Algunas personas creen que los pimientos de otros colores que no son el rojo provienen de otros países o son de otra especie. Lo cierto es que el color solo viene determinado por el grado de maduración del alimento. Todos los pimientos proceden de la misma especie llamada Capsicum annum, que puede adoptar una enorme variedad de formas, tamaños o colores.
Cada variedad se comercializa en un punto de maduración concreto. Por ejemplo, un pimiento del piquillo siempre es rojo y el pimiento italiano es verde porque se cosechan justo cuando alcanzan ese color. Entonces, ¿es esta la única diferencia? No, existen más aspectos fundamentales que los diferencian, precisamente porque el grado de maduración establece sus cualidades definitivas. Saber cuáles son las características de un pimiento rojo, verde y amarillo es importante porque en tus platos cada uno de ellos aporta propiedades y beneficios distintos.
Qué es un pimiento
El pimiento es una planta originaria de América y su fruto se llama de la misma manera. Esta hortaliza puede tener tamaños, formas y sabores variados. La planta que da este fruto es de la especie Capsicum annum (de la familia de las Solanáceas), la mayor parte de las variedades cultivadas en Europa y en el resto del mundo pertenece a dicha especie. El fruto es una baya hueca y con volumen que contiene semillas blancas o amarillas. Su temporada natural es el verano. En cuanto a colores, existen pimientos rojos, verdes y amarillos, de los que hablaremos aquí, pero también los hay de tonos anaranjados. En cuanto a formas adopta las más variadas: desde las grandes y redondeadas, hasta las pequeñas y serpenteantes.
Es un alimento nutritivo, con mucha agua y nutrientes como vitamina C, A y fibra. Se consume tanto crudo como frito, asado o en diferentes cocciones. Es versátil, admite muchas posibilidades en cocina y puede añadirse a multitud de platos. Es un ingrediente básico en las gastronomías de medio mundo, como las latinas, las asiáticas o la española, sin ir más lejos.
Cómo diferenciar el pimiento rojo, verde y amarillo
El grado de maduración de un pimiento decide su color. Este tiempo de maduración es el que finalmente también determina sus propiedades, su sabor y su precio. Un pimiento verde no sabe, ni vale, lo mismo que uno amarillo o uno rojo. Esto es algo que sabemos por experiencia. Pero, tal vez, no sepas por qué es así, ni por qué se recolectan en distintos momentos. Te lo contamos a continuación.
Grado de maduración, el comercio manda
Todo se resume en la cantidad de tiempo que el pimiento pasa en la planta. Relacionamos el verde con la inmadurez (tenemos hasta dichos populares para ello como el de 'estás muy verde), y como todos los refranes o dichos tienen un origen en la realidad. Las frutas y las hortalizas verdes suelen estar poco maduros. El pimiento verde es que el menos tiempo pasa en la planta, el primero en ser recolectado. Los tiempos en agricultura no son matemáticos, puesto que depende de muchos factores como la climatología, pero en general podemos decir que los pimientos verdes se recolectan tras 70 días tras el trasplante de la planta. A partir de ahí, el pimiento pasa a color amarillo o anaranjado hasta alcanzar el rojo, que es el punto más alto de maduración. Esto puede suceder entre 4 y 5 meses tras el trasplante. Cada variedad se recolecta en distintos momentos del proceso, así que básicamente escoger el grado de maduración ideal es un tema comercial.
Propiedades: cuanto más madurito, mejor
Ser maduro es un punto extra en muchos casos. Lo saben los vinos, los quesos y los pimientos también. Cuanto más maduro es un pimiento, más nutrientes acumula. Eso no significa que los verdes o amarillos no sean excelentes alimentos, que lo son, simplemente significa que el rojo es más rico en fibra, en vitamina C y en vitamina A (son hasta 9 veces más ricos que el resto en esta última vitamina). Posse más cantidad de licopeno, un antioxidante natural como la vitamina C. Los verdes, en cambio, poseen más clorofila, y los amarillos más carotenos como la luteína.
En cualquier caso, todos los pimientos son bajos en calorías, unas 30 kcal en 100 gramos y su porcentaje en grasas es irrelevante. Contienen mucha agua y poco sodio, lo que les convierte en un diurético estupendo. Además proporcionan magnesio, potasio o cobre. La combinación de nutrientes de cualquier pimiento previene problemas digestivos, ayuda a controlar el colesterol y reduce la probabilidad de riesgo cardiovascular.
Sabor, del picante al dulce
El distinto punto de maduración de cada uno de ellos define su sabor. Claramente el sabor de un pimiento verde es muy distinto al de uno amarillo o al de un pimiento rojo. Los verdes son menos dulces, incluso pueden resultar amargos y son picantes. Los amarillos están a mitad de camino entre verdes y rojos en sabor. No son tan dulces como los rojos, ni tan picantes como los verdes. Su dulzor, digamos, está equilibrado. Por este motivo, los amarillos son los favoritos de aquellos consumidores a quienes no les convencen los pimientos. Los rojos son muy dulces en comparación con el resto. Y, aunque todos pueden comerse crudos y son sabrosos, los rojos son especialmente deliciosos para usarlos en recetas como ensaladas o batidos de frutas y verduras.
Precio: cuanto más maduro, más caro
En este apartado sobre el precio vamos a referirnos a los pimientos redondos, puesto que la oferta de pimientos en el mercado es inmensa y existen variedades cuyo precio no está definido por el color, sino por otros aspectos. Por lo tanto, lo que valoraremos aquí de un modo aproximado es lo que cuestan (actualmente y aproximadamente) los pimientos redondos rojos, verdes y amarillos, lo más comunes en España a la hora de cocinar en las casas.
La diferencia de precio entre los tres es muy pequeña, sin embargo, de nuevo viene determinada por su grado de maduración. Los rojos suelen ser ligeramente más caros puesto que han recibido más tiempo y dedicación. Su precio ronda entre los 2,50 y 2,70 euros el kilo. Los amarillos salen por algo menos: entre 2,50 y 2,60 euros por kilo. Y, finalmente, en la variedad redonda de la que hablamos, el más económico es el verde, que suele costar entre 1,60 y 1,70 el kilo. Estos precios son orientativos, de pimientos locales y de mercados de origen.
Recetas con pimientos rojos, verdes y amarillos
Empecemos por lo más sencillo, pero igualmente sabroso. Nada más fácil que pimientos asador al horno. Salen riquísimos y acompañan un montón de platos, y solos, así con pan y aceite de oliva, ya es para morirse del gusto. Podemos elaborar mermelada con ellos, ideales para servir sobre el queso. Preparar pimientos rellenos tampoco es complicado, podemos usar los 3 tipos, y así jugar con su distinto color y sabor. Por supuesto, no podemos olvidar los sofritos. Muchos sofritos se hacen en España con pimientos, y estos sofritos son, a su vez, la base de una enorme cantidad de recetas tradicionales.
Tan tradicional como una coca de tomate valenciana, una piperrada vasca o una fritada riojana, recetas donde los pimientos son ingredientes esenciales. A las empanadas de atún o de verduras les va como anillo al dedo. De hecho, su sabor es fundamental para darle ese toque picante y dulce a muchos platos vegetarianos: un pastel de verduras, una tempura, un soufflé o un chop suey, todos de verduras, por ejemplo. Son cuatro recetas sin dificultad, sanas y muy sabrosas. Y para los que son veganos, un plato clásico francés: una ratatouille. Plato al que hay que dedicar un poco más de tiempo y atención, pero que hace las delicias de cualquier comensal, vegano u omnívoro. Para los pescados, el pimiento es un ingrediente muchas veces básico que combina a la perfección. Una merluza al horno o un salmón al papillote resaltan su sabor al añadirle los pimientos en la cocción. Y para las carnes, evocamos aquí la cocina mexicana, ¿qué son los tacos mexicanos de carne sin sus pimientos? La cantidad de recetas a las que se les pueden agregar es enorme. Queda muy claro que nos encantan los pimientos, del color que sean.