Las kilocalorías son una unidad de energía que equivale a 1.000 calorías y cuyo símbolo es «kcal». De forma equivocada, en ocasiones se confunde la cantidad de calorías con la de kilocalorías en los alimentos. La razón principal es que antiguamente se empleaba la «Caloría», con inicial mayúscula y con el símbolo «Cal», con el mismo valor que las actuales kilocalorías. Por tanto, 1 Caloría o «caloría grande» equivalía a 1.000 calorías, con ce minúscula.
Aquella denominación se abandonó paulatinamente y actualmente cuando echamos un vistazo a la etiqueta nutricional de un alimento envasado lo que nos encontramos son ni más ni menos que kilocalorías, en aplicación de las normas referentes a los etiquetados de los productos alimenticios y la obligación de incluir el valor energético o calórico de los mismos, lo que mide esta unidad.
Tratándose de energía, concretamente de la que consume un ser humano en su día a día, su combustible, debemos tener en cuenta cuánta tienen aquellos alimentos que consumimos de forma habitual y cuánta es la que necesitamos. Diariamente, los especialistas indican que un hombre debería consumir entre 2.000 y 2.500 kilocalorías al día, mientras que las mujeres deberían quedarse algo por debajo en este consumo, acumulando entre 1.500 y 2.000 kilocalorías.
Cifras para adultos que disminuyen progresivamente con el paso de los años y la reducción de la actividad física y que, por el contrario, pueden aumentar en los periodos de crecimiento o, en el caso de las mujeres, durante el embarazo y la lactancia.