Diferencias entre el salchichón y el salami

Lonchas de salchichón y de salami
Héctor Hernández
Aunque el salchichón y el salami compartan una apariencia similar, sus diferencias van más allá de lo que vemos a simple vista. Desde su origen y elaboración hasta los matices de sabor, veremos en qué difieren estos embutidos.
Por Marina Blanco
09 de enero de 2025

El salchichón y el salami son dos embutidos cárnicos que cautivan los paladares de muchos gracias a su identidad única. Originario de España, el salchichón es un clásico de su charcutería tradicional, un buen ejemplo de ello es el salchichón ibérico; mientras que el salami destaca como un símbolo representativo de la gastronomía italiana donde podemos encontrar además del clásico salami italiano, variantes tan apetecibles como el salami picante.

A pesar de sus similitudes en cuanto a apariencia, sus diferencias son notables en cuanto a ingredientes, proceso de elaboración y el sabor que ofrece cada uno de estos productos que tanto gustan para servir de tapas o para abrir boca en una cena de picoteo.

Qué es el salchichón

El salchichón es un embutido curado típico de la charcutería española que se caracteriza por su sabor suave y especiado. Esta elaborado a partir de carne magra de cerdo mezclada con grasa y condimentada con una mezcla de especias como la pimienta negra en grano, la nuez moscada y el clavo que le aportan su sabor característico.

Este embutido pasa por un proceso de curación en seco que le confiere su consistencia compacta, su sabor equilibrado y su intenso aroma. Popular tanto en aperitivos como en tablas de charcutería o bocadillos, el salchichón es también altamente valorado en la cocina para aportar sabor a diferentes recetas.

Detalle del corte de salchichón en rodajasHéctor Hernández

Qué es el salami

El salami es un embutido curado originario de Italia y extendido por todo el mundo. Tradicionalmente se elabora a partir de carne picada de cerdo con grasa y una mezcla de especias como pimienta, ajo y hierbas a las que a menudo se agregan vino o vinagre.

Su proceso de fermentación y curado puede durar varios meses, confiriéndole de una textura firme pero tierna y un característico toque ligeramente ácido. Además de poder disfrutarse en bocadillos y tablas de embutidos es uno de los ingredientes favoritos para preparar pizzas.

Aspecto del embutido conocido como salamiHéctor Hernández

En qué se diferencian salchichón y salami

Aunque el salchichón y el salami compartan ciertas similitudes, sus diferencias abarcan varios aspectos clave que hacen únicos estos embutidos tradicionales mediterráneos, haciendo que cada uno tenga su propia identidad.

El salchichón es español, el salami italiano

El salchichón tiene sus raíces profundamente arraigadas en la gastronomía española, donde se elabora siguiendo los métodos tradicionales que van pasando de generación en generación, especialmente en regiones como Extremadura y Cataluña donde los ingredientes locales y el clima contribuyen a la excelente calidad del producto final. En cuanto al salami, es uno de los embutidos predilectos de la charcutería artesanal italiana, donde se elabora según la tradición con matices que varían según la región de origen, desde el salame Milano hasta el Napoli.

El salchichón se hace únicamente con cerdo

Para preparar el salchichón principalmente se utiliza carne magra de cerdo, mezclada con grasa y especias como la pimienta negra en grano, la nuez moscada y el clavo, a los que además pueden añadirse otros ingredientes como el ajo en polvo o determinadas hierbas aromáticas para aportar diferentes matices al embutido.

El salami suele prepararse con una mayor variedad de carnes, principalmente cerdo pero también res e incluso aves dependiendo de la región que se mezcla con grasa. Esta carne además se condimenta con especias como el ajo en polvo, la pimienta y otros ingredientes como el vino y el vinagre dando como resultado un sabor intenso y complejo. En ocasiones también puede agregarse azúcar para facilitar la fermentación.

El salami, un producto fermentado

El salchichón se elabora con carne magra de cerdo picada finamente y mezclada con grasa y especias para después introducirse en tripas naturales o sintéticas, que sirven para envolver el embutido. Luego debe pasar el proceso de curación, que puede variar entre 4 y 10 semanas, donde la humedad y la temperatura permiten que el producto se seque y desarrolle su textura firme y su sabor característico.

El salami también se prepara con una mezcla de carnes junto con grasa a la que se le añaden los condimentos, pero además se incluye un agente iniciador de la fermentación, como cultivos bacterianos. El primer paso es la fermentación que se lleva a cabo en un entorno húmedo y cálido durante varios días, etapa en la que las bacterias transforman los azúcares en ácido láctico, lo que aporta al salami un característico sabor y ayuda a su conservación. Posteriormente se lleva a cabo la fase de curación (1 a 6 meses) en cámaras con niveles de humedad y temperatura controlada para evitar la formación de mohos.

Diferencias entre salchichón y salami apreciablesHéctor Hernández

El salami es más ácido y especiado

El salchichón se caracteriza por su textura compacta y uniforme que facilita su corte en rodajas de más o menos grosor. Su sabor especiado es moderado, destacando la sutileza de sus condimentos.

El salami en cambio presenta una textura más húmeda y suave debido a su contenido graso y su proceso de fermentación. Su sabor es más potente y cuenta con esos característicos matices ácidos y especiados que lo hacen inconfundible.

El salami es menos proteico y más graso

El salchichón contiene entre 22 y 25 g de proteínas por cada 100 g, lo que lo convierte en una excelente fuente de este nutriente. En cuanto a las grasas, su aporte es del 30-35%, con un contenido calórico que oscila entre las 350 y 450 kcal por cada 100 g.

El salami tiene generalmente menos proteínas ya que cuenta con entre 18 y 22 g por cada 100 g, siendo además mayor su contenido graso, que alcanza entre el 35 y el 45%. Su aporte calórico por tanto, se eleva debido a la proporción grasa, aportando entre 400-500 kcal por cada 100 g de producto.

Usos en la cocina

Además de servirse como aperitivo, el salchichón es un acompañamiento habitual en tablas de embutidos y tapas, donde su sabor y textura lo convierten en un ingrediente ideal para combinar con quesos y panes. Además puede emplearse para aportar sabor a guisos, servirlo picadito en una sopa, o para recetas tan originales como el tartar de salchichón.

En cuanto al salami, además de poder servirse como aperitivo, es un ingrediente más protagonista en preparaciones sencillas como bocadillos, sándwiches, pizzas, ensaladas o recetas más elaboradas como platos de pasta calientes.

En qué se parecen salchichón y salami

Podríamos decir que la primera similitud entre estos embutidos es su popularidad a nivel mundial, además ambos son productos curados preparados a base de carne de cerdo (aunque ocasionalmente puedan incluir otras carnes). En cuanto a su versatilidad en la cocina, ambos destacan por ser ingredientes favoritos en diferentes elaboraciones sencillas o incluso sencillamente como aperitivos.