La muy noble y leal villa de Rentería es un municipio vasco de la provincia de Gipuzkoa, a medio camino entre San Sebastián y Hendaya. Ahí lleva en marcha desde 1921 la empresa familiar Licorera Vasca Olañeta, S.L. dedicada a la elaboración de bebidas espirituosas como el patxarán, el anís, el licor de café o el de hierbas. Pero a lo largo de los últimos años, concretamente desde que los tres hermanos Pablo, José Luís e Íñigo Olañeta se hicieran cargo del negocio, el catálogo de la empresa no sólo tiene sitio para los destilados, sino también para los fermentados en forma de cerveza artesanal.
Fue en el año 2010 cuando, investigando la posibilidad de aumentar la gama de bebidas ofrecidas, vieron una gran similitud entre su manera de elaborar sus recetas más tradicionales y la forma de producir cerveza artesana. Aprovechando el impulso que estaban tomando las craft beer en España y su saber hacer con casi 90 años de experiencia en el sector, decidieron que era el momento oportuno para comenzar esta pequeña aventura.
Dos años más tarde, a finales de 2012, después de mucha investigación, costosas inversiones, pruebas de ensayo y error, y sacrificarse sobremanera catando muchas cervezas, los hermanos Olañeta por fin comenzaron a comercializar su primera ale, una cerveza de alta fermentación, sin filtrar ni pasteurizar, con una segunda fermentación en la propia botella para producir el CO2 necesario de manera natural, siguiendo el que se conoce como método champenoise.
Así nació Cervezas Olañeta, con sede en el Polígono Industrial de Egiburuberri, desde donde tienen capacidad para producir unos 200 litros de la mejor cerveza artesana en cada elaboración, llegando a fabricar en 2016 más de 35.000 litros entre todas las variedades producidas por la empresa. Todas ellas elaboradas con las mejores materias primas, ingredientes 100% naturales, empleando agua del embalse de Añarbe y, sobre todo, recuperando para el público más cervecero sabores que se habían ido perdiendo con la llegada de la industrialización.
Olañeta Brown Ale: estilo inglés, botella belga y tipografía vasca
Licorera Vasca OlañetaSon tres las variedades permanentes fabricadas por Olañeta, aunque también han hecho una pequeña incursión en el mundo de las cervezas negras con su Milk Stout y prometen experimentar en el futuro con las barricas de roble que tienen a su disposición. Pero de momento esas tres variedades fijas están recibiendo el reconocimiento que se merecen, pues todas ellas se han llevado alguno de los galardones cerveceros más prestigiosos del panorama internacional a lo largo de 2016.
Sin ir más lejos, la Olañeta IPA, una India Pale Ale elaborada con la técnica del dry hopping fue nombrada en los World Beer Awards 2016 como la mejor IPA española del año, del mismo modo que la Olañeta Blonde Ale fue reconocida como la mejor cerveza española rubia de estilo belga en el mismo certamen. Finalmente, la cerveza que nos traemos entre manos, su Olañeta Brown Ale, también recibió una medalla de oro a la mejor cerveza española de tipo brown ale. Todas ellas de estética muy parecida, embotelladas en el típico stubby de tipo belga y con un etiquetado y tipografía que no da lugar a ninguna duda sobre se procedencia.
Ésta última es sin duda uno de los productos más destacados de Olañeta, que nosotros personalmente consideramos como una de las mejores cervezas españolas del 2016 y que es una auténtica delicia para todos los amantes de las cervezas tostadas de estilo inglés. Se trata de una cerveza de aspecto rojizo oscuro, perfectamente equilibrada, y elaborada con cuatro tipos de maltas europeas: Pale, Munich, Cara Munich y Chocolate, a las que habría que añadir los dos tipos de lúpulos que le dan a esta cerveza todo su aroma y amargor (41 IBUs): Challenger y Fuggles.
El resultado es una cerveza de alta fermentación con una graduación alcohólica media, sólo un 5%, de gran calidad, muy sabrosa y fácil de beber. Una cerveza que se puede adquirir online a través de la web oficial de Licorera Vasca, aunque siempre es más recomendable pegarse un viajecito hasta Gipuzkoa para catarla in situ en algunas de las mejores cervecerías de Donosti, Hernani, Zarautz, Getaria o Andoain, con su correspondiente pintxo.