decimos, de nuevo, teniendo en cuenta que no hay estudios que indiquen diferencias nutricionales entre un tipo y otro, aunque sí las hay en tamaño y otros aspectos organolépticos. Por otro lado, también los suelen preferir consumidores conscientes que valoran la ética en la producción.
Si buscas sostenibilidad y piensos ecológicos, obviamente, los huevos ecológicos son la mejor opción. Por otro lado, los huevos camperos representan una alternativa más accesible que también mejora el bienestar animal en comparación con las prácticas intensivas. Ambos tipos de huevos son una muestra de cómo la producción avícola puede avanzar hacia modelos más responsables y de mayor calidad.