Presentes en culturas culinarias de todas las regiones del planeta, las legumbres juegan (y han jugado) un importante papel en la alimentación de la humanidad. De entre todas ellas, una de las más populares y consumidas en España es la lenteja. Esta legumbre procede de la planta herbácea milenaria del mismo nombre y cuya cosecha es anual.
En realidad, el alimento que consumimos es la semilla comestible de la planta de la lenteja, que se caracteriza por su forma, convexa por ambas caras. Esta semilla crece a medida que lo hace la planta, protegida dentro de una vaina individual de la que se extrae cuando es cosechada. De entre todas las variedades existentes, vamos a ahondar en dos de ellas: la lenteja pardina y la lenteja roja. ¡Preparen la cuchara!
Qué es la lenteja pardina
La lenteja pardina, a veces también llamada "francesa", es una variedad de semilla de la planta leguminosa de la lenteja que es comestible una vez cosechada. La lenteja se seca con el objetivo de conservarse y se hidrata antes de ser cocida en agua, caldo o como parte de un guiso. Es una de las variedades más tradicionales en España, donde se cultiva y puede encontrarse muy presente en el recetario popular. Su principal productor mundial es Canadá.
Qué es la lenteja roja
La lenteja roja, también conocida como "lenteja turca", es otra variedad de semilla de la planta leguminosa de la lenteja. Esta no necesita hidratarse antes de ser cocinada y encuentra su máxima popularidad en la India, país en el que está presente en la cocina popular que, en la mayor parte de las ocasiones, la trata en platos veganos y vegetarianos.
Diferencias entre la lenteja pardina y roja
Además de cuestiones de origen de ambas variedades, la diferencia principal entre una y otra variedad de lenteja es el color que hace que ambas variedades sean fácilmente reconocibles a la vista. Una vez identificadas por su aspecto, la segunda gran diferencia es la presencia, o no, de una piel que cubre de manera hermética el interior de las legumbres y que, en este caso, una de las variedades no posee.
Aspecto y color de la lenteja, el nombre lo dice todo
La lenteja pardina es reconocible por su color pardo, del que toma su nombre, aunque puede tener algunos pequeños puntos aún más oscuros, en grises o negros. Su interior es amarillo pajizo pero su exterior apenas cambian de color una vez cocidas. También por su pequeñísimo tamaño, en torno a los 4 milímetros.
La lenteja roja presenta un tamaño similar a la pardina, pues es solo un poco más grande. De color rojo pálido, más bien anaranjada o incluso rosáceo, su tonalidad exterior se transforma cuando se han cocido y pasa a ser tomar tonos amarillos.
Presencia de piel, inexistente en la lenteja roja
A diferencia de la pardina, que se encuentra rodeada por una piel que la acompaña en su cocción, la lenteja roja no tiene piel, lo que la convierte en ideal para cocinar sopas, purés, currys o elaboraciones como el hummus, pues logra una textura más fina en ellas.
Esta característica en particular es muy importante, pues la diferencia no solo del resto de lentejas, sino de las demás legumbres. Además, puede resultar muy beneficiosa para dos tipos de consumidores: aquellas personas que normalmente tengan dificultades para digerir las legumbres, pues no generan gases, y también para aquellos cuyas dietas requieren de alimentos integrales.
Tiempos de remojo y cocción, más rápidos en la lenteja roja
Antes de ser cocinada, después de limpiarse, la lenteja pardina seca y en crudo necesita estar a remojo entre 2 y 8 horas. Su cocción variará sustancialmente en función de la dureza del agua empleada y de que se realice en olla tradicional (entre 1 hora y media y 1 hora y 45 minutos) o en olla exprés (sobre 1 hora).
Precisamente por su característica de ausencia de piel o cáscara que la cubra, la lenteja roja es más frágil que la pardina. No necesita remojo, aunque siempre han de limpiarse antes de ser cocinadas. Su tiempo de cocción es más reducido, de entre 15 y 20 minutos. Excedido este tiempo, se ablandan y se deshacen, lo cual es ideal si se usarán para preparan puré.
Sabor, la clave a favor de la lenteja pardina
La lenteja pardina tiene un sabor fino, más marcado que la variedad roja y que otras variedades de lenteja, que genera buena estructura cuando se cocina en caldos. En el caso de la lenteja roja, el sabor es bastante neutro, por lo que resulta fácilmente combinable con todo tipo de ingredientes y a la hora de crear platos sabrosos agradece y atrapa el impulso que especias como el curry puedan darle.
Recetas con lentejas
En función de la variedad, podemos sugerir unas u otras recetas para elaborar esta nutritiva legumbre. Aunque, en todos los casos, destaca la versatilidad de esta semilla, que casa y combina con gran cantidad de ingredientes y puede degustarse tanto en platos de cuchara (tradicionales en las épocas en las que bajan más las temperaturas) como en platos fríos o como parte de hamburguesas de legumbres o panes.
En el caso de la lenteja pardina, con gran peso en la cocina popular española, encontramos gran cantidad de opciones a la hora de emplearlas como ingrediente. En una crema de lentejas al curry, en las clásicas lentejas con costilla de cerdo o con chorizo, con pollo y champiñones… y en diferentes y variadas versiones combinadas con verdura, como en el caso de las lentejas con calabaza, las que se sirven con espinacas o con hongos, en el caso de las lentejas con boletus. Son también un plato básico pero muy rico en unas con lentejas con patatas y arroz o en una sopa de lentejas. Además, aparecen también como ingrediente en platos más frescos, como la ensalada.
La lenteja roja es un ingrediente ideal para preparar en un curry de lentejas rojas y verduras o como parte de un dal indio, ambos platos económicos, saludables y muy reconfortantes.
Las lentejas pueden emplearse además como ingrediente para preparar una hamburguesa de lentejas.