A mediados de los años 30, un grupo de valencianos aficionados a la cerveza decidió montar su propia fábrica en el barrio de la Cruz Cubierta, en el corazón de Valencia, bajo el nombre de Cervezas El Turia, en claro homenaje al río del mismo nombre que discurre por la capital valenciana para acabar desembocando en el Mediterráneo.
Pero no fue hasta 1947, ya terminada la Guerra Civil española, cuando la fábrica empezó a comercializar sus primeras cervezas. Entre ellas destacaba una de sobremanera, la Turia Märzen, cuyo logotipo comercial también rendía tributo a su ciudad de origen, mostrándose en las etiquetas de sus botellas una imagen de las Torres de Serranos, una de las doce puertas de la antigua muralla de la ciudad y que hoy en día sigue alzándose orgullosa, justamente, frente al antiguo cauce del río Turia.
Se trataba de una cerveza de estilo märzenbier, muy típica de Baviera donde se elaboraba este tipo durante la primavera (concretamente marzo, de ahí el nombre) y se dejaba madurar durante el verano para ser consumida durante los festivales de la cerveza postestivales, como por ejemplo el famoso Oktoberfest.
No tardó en convertirse en una de las bebidas favoritas entre los valencianos que sentían el producto como algo muy suyo. Pero, lamentablemente, el poderío económico de las grandes cerveceras nacionales e internacionales hicieron que las cervezas fabricadas por El Turia acabaran desapareciendo paulatinamente del mercado y sólo la Turia Märzen logró sobrevivir en algunos bares de la ciudad y siempre en barril, ya que Damm, que acabó comprando la empresa, decidió retirar esta cerveza en formato botellín.
El renacimiento de la cerveza valenciana por excelencia… en Murcia
Así, aquella Turia Märzen pronto se convirtió en sólo un recuerdo de los más mayores del lugar que la ensalzaban como una cerveza mítica, quizás más por añoranza que por calidad real de la misma. Y así hasta 2013, cuando la misma Damm decidió relanzar la cerveza valenciana por excelencia en su antiguo formato de botella de tercio y un etiquetado muy renovado y moderno, aun conservando las Torres de Serrano como símbolo.
Cerveza valenciana que en el fondo ya no es tal. Además de pertenecer a una empresa con sede en Barcelona, la actual Turia Märzen se fabrica íntegramente en Murcia, en las instalaciones de Estrella de Levante, después de que la antigua fábrica de El Turia de la Calle San Vicente de Valencia sufriera un incendio primero y fuera demolida después. Se trata pues de una cerveza de estilo bávaro, de origen valenciano, fabricado en Murcia por una empresa catalana. Una auténtica amalgama de procedencias.
A pesar de esta “ligera” pérdida de identidad valenciana, la nueva Turia Märzen ha caído de pie en Valencia. Gracias a sus agresivas campañas de marketing y el patrocinio de diferentes eventos gastronómicos, se está consolidando como una de las grandes alternativas a las cervezas de bar de toda la vida, véase Mahou, San Miguel, Cruzcampo o Amstel, presente en muchos locales de la capital del Turia, y lucha en igualdad de condiciones con Estrella de Galicia por ser la cerveza de cabecera de todo aquel que huye de lo mainstream.
A pesar de los cambios inherentes al paso del tiempo, la actual Turia Märzen sigue siendo fiel a su estilo original, una märzenbier o cerveza de estilo Oktoberfest. Su color ámbar tirando a rojizo se debe al uso de maltas tostadas, que además de aportarle su color característico le dan su intensidad aromática y carácter, sin ser una cerveza extremadamente fuerte en sabor ni contenido alcohólico (5,6%). En definitiva, una cerveza de excelente calidad que vale la pena probar… una y otra vez.