El secreto mejor guardado por la familia de chocolateros Cudié, propietaria de Bombons Cudié, es sin lugar a las dudas la elaboración de las Catanias. La historia en torno a este dulce comenzó hace más de medio siglo, cuando de las manos de Josep Cudié nacieron en una de las pastelerías de mayor prestigio de Villafranca del Panadés.
Almendras Cro-crem era su nombre entonces y su originalidad, delicioso sabor y vistosidad las convirtieron rápidamente en un clásico. La fama fue creciendo, cada vez más, y entrados en la década de los 80 la empresa que fundó su creador registró el nombre popular con el que fueron bautizadas, Catanias o Catànies, por ser vendidas originalmente en el edificio Cal Catani y no por proceder de Catania como erróneamente se ha creído alguna vez.
Pero, ¿qué son exactamente las Catanias? Básicamente almendra, avellana, cacao y chocolate, nada más. Según cuentan las hijas de Cudié, su padre un buen día decidió recubrir de chocolate algunas almendras garrapiñadas que no habían sido correctamente recubiertas. Probó aquello y le encanto. A partir de entonces continuó experimentando y llegó a la receta que, actualmente, da lugar a las Catànies, como son conocidas en catalán.
Almendras enteras de la variedad marcona peladas y ligeramente tostadas. Un praliné para recubrirlas hecho a base de almendra, avellanas y cacao. Y, finalmente, chocolate. Así, y con todos los pormenores que esta familia guarda celosamente en su seno, nace un producto que puede disfrutarse solo, en postres o incluso acompañado con pan, como es tradición en algunas zonas de Cataluña.